PARTE 2

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PARTE 2

1

El regreso al Distrito 12 era más caótico de lo que pensábamos. Después de que Katniss le dijera a Peeta que todo fue actuado, sus ojos no solo reflejaban lo roto que estaba su corazón sino la decepción que sentía de todos nosotros. Haymitch dice que pronto lo entenderá y que estará dispuesto a seguir con el plan, porque después de todo han sobrevivido a los juegos. Pero ambos sabemos que esto no ha terminado y debemos de preparar a nuestros tributos para lo siguiente. Lo único que llenaba ese vacío y me permitía mantenerme lo suficientemente tranquila frente al Distrito era ver la sonrisa de mi hermano al ver a su amigo todos los días. Peeta no sonrió mucho en las primeras semanas y no se esforzaba mucho en ocultarlo, Katniss había regresado a su habitual rutina de caza, aunque ahora podía comprarle alimentos frescos a su familia y yo prefería ir a casa de Haymitch donde de vez en cuando ahogábamos las penas con su bebida favorita.

Un día Katniss regresa muy asustada del bosque y tengo que obligarla a que entre a mi casa antes de que su madre se de cuenta, ella rompe a llorar y me dice que ha matado a alguien en el prado. Yo tengo que sujetarla fuertemente y acunarla en mis brazos diciéndole que no hay nadie en ese lugar al que pueda herir. En una ocasión James invita a Peeta a cenar, todo parecía estar bien hasta que mi hermano tira varias ollas que hacen un estruendo que hace que Peeta se levante de la silla y busque algo a su alrededor. Yo tengo que sujetarlo de las manos mientras lo guio al sillón y le pido que respire, James no sabe como reaccionar, por lo que le pido que salga a casa de nuestros padres y les lleve algo de pan.

—¿Cómo lo haces Amelia? — esta confundido y varias lagrimas salen de sus ojos— ¿Cómo puedes salir de aquella pesadilla y seguir siendo tú?

—Sabes porque...— el observa a mi hermano alejarse a través de la ventana y luego a mí. No parece tener algo muy claro y es cuando tengo que ser lo más sincera con él— No más secretos Peeta, tu y yo tenemos que hablar.

Camino junto con Peeta a su casa, me ha dicho que sus padres se han negado a dejar la panadería, pero sus padres lo visitan frecuentemente. Su casa está justo a mi lado, enfrente esta la residencia de Katniss y Haymitch, en otra vida esta villa sería muy linda.

—Sé que estas enojado conmigo y entiendo por qué— le digo cuando me ofrece un poco de té. —No espero que mis disculpas sirvan de algo, pero créeme que lo hubiera hecho otra vez sin dudarlo.

El permanece en silencio y asiente, hace un gesto que me permite continuar.

—Solo te pido un favor...— Peeta inclina la cabeza y se cruza de brazos. —Sigue con esto, con la idea de que Katniss y tu...

—No me pidas que lo haga, no tiene sentido que sigamos con esa farsa— hace todo lo posible por no subir de tono, pero el dolor en su rostro al mencionarla es evidente— Así sucede con cualquier tipo de historia de amor... puede llegar a su fin.

—No esta Peeta— mi voz tiembla por primera vez y mi amigo cambia de postura al notar mi estado. — si él lo descubre, algo terrible puede sucederte y a Katniss también...

—Amelia... ¿Estas bien? — niego mientras mis manos cubren mi rostro. Solo Haymitch, Finnick y Effie saben lo mucho que me cuesta hablar sobre este tema.

—Mereces saber la verdad, porque, si haces lo que te pido, puedes salvarte a ti y a Katniss de lo que a mi me pasa— paso los siguientes minutos, hablándole a Peeta sobre mis juegos, mi victoria y como el Capitolio no estuvo de acuerdo con mi resultado. Le cuento lo que sucedió después de eso, sobre cómo me obligan a ir a eventos, a ser un objeto para la gente del Capitolio y sobre cómo no puedo defenderme ante las situaciones que enfrento, por último, no puedo evitar llorar al contarle como todo eso me llevo a caer en una adicción con ciertas sustancias.

—No quiero que sufran lo que yo tengo que hacer— le digo y Peeta no sabe que decir, tiene sus ojos con lágrimas y esta apoyado en una silla. —No le digas a ella... ni a James.

—Cuenta conmigo— no dice otra cosa, solo se levanta y me rodea con sus brazos—Perdóname Amelia... ahora somos familia.

Una vez Finnick me había dicho que quería formar una familia conmigo, si viviéramos en otra realidad. Ahora es Peeta quien me ha mencionado esa palabra, una parte de mí quiere creer que algún día todo eso pueda ser posible. Pero en esta nación, tu vida no te pertenece y los sueños no se cumplen.

Los días pasan lentos, no recibo ningún llamado y prefiero que así se mantenga, por que pronto mis tributos iniciaran su tour de la Victoria por todo Panem, espero que al menos puedan ser ellos mismos lejos de todas aquellas miradas.

Todos los días tengo que despertar por la madrugada, las hojas de té que la madre de Katniss me ha recomendado para los nervios no funcionan y por salud física y mental le he dado los únicos calmantes que pueden ayudarme, por que sé que todas las personas acuden a ella cuando enferman o les sucede algo.

Y siendo sincera, es mejor que ella los use para bien.

Mis tributos no necesitan más problemas a los 16 años. No cuando debemos de prepararlos para lo que se viene en poco tiempo.



N/A. Aquí la parte 2! 

Tarde en actualizar pero este ultimo mes no ha sido el mejor en cuestiones de salud :C

Agradezco mucho todo el apoyo que le han dado a mis fics! Estoy muy emocionada en escribir más de esta novela, así como también mi propio proyecto personal, MI NOVELA!

Son bienvenidos de leer mi nuevo proyecto! En mi perfil podrán encontrar una lista de lectura con el apartado ''MI NOVELA'' 

Abrazos!!


AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora