—Si él tiene información, vas a tener que ir. Podría ayudarnos a encontrar al de los mensajes —me dijo desesperada por tener esa información.—Pero, ¿y si le pasa algo? —le pregunté asustada.
—Habrá que arriesgarse. ¿Y si sabe quién es?, ¿y si tenemos una oportunidad de ir nosotras a por él? Podríamos ganar y acabar con todo esto —me contestó incitando a que dejase de preocuparme.
—¿Estás segura? —pregunté intentando pensar en positivo y en qué no iba a pasar nada.
—Sí —respondí muy segura e ilusionada.
Era como si de repente le hubiesen inyectado motivación en las venas.
—¿Muy segura? —le pregunté nerviosa.
—Segurísima —me contestó animada.
—Okay, le mandaré un mensaje para concretar una hora y un lugar privado para encontrarnos.
—Está bien —contestó mi amiga satisfecha.
—¿Y tú qué harás mañana? —cuestioné con curiosidad.
—Quedaré con algún chico o con Charlotte y Mike —me informó despertando mis alertas.
—¡No vayas con Mike! —grité asustada.
Yo quería confiar en Mike, pero el interrogatorio me hizo cuestionarme muchas cosas, y una de ellas se repetía fuertemente en mi cabeza: “¿Conocemos tan bien a Mike?”
Tampoco le estaba dando la razón al agente, Mike era imposible que hubiese matado a alguien, pero a lo mejor si estaba implicado en algo.
O eso quería yo pensar.
Tenía mucho miedo. Sobre todo por el de los mensajes, si los del FBI sospechaban de mí, me podían investigar a fondo y descubrir quién era el de los mensajes e ir tras él.
Y seguro que antes nos mataba a mí y a Becket. Así que solo podía esperar a que no me investigasen mucho.
De verdad que estaba asustada, pero lo que más me preocupaba no eran yo y mis miedos, era Christian, mañana también podía pasarle algo malo a él.
Mañana sería un día complicado. Aunque ya todos eran complicados, presenciaba que el día de mañana iba a ser mucho peor.
—¡Lo único bueno era que volvería a ver a Christian! —pensé con los latidos de mi corazón acelerándose.
También estaba nerviosa por ello, tenía que pensar muy bien qué ropa ponerme y no distraerme con su belleza.
—Kathy, ¿por qué no podía ir con Mike? —me interrogó Becket muy confusa y perdida.
—Te lo explicaré todo, tú solo no vayas con él —le expliqué un poco angustiada por todo.
—¿Okay? —respondió sin entender absolutamente nada.
Terminamos la llamada poco después, yo aún tenía que pensar en muchas cosas. Y sentía que se me acumulaban las cosas: Christian, el de los mensajes, Mike, el FBI.....
Ahora tendría que ir con ojo y con mucho más cuidado que antes.
Ni el lado bueno (FBI, Christian), ni el lado malo (el de los mensajes, ¿Mike?), podía enterarse de los pasos que seguía y lo que hacía.
Cualquiera de todos ellos lo acabarían haciendo mal y con alguien más muerto. Era hora de sacar mi lado más maligno y derrotar al de los mensajes.
Pero antes, tenía que apartar al lado bueno de esto. Tanto Christian, como el FBI, se tenían que mantener muy alejados.
Joder, nunca había estado más decidida en mi vida. Podría haber pensado así desde mucho antes. Justo cuando me daba todo en la cara me decidía.
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Deja que cuide de ti
Ficção Adolescente¿Qué es lo que harías si alguien totalmente desconocido cogiera las riendas de tu vida? ¿O si alguien anónimo empezara a mandarte mensajes y cartas en plan psicópata? Yo, Katherine Johnson, aún no tengo ni idea de qué hacer. Y mi mejor amiga, Becke...