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Enviarle a Peeta un poco de sopa es lo mejor que Haymitch y yo podemos hacer en este momento, la lista se ha reducido y ahora solo podemos escoger cosas muy básicas en el catálogo, sopa, mantas y armas que no tenemos como pagarlas. No sé en qué piensa la castaña al momento en el que toma impulso y besa a Peeta en frente de todo Panem. Una historia de amor que tiene que mantener para sobrevivir, si Peeta muere esta noche, prefiero que se vaya con la idea de que Katniss siente lo mismo por él.

Puedo escuchar la voz de mi hermano en mi cabeza, susurrando ''Es Peeta, puede con esto y más'', pero también es inevitable pensar en que debe de estar destrozado observando como su mejor amigo lucha con una infección que puede vencerlo en un abrir y cerrar de ojos. Tal y como mi mentor y yo imaginamos, el día del banquete llego, donde el capitolio pone a tu disposición algo que anhelas para sobrevivir a los juegos. En realidad, es una trampa. Aún recuerdo ese día, había una extraña tormenta en la arena de mis juegos, se formó tanto lodo y mientras los tributos restantes se atacaban mutuamente, decidí ir lo más rápido posible por aquella mochila. Sólo tenía mi espada y una herida el costado. Sabía que no sería sencillo curar esa espantosa cortada, pero una vez mi madre trato de ayudar a mi padre por una herida similar, claro que ella fracaso y termino llevando a mi padre con la mamá de Katniss. Tengo que regresar a la realidad cuando recordé el aroma del banquete ese día, la sangre y la lluvia no es una buena combinación. Haymitch sabe que estaba totalmente perdida, porque me avisa sobre los planes de mi tributo, ambos habíamos acordado manejar los juegos del hambre de la manera más fría posible, con el paso del tiempo era inevitable pensar en que esos niños no tendrían oportunidad de llegar a la última etapa de este retorcido evento, pero está vez era diferente. Peeta está profundamente dormido y la castaña esta alerta acercándose a la cornucopia una vez más. Primero ve a la comadreja, quien con una buena velocidad toma su respectiva bolsa y se aleja. Katniss pudo tener la misma suerte, pero el tributo del dos le dio un corte preciso en su frente. Mis manos temblaron al temer por la vida de Katniss, pero la vida del tributo dos termino a manos del tributo del once. Escucho un estruendo a lo lejos y sé que el mentor del distrito 2 debe de estar maldiciendo al Distrito 11 y 12. Fue como una especie de deuda saldada entre ambos, porque no volverá un favor como ese. A partir de ahí, el tiempo pasa más rápido y sé que el fin de los juegos se acerca. Las rosas que el presidente Snow manda es una clara advertencia de que no permitirá que mi distrito gane, temo por mi hermano, por Peeta, por Katniss, por sus familias e incluso por mi distrito. Esa falsa esperanza de que existan dos ganadores se esta esfumando cada vez más de mi mente, pierdo la cuenta de cuanta cafeína he bebido, el olor de las rosas me marea y tengo que dejarlas lo más lejos posible del pequeño cubículo.

La evolución en el semblante de mi amigo hace que tenga un poco de esperanza, algo me dice que pueden lograrlo. Él ya puede dar pasos y Katniss le enseña todo lo que puede, cuando deciden abandonar la cueva en donde se ocultaron después de una tormenta en donde el rostro del tributo del 11 se proyecta en el techo, pronto el agua inundará el resto del escondite, lo que significa que están tratando de juntar a los tributos restantes. Haymitch me dice que los Juegos pueden terminar en cuestión de minutos, solo queda Peeta, Katniss y Cato. La paciencia de Katniss es increíble al enseñarle a Peeta todo lo que puede, el sonríe cada vez que la ve y eso me parte el corazón.

—Ojalá Katniss se haya encariñado de él, aunque sea un poco—confieso amargamente. Haymitch niega mientras me pasa un vaso con agua.

—La niña tiene tanto encanto como tú cuando tienes hambre— le aviento un cojín y me dice ''¿Lo ves?. De pronto en el mapa observamos que Katniss y Peeta se separan un poco, al parecer acordaron recolectar provisiones.

—¿Qué fue eso? —pregunta Haymitch alterado al escuchar el cañón, los vigilantes parece que también se divierten torturando a los mentores, por que solo nos proyectan imágenes de Katniss. Estoy al borde del colapso y pido con todas mis fuerzas que Peeta esté bien.

AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora