Por segunda vez en pocos días, estaba llegando otra vez a la parte de las taquillas.La directora se había ido hace nada. La había visto salir del Instituto antes de poder ni siquiera dirigirme a su despacho.
Recién empezaba mi plan y ya me estaba resultando muy fácil. Lo cual me asustaba, pero sabía que no me iba a pasar nada. No había nadie, ni iba a haber nadie en el Instituto a esa hora.
Así que podía relajarme, lo que no podía era descartar para nada el estar alerta de vez en cuando.
Con mucho cuidado, hice el mismo procedimiento que el otro día para entrar a las taquillas.
Sólo tenía que dejar la foto e irme. No había más. Esta vez no era tan complicado, así que no tardaría casi nada en salir de aquí.
Estaba casi enfrente de mi taquilla. Pero me paré al instante de recordar aquella imagen.
Se me había generado un trauma o algo así, porque era llegar aquí y siempre me pasaba.
Notaba escalofríos por todo mi cuerpo.
—Solo era dejar una foto, nada más —pensé para darme ánimos y poder seguir hacia delante.
Una vez calmada, me acerqué unos pasos para poder abrir mi taquilla.
Observé la foto por última vez antes de dejarla. Tenía miedo de que Christian no me creyese, y lo que quería era irme como si nada sin dejar la foto. Pero, sabía muy bien las consecuencias y entonces preferí mil veces quedarme. En verdad, no me quedaba otra si quería que Christian siguiese con vida.
Quería dejar la foto, estuve unos minutos sin poder dejarla. Mi mente me estaba jugando una mala pasada y me entraron unas ganas tremendas de llorar.
Estaba recordando mis primeros días con Christian. Nuestro primer beso, nuestra primera cita, cuando me invitó a su casa, cuando me pidió salir en el momento más inesperado, su primer te quiero, nuestro primer abrazo.......
Eran tantos los recuerdos con él en tan poco tiempo, que se me hacía muy difícil soltar la foto dentro de mi taquilla.
Me temblaban las piernas y las manos. Estaba a punto de meter la foto dentro. A punto de lograr mi plan.
—Venga Kathy, tú puedes —me intenté animar dejando a un lado a Christian y a mis pensamientos.
Por fin decidida, la metí rápidamente dentro de mi taquilla. Me sentía fatal y sabía que esto cambiaría mi vida otra vez.
Pero por más que lo pensaba, en mi interior sabía que no había escapatoria de esto y que lo iba a tener que hacer si o si.
Aunque sintiera mi corazón roto, aunque me sintiera desvanecer y aunque mis piernas y manos temblaban sin parar. Prefería eso, a sentirme sin vida por haber perdido al chico que más amo en este mundo.
Así que ya estaba todo hecho. Ahora sólo tenía que largarme de aquí.
—Katherine Johnson —dijo una voz grave detrás de mí, dejándome totalmente perpleja y paralizada.
No me moví ni un milímetro, ni siquiera me di la vuelta para ver quién era. Ahora mismo sólo estaba quieta en el sitio, sin poder creer mi mala suerte.
¿El universo o quién esté allá arriba no tenía suficiente con que mi corazón estuviese mal por dentro?
—Puedes darte la vuelta, señorita Johnson —me llamó de nuevo el hombre que estaba detrás mía.
Intenté tranquilizarme y hacerle caso. Gire mis piernas y mis pies lentamente para ver antes quién era la persona que no paraba de llamarme.
Sentía un miedo porque fuera el anónimo que nos enviaba mensajes a Becket y a mí. Y que venía a recoger la foto, o peor aún, a matarme.
![](https://img.wattpad.com/cover/253268612-288-k372138.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Deja que cuide de ti
Fiksi Remaja¿Qué es lo que harías si alguien totalmente desconocido cogiera las riendas de tu vida? ¿O si alguien anónimo empezara a mandarte mensajes y cartas en plan psicópata? Yo, Katherine Johnson, aún no tengo ni idea de qué hacer. Y mi mejor amiga, Becke...