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Después de poco más de dos semanas de extravagantes celebraciones del Capitolio, regrese a mi hogar llena de regalos por parte de los capitolinos y por supuesto los caros presentes de Ryan Clarke, agradeciéndome infinitamente por acompañarlo y escuchar sus ''problemas'', la primavera comenzaba a hacerse notar, el hielo por el distrito empezaba a derretirse y los días se volvían más cálidos, podría asegurar que todo era muy tranquilo en casa, pero estaría mintiendo.

Quedaba solamente una semana para la cosecha para los 73°Juegos de Hambre y las calles del Distrito 12, lucían aún más tristes. No volví a tener una conversación con Peeta Mellark y el no volvió a insistir, cosa que agradecí un poco. Haymitch dice que mi familia estuvo más atenta cuando no me veían rondar por las tiendas del 12, cosa que me dejo algo sorprendida. Una tarde acompañe a Haymitch a buscar al vendedor de alcohol a un lugar llamado El Quemador, por lo general se hacían trueques como medio para comercializar y obtener comida o cualquier cosa que ocupases, Haymitch frecuentaba mucho aquel por obvias razones, pero nunca por necesidad.

Me encontré con la chica del cabello castaño de hace meses la cual trataba de cambiar carne de ardilla por un cuenco de sopa, era raro encontrar a jóvenes dentro de aquel lugar, supongo que ella no entraría de no ser necesario. Para mi buena suerte, Haymitch me dejo sola y yo no sabía por dónde empezar a buscarlo, por lo que me atreví a preguntar a un chico que cambiaba un poco de hilo por jabón y al mismo tiempo quería conseguir algo de dinero.

-¿No puede ofrecerme más?- le pregunto el joven- Las herramientas están en buen estado.

-Ya te dije que no niño- le respondió un señor, en evidente estado de ebriedad- no pagaré tanto por unas simples herramientas.

-Teníamos un trato- le reprocho el joven con enojo, me acerque para ver más- solo le estoy pidiendo 5 monedas.

- Son demasiadas monedas- le dijo el señor.

- Necesito el dinero- le dijo el joven- es para alimentar a mi familia. Moriremos de hambre si no consigo algo.

- Ese no es mi problema- le dijo con descaro el hombre.

El joven se dio media vuelta, resoplando y no se percató de que había tirado varias cosas de lo que el hombre ofrecía. El hombre lo tomo con fuerza por el hombro y lo giro para toparse cara a cara, fue cuando observe con detalle su rostro, mi corazón se detuvo.

Cabello castaño, tez blanca como yo, ojos azules como los de mi padre y yo pero facciones de mi madre, complexión muy delgada y mucho más alto de la última vez que lo vi. James se encontraba a escasos metros de mí. Su mirada desafiaba a la del hombre quien no dudó ni un segundo y estampo su puño en la cara de mi hermano con brusquedad, haciéndolo sangrar al instante. Lo arrojo contra el suelo y lo pateo en la espalda un par de veces, lo jalo bruscamente haciéndolo pararse y mi hermano no desaprovecho y lo golpeo tres veces. No causo verdadero daño en el hombre pero lo hizo retroceder, trate de no involucrarme en cuanto llegó otro hombre igual de ebrio y enojado a sujetar a mi hermano por la espalda, la gente comenzó a gritar, gire mi vista hacia el hombre que avanzaba torpemente hacia el cajón mientras mi hermano trataba de zafarse del agarre del otro. Me preguntaba qué era lo que buscaba aquel hombre en el cajón y pronto saco un cuchillo, me asuste de inmediato y supe que debía de intervenir. Debía de ayudar a mi hermano. Deje caer la bolsa que llevaba con comida de Haymitch y corrí decidida ante la vista de todos en el Quemador. Tome todo el impulso y empuje al hombre haciéndolo caer mientras tiraba el cuchillo al suelo, agarre rápidamente el objeto y me gire rápidamente hacia el otro hombre que tenía todavía sujetado a mi hermano.

Presione un poco el cuchillo contra el cuello haciéndole una pequeña cortada.

-Vete- le dije amenazadoramente. Él se tocó el cuello y salió corriendo liberando a mi hermano, el otro hombre se levantaba del suelo.

-¿Amelia?- me pregunto mi hermano sorprendido- ¿Pero qué...?

-Ahora no James- le dije secamente. Mi vista se dirigió al hombre-¿Qué es lo que hizo ese chico para merecer que lo golpearas?

-Ahora una chica te va a defender- él se empezó a reír mientras sacudía su ropa. Enoje más y con el cuchillo rasgué su chaqueta.

-No me gusta repetir las cosas- le dije amenazadoramente. El apoyo sus manos sobre la mesa y posteriormente dio un fuerte golpe.

-¡Tiro mis cosas!- el me grito-¿¡Cómo crees que venderé para tener comida niña?!

- Y supongo que golpear a un niño es la mejor manera de obtener clientes- reí con desgana. Él iba a responderme pero saque monedas de una de mis bolsas y se las avente en la cara..-Ahorre sus comentarios, no vine a este lugar para ver como un estúpido borracho golpea a mi hermano en la cara.

Hubo muchos murmullos en ese instante. Me acerque al lentamente y le di una media sonrisa. Hice un movimiento rápido con el cuchillo y lo encaje a escasos milímetros de donde se encontraba su mano.

-Primero aprende como manejar un cuchillo, antes de intentar matar a alguien, lo digo por experiencia- le susurre en su oído- No vuelvas a dirigirte a mi hermano o si no todo terminara mal para ti... ¿Entiendes?

El asintió rápidamente con la cabeza. Sonreí otra vez y me gire con mi hermano, quien tenía un pañuelo húmedo en su labio y varios moretones alrededor de la cara y el rostro. Entrelace mi brazo con el de James de la manera más protectora posible. Vi por última vez al hombre quien estaba más pálido.

-Espero que no olvides con quien estás hablando- le dije. James tomo la bolsa con la cosas que tenia de despensa y nos encontramos con Haymitch afueras del quemador con una sonrisa de lado a lado- la próxima vez, traeré Agentes de la Paz y ya sabes los castigos que puede haber.

-Sí que sabes dar un espectáculo cielito- yo me empecé a reír al igual que el- ahora todo el 12 lo sabrá.

-Bueno, aprendí del mejor- le dije riendo.

-Creo que debería de irme- James se soltó de mi agarre y se alejó, yo mire a Haymitch y el me hizo una seña para que siguiera a mi hermano.

-¿James?- le dije alcanzándolo.- ¿A dónde vas?

-A casa Amelia- me dijo caminando- tengo que explicarles a mama y a papa que no conseguí el dinero.

-¡Espera James!- él se frenó y me miro con confusión.

-¿Qué quieres?- me preguntó con fastidio y algo de odio.

-Ayudarte.- le dije y mi voz jamás había sonado tan nerviosa.

¿Que tal les parecen los capítulos?
Consideré prudente presentar a Amelia antes de introducirla con Katniss Y Peeta.

AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora