11.

3.2K 357 25
                                    


11.

—¿¡Matrimonio?!— Tengo que decirle a James que baje la voz. Había pasado un día desde la propuesta. Decidimos no contar nada hasta que no tuviera noticias de Katniss, quien tampoco sabe. —¿Aceptaste?

No hubo necesidad de darle mi respuesta porque fue el primero en levantarse del comedor y darme posiblemente el abrazo más grande que hemos compartido en 10 años.

—Necesitamos hablar con Plutarch de esto, ustedes más que nadie merece la mejor boda de todas. Con lo mejor de ambos distritos—Effie limpia sus lágrimas en vano, ahora Finnick y yo tenemos que tranquilizarla.

Ella sigue hablando con mi padre y la familia Everdeen sobre como descubrió que Finnick y yo estábamos hechos el uno para el otro. De pronto gira hacia la mamá de Katniss y se levanta rápidamente de su asiento.

—Tengo una idea, debemos de tener todo listo lo más rápido—la voz chillona y el acento del Capitolio está cada vez más presente.—Vestido, zapatos, comida... vamos señora Everdeen.

Mucha alegría se hace cada vez más presente en nuestra mesa y contagia a los que están a nuestro alrededor, cuando Finnick me avisa que podemos ir con Johanna a contarle, alguien toca mi hombro. Es Annie Cresta.

Pasamos mucho tiempo hablando sobre muchas cosas, me es inevitable pedirle disculpas.

—Sé lo mucho que significas para Finnick...— ella me da un abrazó y niega.

—Te aseguro que nada es más importante que su felicidad, lo conozco... tu lo salvaste y él a mí. — ella toma mis manos y las aprieta ligeramente. —Debo de agradecerte, su felicidad es la esperanza que nos ha traído hasta acá, y no solo me refiero a este Distrito, sino a lo que sucede en el resto de Panem.

Por primera vez soy consciente de la magnitud y el efecto de nuestras acciones, siempre creí que debía de proteger a James, Finnick, Peeta y Katniss, pero con cada acción le demostraba a Snow que somos algo más, que importamos y no estaremos con el temor de su mandato...

Entiendo la idea de Effie. Nuestro matrimonio llegará a sus oídos. Todo encaja, le demostraremos que por más que lo intento, no pudo separarnos y a Panem podemos darle este mensaje: podemos ser felices sin el Capitolio.

Después de dejar a Annie, camino rumbo a la enfermería donde Finnick me espera. Ahí se encuentra una amiga, Johanna Mason.

—Creí no volver a ver ese brillo otra vez Lía— dice ella, aun esta débil y su cabello apenas se vuelve a notar.— Algo ha sucedido...

—Amelia y yo vamos a casarnos...— ella esboza una sonrisa, pero no puedo descifrar si la morflina ha actuado aún más.

—Ya era hora...—dice ella dando unos aplausos. Es su manera de decir ''felicidades, me alegro por ustedes''—¿podré ser tu dama de honor?¿Quién llevará a Lia al altar? ¿su padre, su hermano?¿Haymitch?

—Personalmente prefiero a Haymitch...—le doy un golpe a Finnick y suelta una carcajada— lo considero mi padre también.

—Pues el estará encantado de llevar al ''pavorreal'', así te dice después de todo— imito la pose que toma Haymitch cuando habla de Finnick que parece hacer reír a Johanna.

—Lo digo en serio, yo misma puedo dar un discurso de dama de honor...—ella finge levantar una copa.—Cuando me enteré de Finnick y Lia yo estaba muy ebria en una ridícula fiesta, después fui al baño y... ¡ups! No querrán saber lo que ví...

—¡No se te ocurra!— una enfermera tiene que indicarnos que debíamos de guardar silencio pero se extraña al ver un cambio de humor en Johanna. Nos despedimos de ella poco después, pronto tendrá una sesión con el doctor pero ella lo ha llamado ''pérdida de tiempo''.

—¡Nombren a su hija Johanna Amelie!— reímos antes de que cierren la cortina y caminamos a realizar nuestras tareas diarias por el distrito.

—Aunque el nombre que sugirió es lindo...—Finnick toma mi mano mientras nos dirigimos a nuestra habitación, no había visto a James o mi padre en la cena y la familia Everdeen estaba muy ocupada en la enfermería.

—Recién me pides matrimonio ¿y ya quieres hijos? —le pregunto sorprendida. El ladea la cabeza y me regala una sonrisa.

—Yo nunca dije cuando... pero si insistes...—a continuación comienza a perseguirme hasta que llegamos a nuestro cuarto, en el camino la gente nos mira extrañados pero también nos regalan una sonrisa.

Apenas llegamos a nuestro cuarto y James nos interrumpe, atrás de él viene mi padre.

—No tuvimos tiempo de felicitarlos...—se esfuerzan por decirlo. Prácticamente este tiempo en el 13 nos ha ayudado en reconectarnos y sanar como familia, y hasta hace poco se enteraron de Finnick.

Los invitamos a pasar y Finnick les da la mano.

—Amelia me contó sobre ustedes...lo bueno y lo malo— Finnick entrelaza su mano con la mía. James asiente cuidadosamente. —Este tiempo en el distrito nos ha servido a todos para conocernos...espero que todo este bien entre ustedes y ella, porque bueno... su felicidad lo es todo para mí.

—Nosotros no sabíamos de ti, aún y cuando vivíamos en el 12, Amelia no hablaba con nosotros y entiendo sus motivos...—James no puede continuar porque la mano de mi papá lo frena.

—Fue nuestra culpa, no debimos de dejarla sola.— tomó un suspiro profundo.—Nunca perdonaré que los rumores y el miedo nos hiciera lastimarte... eras solo una niña...nosotros cobardes y egoístas. Espero Amelia que puedas perdonarnos, a tu madre y a mí...

—Yo...—mi voz se quiebra en recordar todas esas veces que trataba de acercarme a ellos.— ¿por eso estamos aquí no? Para sanar día con día, créeme, papá... hago todo mi esfuerzo.

—Lo sé Amy, yo también trato de recuperar todo el tiempo y remendar mi error...— posa su mano con la de Finnick y la mía.— Me alegra que a pesar de todo hayas encontrado a alguien que ha sabido tratarte tal y como lo mereces desde el primer momento, tu madre anhelaba ver a sus hijos formando su familia a pesar de las circunstancias... si me lo permites, me gustaría formar parte de tu vida...

—Y lo harás...—limpió lágrimas en su mejilla y por primera vez en mucho tiempo, vuelvo a sentir una conexión con mi padre.

Fue una tarde muy emotiva, por un breve momento pude cumplir el sueño que tuve de niña. Una familia, sin preocupaciones, sin temor.

Cuando nos despedimos de mi padre y mi hermano un anuncio se proyectó en nuestra habitación. Vemos a Katniss en el Distrito 2, mucha gente a su alrededor... ella parece hablas con alguien que le apunta con un arma en la cara.

Hay mucha tensión en ese lugar. Aquel tipo parece cambiar de parecer y de pronto la imagen cambia.

El mensaje que da Katniss es claro.

—¡Tomen sus armas contra Snow! — me acerco a la pantalla, logro distinguir su rostro antes de caer al suelo.

Finnick me toma en brazos y deja que me desahogue.

Era un día muy bonito para ser real.



AMELIA | THGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora