Capítulo 30: EN LAS TAQUILLAS

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Intenté secarme las lágrimas para poder seguir hablando con Christian. Me dolía la cabeza de tanto llorar. Necesitaba a alguien. Lo necesitaba a él. Pero en el fondo sabía que eso no sería posible en estos momentos.

Corrí mucho el riesgo el viernes al estar con él y no se podía volver a repetir. Aunque me doliera tanto solo de pensarlo, ahora era lo mejor. Nunca me perdonaría ponerlo en peligro.

Estaba empezando a entender que él era una parte de mi y que no podía vivir sin él. Aunque eso me hiciera vulnerable ante él. Sé que él me quiere y me lo demuestra siempre.

Antes tenía muchas dudas pero ahora con todo lo que me acababa de contar sabía que podía confiar en él.

Su primer te quiero me demostró una parte, pero aún quería que me demostrara más cosas. Y me las ha demostrado sin yo decirle nada. Lo amo tanto.

Ya más calmada, seguí hablando con él. Creo que notó que me encontraba mal por mi voz después de haber estado llorando unos minutos. No me dijo nada, pero estuvo hablando conmigo normal y en momentos, haciéndome reír.

Estaba muy feliz, con él se me había olvidado todo lo demás. Todo el mal a mi alrededor, había desaparecido. Con él solo éramos él y yo. Lo demás ya no existía.

Dejamos de hablar dos horas después. Quería verlo, quería romper todas las reglas ahora mismo y verlo, pero no podía. El había sacado el tema una vez, pero me negué instantáneamente.

No iba a perderlo y menos por mi culpa.

.....

—Becket, ¿qué pasa? —pregunté viendo como se había formado un corrillo de gente alrededor de mi taquilla.

—No sé, acabo de llegar —me respondió igual de confundida que yo.

Nos acercamos poco a poco hasta quedar detrás de la gente.

Con ellos no se podía ver nada.

—Eh, ¿qué está pasando? —les pregunté al corrillo de gente para que nos dejaran pasar.

—Míralo por ti misma —me dijo Mike preocupado abriéndonos paso entre la gente.

Veía las caras de preocupación a mi alrededor. Lo que fuera que sea lo que hay delante de toda esta gente tenía que ser algo muy grave. También veía a gente llorando. ¿Pero qué estaba pasando?

Por poco se me para el corazón al ver lo que tenía delante. Escuché el grito de Becket a mi lado y me quedé boquiabierta. ¿Qué era todo esto?

Miré a Mike esperando que fuera una broma. Él me miró muy preocupado y sin poder pronunciar ni una sola palabra. Se le veía destrozado.

Mi taquilla estaba justo detrás. Estábamos todos quietos como inmovilizados sin saber qué hacer. Mirando fijamente lo que teníamos delante.

—¡¿Qué hacéis todos aquí en vez de estar en clase?! —entró gritando la directora.

Solo unos cuantos se giraron hacia ella, los demás estábamos como hipnotizados. Ninguno podía creer lo que veía ante sus ojos.

—¡Dios mío! —exclamó la directora por fin entendiendo porque estábamos todos aquí en vez de estar en clase.

Después, todo sucedió tan rápido, no sabía ni lo que estaba pasando a mi alrededor. Becket me cogió del brazo alejándome de allí y yendo hacia fuera del Instituto.

—¡¿Qué coño era eso?! —le pregunté a mi amiga empezando a alterarme.

—Baja la voz, vamos a un sitio más tranquilo. Aquí nos pueden oír —me contestó dirigiéndose lejos del Instituto.

Deja que cuide de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora