AMELIA | THG

2.

2.

Incomodo fue nuestro pequeño paseo del hacia la estación del tren, Haymitch y yo nos resignamos después de que Peeta y Katniss ya ni siquiera pudieran mirarse a los ojos luego del espectáculo en televisión.

La comida una vez dentro del vagón fue silenciosa y nadie parecía tener verdaderas intenciones de convivir a excepción de los estilistas que hablaban sobre los diseños que mis tributos usarían durante los siguientes 12 días.

Me encontraba comiendo una sopa que Cinna me recomendó mientras Effie explicaba a los más jóvenes sobre como ya tenía toda su agenda planeada. Una vez Haymitch me dijo que lo conveniente era no protestar y actuar conforme a lo que Effie recomendara, por que los ojos del capitolio estarán día y noche vigilando que tus movimientos sean los correctos, un error y el país puede salir de su control. Lamentablemente lo aprendes de buena o mala manera, en el caso de mi mentor, su error le costo la vida de su familia. En mi caso, la poca libertad que aún tenía. Parece que me he perdido parte de las instrucciones y solo puedo observar como los ojos de Katniss reflejan más su molestia y todo empeora cuando Effie le dice.

—Como una vez le dije a Lia, disfrútenlo...—

—Se lo han ganado— imito el acento de Effie al terminar su frase mientras niego con una sonrisa. En ese entonces ya no me quedaba nada, mi familia estaba muy alejada de mí y aunque mi amiga no haya dicho las mejores palabras, ella estuvo para mi cuando tenía malos días. Gente así en el Capitolio no es fácil de encontrar.

—¿Qué dijiste? — Katniss me mira estupefacta por mis palabras, yo quería explicarle pero Effie se adelanta.

—Lía dijo ''Disfrútalo Katniss, te lo has ganado—

—Asesinando— ella deja caer los cubiertos y se retira de la comida con enfado, no sin antes mirarme—Y tu deberías saberlo Amelia.

—Me va a escuchar...— me levanto de la silla, pero la mano de Peeta me impide avanzar.

—Yo lo haré— miro desconcertada a mi amigo y el por qué él se ofrece. — Puedo manejarlo, y ella sabe que tu no disfrutas todo esto.

Le agradezco, pero aun así voy a mi vagón correspondiente, en poco tiempo llegaremos al distrito 11 el cual me hace recordar que su vida es aún más difícil que la nuestra. No me trae buenos recuerdos.

—¿De verdad no puedo quedarme en el Tren? — Haymitch niega y yo resoplo mientras Effie entrega los discursos a Katniss y a Peeta.

—Se acostumbra a hacer un elogio a los tributos caídos de cada distrito... para el 11 son Tresh y Rue— Katniss levanta la mirada con tristeza al escuchar el nombre de su aliada. Es difícil hablar sobre tus aliados o sobre aquellos que no conociste, es peor hablar sobre los tributos que asesinaste en los juegos.

El edificio de justicia del 11 es un poco más pequeño que el del 12, pero no por eso deja de ser mas lujoso que el resto del lugar. Cuando el alcalde presenta a Katniss y Peeta, los aplausos no se escuchan y en su lugar, se llena de un silencio.

—Es un honor estar con ustedes hoy y con las familias de sus tributos caídos— vemos a través de la pantalla a Peeta leyendo las tarjetas y después dirigiéndose a la multitud mientras Katniss tiene la mirada fija hacia alguien.

Cuando mi amigo guarda lar tarjetas, Effie me da ligeros golpes en el hombro mostrando su preocupación.

—Tanto Tresh como Rue, eran muy jóvenes— Peeta maneja las multitudes muy bien, no importa la situación en la que se encuentre. —Pero nuestras vidas no se miden solo en años, se miden en el impacto que tenemos en la vida de los demás.