Mierda me está llamando.Observo el nombre de Christian en la pantalla de mi móvil sin saber qué hacer. Justo Becket se acaba de ir. Menos mal que al menos me dió algunos consejos. También me dijo que tuviera paciencia, ¿pero cómo voy a tener paciencia si me está llamando y estoy de los nervios? No sé si decirle de una vez por todas que me suelte sus sentimientos como yo los solté ayer.
—Joder, ¿qué coño hago? —pienso para mis adentros sin contestar la llamada aún.
Vale, pues tendré que cogerlo antes de que deje de sonar. Porque en verdad quiero hablar con él pero estoy ahora mismo muy nerviosa.
Le cojo la llamada a Christian con todos los nervios en mi interior. Y también en mi exterior, tengo el pelo de gallina ahora mismo. Dejo que me salude primero por los nervios.
Kathy relájate, solo es una llamada. Ojalá esto fuera más sencillo.
—¿Aló? —escuché decir a Christian desde la otra línea—. ¿Kathy? —vuelve a preguntar porque no le contesto.
Vale, ya estoy preparada. Voy a contestar.
—Hola Christian, ¿qué tal? —le digo intentando parecer lo más normal posible.
—¡Hola Kathy! ¿Estás bien? Te noto un poco rara —me dice él y veo que mi intento de parecer normal ha resultado un fracaso.
—Será desde la otra línea de teléfono, yo estoy fenomenal —le miento porque si no esto puede acabar muy mal. Probablemente acabe mal.
—Me alegra oír eso —me contestó él muy contento y yo muriéndome de vergüenza.
—¿Y qué era lo que querías decirme? —le pregunté sin entender porque me ha llamado.
—Oh, nada, solo era para charlar un poco. ¿Si te parece bien? —me responde muy tranquilo como si yo no estuviera súper nerviosa ahora mismo por culpa de él.
—No, claro que me parece bien —le contesto eso aunque no sea verdad en estos momentos.
—¿No estabas ocupada, no? —me pregunta como siempre tan mono preocupándose por mi.
—No, no, tranquilo —le respondo porque sí que es verdad que no estaba ocupada.
—¿Y te gustaría que te hiciera compañía? —me pregunta pillandome totalmente de sorpresa.
¿Cómo que si me hace compañía? Sabía que esto acabaría mal pero no tanto. ¿Y ahora qué le respondo?
—¿Quieres quedar en algún sitio? —pregunté a ver si es eso, tampoco quiero que venga a mi casa. Aún es pronto para eso, ¿no?
—¿Quieres que te recoja y vayamos a mi casa? —me responde con otra pregunta más que me hace dudar mucho si ir o no.
Yo sinceramente no entiendo nada. Le voy a escribir a Becket al menos.
—¿Puedes darme un segundo, Christian? — le pregunto aunque no creo que le importe.
—Por supuesto— me contesta desde el otro lado sin ningún problema.
Voy a mensajes y encuentro el chat de Becket el segundo. Lo abro y le escribo lo siguiente: ¿¿¿Q hacer cuando t invitan a su ksa??? Pd=Christian. :(
—Ya estoy, Christian, ¿qué me decías? —le pregunté de nuevo para ganar tiempo aunque sé perfectamente que es lo que me ha dicho.
—¿Quieres que te recoja dentro de un rato para ir a mi casa? —me pregunta de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Deja que cuide de ti
Roman pour Adolescents¿Qué es lo que harías si alguien totalmente desconocido cogiera las riendas de tu vida? ¿O si alguien anónimo empezara a mandarte mensajes y cartas en plan psicópata? Yo, Katherine Johnson, aún no tengo ni idea de qué hacer. Y mi mejor amiga, Becke...