Deja que cuide de ti

Capítulo 33: ME DUELE NO ESTAR A TU LADO

Kathy

Siempre que quería tener un día tranquilo, pasaba algo para que fuera todo, menos tranquilo. Me sentía agotada tanto físicamente como mentalmente.

Poco a poco se me sumaban más cosas por las que afrontar y seguir hacia delante.

Pero, yo no podía más. Solamente pedía un respiro. Solo eso. Y justo en el momento menos inesperado, Christian me decía que teníamos que hablar.

Sabía que ninguno de los dos estaba bien. Nos sentíamos mal por el otro y no sabíamos qué hacer. Pero yo no había querido coger el teléfono en todo el día. No por él, si no por mí. Lo necesitaba, necesitaba alejarme de todo y centrarme solamente en mi.

—¿Por qué me resultaba tan complicado? —pensé creyendo que había hecho algo malo en mi vida.

Tampoco decía que no tuviésemos que hablar. Ayer me negué y era probable que surgiera el tema otra vez. Y más cuando seguramente me había estado llamando y yo le había estado ignorando completamente.

El pobre tenía que estar muy preocupado. Pero yo no quería hablar con él sobre cómo lo estaba pasando. No quería que se preocupara aún más. Sabía que en estos momentos si no fuera por mí, haría lo que fuera para verme. Y tenía que impedir eso como me fuera posible.

Tenía que dejar mis sentimientos a un lado y concentrarme en que él estaba en peligro. En que podía pasarle cualquier cosa por mi culpa.

Deje lo que estaba pensando para ir a coger mi móvil y prepararme en cuanto me llamara.

Sabía que no tardaría en sonar si no lo llamaba yo. Pero estaba muy nerviosa para llamarlo y tenía que pensar muy bien lo que le iba a decir.

Tenía que parecer tranquila y apaciguada. Aunque eso era lo más difícil. Ya que él conocía muy bien cómo me sentía nada más escuchar mi voz o nada más mirarme.

Como me esperaba, unos minutos más tarde, empezó a sonar mi teléfono. Lo cogí con las manos y los dedos temblando por los nervios. No me hizo falta mirar quien era. Ya lo sabía perfectamente.

—Hola —le saludé nerviosa por su reacción.

—Hola —me saludó él en un tono serio.

—Perdón por no haberte cogido antes, pero estaba un poco desconectada del móvil —le aclaré intentando parecer normal y que no se preocupara por mí.

Quería que pensara que había sido un despiste y convencerle de que estaba bien y no me pasaba nada. Era totalmente mentira pero tenía que intentar que no sospechara. Aunque fuera muy complicado con él.

—Kathy, habla —me dijo aún con un tono serio.

Ese tono me daba escalofríos, era un tono de voz muy intimidante. Menos mal que no estábamos cara a cara. Ahí me sería imposible mentir.

—¿Qué hable el qué? —le pregunté sin entender. No sabía muy bien qué era lo que quería que le dijera, pero esperaba que no fuese decir la verdad.

—Que me cuentes que has estado haciendo cuando no estabas con el móvil —me contestó con ese tono tan serio que estaba utilizando todo el rato conmigo.

Quería quitarle esa voz y volverla a cuando me decía hermosa o te quiero. No me gustaba que me hablara así.

—He estado haciendo mis cosas y tú me has interrumpido. Estoy bien Christian —le dije intentando que mi voz sonase normal y tranquila.

Quería que se metiera en la cabeza de una vez por todas que estaba bien y que no me pasaba nada. Aunque no fuera verdad.

—Kathy, deja de mentir y dime qué es lo que está pasando por esa cabecita tuya que te hace sentir mal —me dijo por fin quitando ese tono tan serio.