AMELIA | THG

4.

Hay algo a mi alrededor que luce diferente, todo es más colorido y la gente parece reír tanto como yo. Es claro, son los efectos de la morflina.

El vestido que ha hecho Lily para mí es el más brillante que he visto en la vida , es negro, pero en la parte de abajo tiene un bordado de colores muy lindos. ¿Verde? ¿Rosa? ¿Naranja? Creo que ahora es morado.

Terminan de hacer mi peinado y escucho el programa donde anuncian a mis tributos y su nueva noticia. ¡Se van a casar! Empiezo a llorar y mi equipo prepara rápidamente un par de pañuelos.

—¿Qué sucedió Amy?— pregunta Lily mientras se arrodilla.

—Peeta y Katniss se van a casar, es la mejor historia de amor, ¿crees que me invitarán a su boda? — ella acaricia mi mejilla mientras me abraza.

—Serás la primera en estar ahí— caminamos hasta el auto que nos llevara hacia la Mansión Presidencial, Lily le susurra algo a Effie y ambas giran en mi dirección. Yo las saludo a lo lejos.

—Effie tu cabello es genial, ¿brilla en la oscuridad no es así? —

—Así es Amy, ahora vamos con Peeta y Katniss— las luces del Capitolio se transforman en estrellas fugaces.

—¿Amelia estas bien? — Katniss está frente a mí y no no puedo evitar tocar su trenza.

—¿Por qué Lily no peina mi cabello así? — le pregunto a Effie. Ella sonríe mientras Peeta toma mi mano.

—¿Qué es lo que tiene Effie? — el tono del rubio es diferente y brusco.

— Lía ha comenzado la fiesta desde antes—hace una mueca de desagrado, yo solo observo por la ventana.

— Créanme, se cómo son estos eventos, es mejor ir preparados—

— No pidas más de esos dulces que tantas amas Lía— para esto ya estamos caminando rumbo a la mansión, donde se puede apreciar el ruido a lo lejos, toco varias veces mi cabeza antes de responderle.

— No los pido, me los regalan— Effie oculta su molestia detrás de esa sonrisa falsa. —No arruinaré la noche Eff, por eso no invitaron a Haymitch.

— Bien, ya saben como es esto— dice ella tomando a sus tributos de la mano, yo voy dos pasos adelante. —Cabeza arriba, sonrían. Te habló a ti Katniss.

— Nos vemos en un rato, ¿tal vez mañana? — por alguna razón camino de lado mientras me rio.

Reciben a los vencedores entre aplausos y gritos en la multitud, ellos deben de tener cuidado, porque están frente a la gente más importante del Capitolio. Frente a él.

Los efectos de la Morflina llegan a su fin cuando Plutarch Heavensbee me toma de la cintura y me invita a bailar.

—Veo que no está pasando un buen momento Señorita Allen—

—Hoy es la noche de Peeta y Katniss, esto es para ellos— el hombre da varias vueltas en la pista, lamentablemente no es lo único que comienza a dar vueltas.

—El presidente Snow ha ordenado que nadie puede pagar por usted esta noche—

—¿A que se debe su generosidad? —

— Por lo que entendí, usted cumplió casi una parte de su tarea— la sonrisa forzada desaparece mientras observo al hombre. — Lamento lo que sucedió en el 4, el señor Odair se ha mostrado distante en las celebraciones de la semana pasada, pero el presidente me ha pedido bailar con usted y entregarle este mensaje.

— Gracias, señor Heavensbee, creo que iré por una copa— toma mi brazo y me conduce a la mesa de comida.

— El señor Clarke se encuentra aquí, y se que la copa que usted quiere no es lo único que necesita para divertirse en esta fiesta, recuerde que la siguen vigilando, por suerte su regreso al 12 será más tranquilo, por ahora— ¿Por qué el nuevo Jefe de los Vigilantes me ha advertido sobre eso?

Al final, logro escabullirme justo a tiempo, antes de ver la cara de aquel hombre que seguirá arruinando mi vida para siempre.

Pasaremos la noche en el centro de entrenamiento antes de partir rumbo a otro lugar y Ryan Clarke se ha encargado de seguir la fiesta en la terraza del edificio.

Mi cabeza parece explotar en cualquier momento al amanecer, es Effie quien tiene que sacarme como puede del edificio e ir a toda prisa rumbo al tren, no hay anuncio por todo el capitolio en donde los rostros de Katniss y Peeta no aparezcan. Entramos a toda prisa al vagón donde mis amigos están desayunando, ella se despide y me acomoda un poco el cabello antes de que me deje entrar por la puerta.

—¿Por qué llegas tarde? —sin embargo, ignoro a Katniss mientras tomo algo de hielo y lo pongo en mi frente.

—Abre los ojos Amelia— ese es Haymitch, pero su voz suena como si estuviera a varios metros de distancia. Efecto secundario a la morflina.

No puedo levantarme a tiempo, por que el rubio es quien me obliga a abrirlos. Después sus manos tocan mis brazos y se aparta bruscamente. Lo veo negar varias veces mientras varias lagrimas salen de sus ojos, por más que me apunta con su dedo, no es capaz de formular nada.

Le he fallado a lo más cercano que tengo a una familia.

—Haymitch...—tropiezo un poco mientras intento alcanzarlo, Peeta y Katniss están atrás.

—¡No! ¿Qué pensará él cuando se entere de lo que has hecho?¡Lo prometiste!— el tono de su voz refleja la tristeza y la decepción.

—No encontré otra salida— el niega un poco mientras abandona la habitación.

—Amelia necesitas descansar— Peeta es quien me sostiene antes de que vuelva a tropezar, mis manos comienzan a temblar y todo da vueltas.

—Solo quiero una dosis más— antes de que el pueda tomar mi bolso, yo lo empujo y clavo otra aguja. Suelto un suspiro de inmediato y cierro los ojos, por fin un poco de paz.

Sus voces suenan agudas pero sé que hablan de mí, aunque ahora me concentro en la fruta derritiéndose en la mesa.

—Le diré a James que pasen unos días en mi casa, él no puede verla así— después Katniss solo busca información que solo Peeta puede darle, sé que comienza a explicarle todos mis problemas por que lleva sus manos a su rostro y ahoga un sollozo.

—Salud— empiezo a reír un poco. Katniss se incorpora un poco y me toma de la mano.

—¿A dónde vamos?—le preguntó observando a mi alrededor.—¿Esto es nuevo?

—Vamos a ponerte algo más cómodo Lia— de alguna manera he regresado a mi habitación del tren y Katniss dice que llegaremos en poco tiempo, no puedo evitar tomar una dosis más antes de guardar el resto de la sustancia en los bolsillos de mi suéter. Se que planean robarme todo lo que puedan.

Lo ultimo que recuerdo es que ella se queda conmigo mientras me cubre con una manta.