1.
En casa ya comienza a sentirse el invierno, todos en el distrito se preparan como pueden para soportar el clima, pero antes de que todo sea hielo, el tour de la victoria comienza. La nieve y probablemente el polvo de las minas es lo que suele caer en el distrito en esos meses, salgo de mi casa rumbo a la de mi vecino y me encuentro con Katniss, quien esta tocando sin parar su puerta.
—Sí el no contesta, créeme que yo tomaré esas botellas—ella sonríe un poco, han pasado semanas desde que la veo, ella suele buscar excusas para evitarme o a Peeta pero James siempre recibe las compras que ella hace por mi mentor o mías. Como todos, es su manera de distraerse o de no tratar de pensar en los juegos.
Abrimos la puerta encontrándonos el mismo caos en la casa de Haymitch, aunque Katniss no ha estado más allá de la puerta, porque arruga la nariz al percatarse del aspecto de la vivienda.
Ella lo llama un par de veces antes de perder la paciencia, yo le paso una jarra con la bebida que dejo antes de caer dormido, nos apartamos un poco antes de que ella vacíe el contenido en su cabeza y el trate de atacarnos con su cuchillo.
—Si querías una niñera, se lo hubieras pedido a Peeta— la castaña no disimula su enfado y empuja a su mentor, giro un poco al escuchar pasos y veo a cierto rubio entrando a la habitación.
—¿Pedirme qué? — Peeta entra con pan recién horneado mientras Haymitch sigue quejándose de Katniss pero le agradece cuando ella saca las botellas para él.
—Estás dos son para mí— guardo dos botellas pequeñas en mi abrigo y Peeta sonríe mientras niega.
—Creí que cambiarias ese nuevo pasatiempo con otra cosa— me dice mientras corta el pan.
—tratamos de hornear galletas la semana pasada y ahora mi pared tiene una mancha que no he podido quitar— el ríe un poco y Haymitch menciona que las galletas sabían mejor sin el glaseado. Katniss nos observa atentamente y sé que se pregunta el por que Peeta, Haymitch y yo hemos formado un vinculo muy familiar. Pero ella se alejo de nosotros desde que las cámaras se fueron.
—¿Quieres pan Katniss? — le pregunta Peeta sin ni siquiera esforzarse en sonreír.
—Comí en el quemador, gracias— Haymitch observa a los adolescentes de un lado a otro mientras hace una mueca.
—Que fríos...— le digo a mis tributos y ellos desvían la mirada. —Tienen que buscar un tema de conversación antes del show, esto es...
—INCOMODO— Haymitch imita el acento de Effie y yo asiento. Observo el reloj y les digo a mis tributos.
—Los estilistas llegarán pronto, se van a quejar de su aspecto, pero esto no es el capitolio—
—Los estilistas de Lia llevan casi una década con ella y siguen preguntándole sobre como nos duchamos aquí— me despido de ellos antes de que mi pobre hermano se vea abrumado por Lily.
—Hola Lia— James me recibe en la puerta y sus ojos me alertan sobre algo.
—¿Qué sucedió? — le pregunto e ingreso a la casa rápidamente.
—Fue extraño, alguien toco mi puerta y un hombre de aspecto extraño llego con...—
Entonces vi aquel ramo con rosas blancas, él está aquí.
Tome las rosas sin importarme las espinas y las lance a una cubeta. James trataba de ayudarme y parecía preocupado, pero no conteste. Aquel olor a rosas y sangre inundó todo el lugar y mis nauseas aumentaban conforme tomaba cada una de aquel ramo.
—CIERRA LAS CORTINAS— él obedeció de inmediato mientras yo buscaba una vela, tome una pequeña rama del patio trasero y la acerque al fuego. Lance la rama hacia la cubeta con la esperanza de que la madera quemada fuera suficiente para cubrir el aroma a rosas.
No despego mi vista de la ventana, pienso que las cortinas son suficientes para ocultarme de su vista, pero por más que pasan los minutos, nadie está afuera. Mi respiración comienza a calmarse cuando unos golpes a mi puerta me sobresaltan otra vez. James esta confundido por mi actitud, pero aun así abre la puerta, reconozco la voz chillona de Lily y Effie.
—Lia, ¿Pero que es ese olor? — Lily me abraza fuertemente y toma un pañuelo con el que limpia mi rostro, donde lagrimas comienzan a salir a causa del humo.
—Abre las ventanas Jamie— Effie y mi hermano están hablando sobre como ella le ha puesto un apodo que él no aprueba mientras a mi me llevan a mi habitación.
—¿Es necesario? Yo ni siquiera estaré en televisión— ella sonríe un poco mientras me dice que en el Capitolio todos creen que una vencedora como yo pasa sus días cuidando su imagen. Hace una mueca mientras retira las espinas de mis manos poco a poco, tendré que usar guantes hasta que lleguemos al tren.
—¿Vas a contarme que sucedió? — me pregunta James cuando Effie va rumbo con Peeta y Katniss asegundándose de que todo está en orden.
—No me gustan las rosas—
—Estas eran diferentes— decía mi hermano observando las cenizas que quedaron en la cubeta. —¿Por qué?
—Prende el televisor, iré con Peeta— él niega y suelta un suspiro al saber que no le daré más explicaciones.
—Luces bien— le digo al rubio que asiente sin ni siquiera mirarme. Suelto un suspiro y lo tomo de la mano.
—Todo saldrá bien, en menos de un mes estarán de regreso— la voz de Caesar resuena en la sala de Peeta, Portia y su equipo de estilistas se aseguran de que mi tributo tenga un buen aspecto. Haymitch entra de ultimo minuto y le explica sobre el papel que debe de hacer.
—Son la pareja perfecta y la más popular del capitolio...— empieza Haymitch, pero yo lo interrumpo.
—Solo sé tu mismo Peeta, todos te quieren—
—Y si no funciona con Katniss, puedes intentarlo con Lia— una carcajada se escucha de su parte justo en el momento en que la puerta se abre.
Haymitch me mira brevemente y asiento, hemos perdido en que fase del plan vamos, pero el objetivo es el mismo.
Debemos mantener a Katniss y a Peeta a salvo.
ESTÁS LEYENDO
AMELIA | THG
FanfictionAmelia Allen es la vencedora favorita del Capitolio. El Carbón que se convirtió en Diamante. Pero el Distrito 12, su hogar, todos la juzgan, le temen y la odian. ¿Su error? Ser vencedora de los Juegos. Ahora en los 74 Juegos del Hambre, debe de hac...