❤¡¡3/4 PARTE DEL FINAL!!❤
Jayden
Thomas nos estaba mirando con desconfianza. Es verdad que no nos conocíamos, pero pensaba que la habían puesto al corriente de todo. Ya veo que no.
Le indiqué a Caroline con la mirada que fuera sincera con él. No estábamos aquí para perder el tiempo.
—Mira, señor Wilson, tenemos información del asesino de Brittany, y nuestras hijas están en peligro. O nos deja pasar, o pasamos por nuestra cuenta.
Eso llamó su atención. Y por fin se puso a mirarnos de otra forma.
—Pasad —nos invitó entrando él primero—. Haber empezado por ahí, llevamos días intentando encontrar a su asesino. Y por desgracia, no le hemos podido seguir la pista. La persona a la que nos enfrentamos es muy inteligente. No sé cómo lo hará, pero no deja ningún tipo de rastro.
—Sí, le entendemos a la perfección, lo conocemos bastante bien —comenté recordando cosas del pasado.
—¿Conocéis al asesino? —preguntó más animado.
—Es una historia muy larga, creíamos que usted ya sabría algo.
—Últimamente lo llevan todo mis chicos, yo ahora mismo solo estoy trabajando en el caso de Brittany —nos informó entrando en una habitación muy grande con muchos trabajadores.
—Es por aquí —nos indicó yendo todo recto.
Al haber trabajado ya aquí unos años, no me impresionaba mucho lo que veía. Pero sí que habían cambiado algunas cosas.
—Caroline, ¿te acuerdas? —cuestioné señalando las mesas dónde trabajábamos nosotras con nuestros compañeros.
—Nunca me olvidaría de algo así —soltó sonriendo con nostalgia.
Se me vinieron todos los recuerdos de golpe. Todos los buenos y malos momentos. Habían más malos que buenos, al fin y al cabo ser agente del FBI no fue nada fácil. Pero, valió la pena vivir todos esos momentos.
Entramos en otra sala, esta era súper larga, con una mesa casi tan larga como la habitación. Y ahí cuando los vi fue cuando casi me dio por llorar.
Jayden, compórtate, ya no estamos en el Instituto.
El primero que levantó la mirada fue Marc. Jack y Ross estaban con la vista fija en unos papeles. Suponía que estaban investigando un caso.
Marc se quedó muy sorprendido al vernos, pero segundos después, recobró su compostura y nos enseñó esa sonrisa que le había hecho ganar tanta fama de jóvenes.
—¡Nuestras agentes favoritas han vuelto! —exclamó Marc la mar de contento.
Nada más que dijo eso, Jack y Ross levantaron la vista y se fijaron en nosotras sorprendidos.
—¿Por qué os quedáis así? ¿No vais a decir nada? —pregunté al ver que no eran capaces de soltar ni una sola palabra.
A Jack se le escapó la risa y se acercó a nosotras.
—Pensábamos que no volverían nunca.
Ross también se dirigió hasta nosotras.
—Por cierto, seguís estando igual de guapas que siempre. No habéis cambiado nada —nos dijo y nos guiñó un ojo coqueto.
—Veo que tú tampoco has cambiado nada, Ross. Solo te ha faltado pedir nuestros números —soltó Caroline haciéndolo reír.
Todos nos reímos y fue como si el tiempo no hubiese pasado. Fue como si todavía siguiéramos trabajando juntos.
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Deja que cuide de ti
Genç Kurgu¿Qué es lo que harías si alguien totalmente desconocido cogiera las riendas de tu vida? ¿O si alguien anónimo empezara a mandarte mensajes y cartas en plan psicópata? Yo, Katherine Johnson, aún no tengo ni idea de qué hacer. Y mi mejor amiga, Becke...