Cap. 08 - No hables de lo que no sabes

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Notaba como mis manos todavía temblaban un poco cuando me detuve así que apoyé la espalda contra el árbol más cercano y me dejé caer hasta sentarme en el suelo.

Estuve cerca de una hora intentando relajarme, caminando de un árbol a otro, pero no lo había conseguido del todo. Esos fragmentos de imágenes seguían apareciendo en mi cabeza aunque intentaba alejarlos.

Cerré los ojos y empecé a inhalar y exhalar profundamente, intentando que la calma me llegara, hasta que esa tranquilidad me envolvió con demasiada rapidez.

Abrí los ojos sorprendida y vi a Esme con el único Cullen que todavía no conocía a un par de metros de mí. La matriarca de la familia apoyó la mano sobre el hombro del chico y le sonrió, antes de que éste se diera media vuelta y volviera a la casa.

–Jasper puede influir en las emociones. – Me comentó la vampira sentándose a mi lado. – Lo lamento, pero le pedí que te ayudara a tranquilizarte porque he pensado que te vendría bien.

–Gracias, lo necesitaba. – Susurré, apoyando la cabeza contra el tronco y mirando la casa un poco más adelante entre los árboles.

Flashback.

–Leah, antes de que hablemos de lo que sea que quieres hablar conmigo, sería mejor para todos que te tranquilizaras, por favor. – Le dije al estar frente a frente con ella, fuera de la casa de los Cullen.

Leah temblaba ligeramente y lo que más me preocupaba no era que se transformara y me intentara atacar, sino que eso traería malas consecuencias para ella misma.

–Apareces aquí de la nada, entrando justamente en nuestro territorio y diciendo que llevas semanas en tu forma animal, haciendo que Jacob vuelva a recordar cuando él huyó de su vida y pasó por algo así. – Leah dio un par de pasos más hacia mí mientras hablaba, pero me mantuve en mi lugar. – Te informa de lo que está pasando, te pone al día y ¿ni te dignas a contarle porqué estás aquí? ¿Qué pasa contigo?

–No es un tema para hablar cuando muchas personas están escuchando. – Gruñí sin poder evitarlo. – A nadie le importa lo que me haya traído hasta aquí, Leah.

–Claro que a todos les interesa, lo que pasa es que la cosa que está creciendo dentro de Bella y el posible ataque de la manada de Sam es algo que importa más en estos momentos.

–Es un bebé, Leah, y tú tan bien como yo deberías entender que Bella desee tenerlo a pesar de que los demás piensen que pueda ser algo peligroso. – Le corregí, cayendo en la cuenta de una de las cosas que podría estar molestando a la loba. – Encontrarás a alguien, pero no cuando te estás dando por vencida, ¿sabes?

–No hables de lo que no sabes, Alexa. – Gruñó Leah. – Lo encontré, estábamos enamorados, pero él se imprimó de otra y luego tuve que ser la ex novia que no se quita de encima porque me convertí también. Ser la única mujer en la manada ha sido mi tormento y nunca lo entenderás.

–¿¡Crees que tu vida como única loba de la manada ha sido un tormento!? – Exclamé molesta, dejando de querer buscar hablar con ella al sentir el calor que empezaba a envolverme. – ¿¡Crees que estar en la misma manada que tu ex novio es lo peor que puede pasar!? ¡Yo también era la única mujer de mi manada hasta que tuve que huir de allí! ¡Huí de algo mucho peor que estar conectada con un ex! Por eso estoy tan aliviada de haber encontrado a Jacob, de haber encontrado el motivo perfecto para no tener que dudar de mi destino.

–Pues menudo destino, que te entrega como alma gemela a alguien que no quería encontrar a su impronta porque está enamorado de otra.

Si había algo en la historia de Jacob y Bella que no me cuadraba, Leah acababa de soltármelo. Pero eso no era lo que me tenía temblando, eran los fragmentos de recuerdos que habían ido apareciendo en mi mente como flashes al recordar porqué salí huyendo, dejando a mi familia, a la manada y toda mi vida atrás.

–Prefiero eso a tener que volver. – Le dije entre dientes antes de salir casi corriendo.

Jacob apareció entre los árboles justo hacia donde me dirigía y vino preocupado hacia mí al verme.

–¡Alexa! ¿¡Qué te ha dicho Leah!?

Me aparté cuando intentó agarrar mi mano y me separé de él. Ese gesto de mi parte le hizo daño, lo vi en su mirada, pero notaba que en cualquier momento podría transformarme y prefería estar sola para relajarme. Aunque una parte de mi sabía que él tendría facilidad para ayudarme a calmarme.

–Solo... Solo necesito estar sola, Jake. – Dije como pude antes de ir hacia los árboles.

Fin flashback.

Alejar a Jacob había sido un error, fue algo que también fue un poco doloroso para mí. Tal vez hubiera sido mejor que él me abrazara en lugar de que un vampiro usara su don para calmarme, pero no era el momento de arrepentirse de ello.

¿Y si entonces hubiera bajado la guardia? ¿Si le hubiera contado algo que todavía no podía soportar ver en mis recuerdos? No quería saber como habría reaccionado yo misma, porque en apenas un par de minutos me había imaginado llorando, transformándome, haciendo daño... No, no estaba lista para enfrentarme a esa parte tan reciente de mi pasado.

Así que ni que decir de Jacob cuando me atreviera a revivirlo en voz alta, al contárselo... Si es que era yo la que se lo contaba.

–Supongo que Edward habrá visto algo de lo que me pasó en mi mente. – Susurré intentando apartar esas imágenes de mis pensamientos.

–Si es así no nos ha dicho nada. – Me dijo Esme y la miré sorprendida, viendo su amable sonrisa. – Después de todo es tu historia. Eres tú la que tiene que contarlo cuando estés lista, no otra persona.

Asentí, sabiendo que eso era lo mejor. Y, como había dicho Esme, debía hacerlo cuando estuviera lista.

De repente, sentí como la pequeña molestia en mi pecho aumentó un poco de intensidad y no pude evitar llevar mi mano sobre mi corazón.

Tenía que ir junto a Jacob. Los primeros días desde que se encontraba a nuestro compañero, mi raza necesitaba estar cerca de éste o al menos tenerlo a la vista cada poco tiempo.

El dolor por el anhelo de nuestro compañero va en aumento conforme pasan las horas y, a pesar de que le había visto hacía una hora, la situación no ayudaba en este caso.

Y no sabía cómo afectaría eso a Jacob.

–¿Cómo está la situación allí? – Le pregunté a Esme, volviendo a mirar hacia la casa.

–Bueno, Jacob se ha enfrentado a Leah por como te había visto y ha estado a punto de transformarse porque pensaba que estabas dolida por enterarte que estuvo enamorado de Bella. Por suerte, Edward ha salido y le ha asegurado que estabas alterada por tu pasado.

Estaba agradecida de que el vampiro lector de mentes no hubiera dicho nada más, aunque no estaba tranquila al pensar que Edward sabía parte de lo que me había pasado.

–Puedes contar con nosotros, Alexa. – Esme se levantó y me sonrió. – Sé que apenas llevas un día aquí, pero es suficiente para saber que eres una maravillosa chica y que tu sitio es este. Y me alegro de que hayas podido sentirte a gusto con nosotros, a pesar de lo que somos y de la situación en la que nos encontramos.

–Estáis siendo muy amables conmigo, Esme, y lo menos que puedo hacer es ayudar. – Me levanté también, devolviéndole la sonrisa antes de ponerme seria y añadir: – Defenderé a Bella, al bebé y a todos vosotros de quien haga falta.

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Holaa, aquí os dejo un nuevo capítulo ☺️

Una de las cosas que tengo claro para esta historia es darle un poco más de presencia a Esme, porque creo que se merece destacar un poco más. Así que tendrá buena relación con Alexa.

Por cierto, ¿qué os ha parecido el capítulo? ¿Qué pensáis de la historia hasta el momento?

Os leo en comentarios, ¡¡hasta pronto!! ☺️☺️

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora