Caí rendida nada más Asher puso en marcha la camioneta, el agotamiento ganando por goleada a las posibles conversaciones que teníamos que mantener.
Regresábamos a Forks tras el corto paso por Corona, una visita que nos había afectado a todos, estaba segura, pero ya no sabía si para bien o para mal.
Mamá nos había observado desde la puerta mientras subíamos al vehículo, ni ella se despidió de nosotros, ni ninguno le dijo nada más que las palabras sarcásticas de Asher: “Enhorabuena por anteponer tu bienestar al de tus hijos, madre.”
En cuanto a la posible colaboración felina, se había quedado en el aire si vendrían a ayudar o no. Leo había remarcado que ellos tenían el deber de proteger Corona, pero aún así quiso saber dónde sería la posible lucha. Asher le escribió en una servilleta nuestra nueva dirección y luego les dije a todos que siempre serían bienvenidos aun si no era en esta ocasión, para poder estar en contacto con ellos. Y era una forma de asegurarles de que había escasas probabilidades de que regresáramos por Corona, por no decir nulas.
Me desperté por el sonido de un móvil, abriendo los ojos tan apenas para poder ver que era Jacob quien estaba al volante y Asher conmigo en el asiento de atrás, profundamente dormido.
–Es Esme. – Le informó Leah a Jacob. – Pondré el altavoz.
–Les despertarás.
–¿De verdad no notas que Alexa acaba de despertarse? Por cierto, Lex, no sé si decirte buenos días o buenas tardes. – Dijo mirando entre los asientos, dedicándome una sonrisa pequeña sonrisa.
–No has respondido a la llamada. – Le dije estirándome intentando no golpear a Asher mientras lo hacía, para después mirar por la ventana comprobando que quedaría poco más de una hora de luz. ¿Tanto había dormido?
Leah respondió justo antes de que pudiera dejar de sonar el teléfono, poniendo el altavoz.
–Hola, Esme, está puesto el altavoz.
–¿Ha pasado algo por ahí? – Preguntó Jacob.
–Todo va bien, es solo que queríamos saber cómo estáis. La llamada de esta mañana no ha sonado del todo bien – Se escucharon voces de fondo. – Esperad, pongo el altavoz.
–Antes no habéis dicho como ha ido con los mininos. – Habló Emmett. – ¿Vienen, no vienen, Alexa se ha cargado a algún otro gatito...?
–Emmett. – Se escuchó decir a Rosalie en advertencia.
–Primero lo importante. – Habló Seth. – Estáis volviendo ya, ¿verdad?
–Sí, Seth, estamos de camino. ¡Si te lo hemos dicho antes! – Exclamó Leah.
–No, Jacob dijo que habíais salido del pueblo y que llamaríais después porque Alexa estaba descansando y Asher no tenía buen aspecto.
–Yo siempre tengo buen aspecto. – Murmuró Asher despertándose.
–Hemos despertado al gatito... – Se escuchó decir a Emmett.
–No sabemos si vendrán a ayudarnos, pero les hemos dejado la dirección de nuestra casa. – Informé tras dar un trago a la botella de agua que Leah nos pasó entre los asientos. – Serán bienvenidos si finalmente aparecen para ayudar, y si no vienen también serán bien recibidos en un futuro.
Se instauró un silencio tras mis palabras que habían salido con cierto tono monótono, un silencio que fue roto por alguien del otro lado de la línea.
–Tía Alexa, ¿cómo te encuentras?
Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro al escuchar a Renesmee, pero no sabía que responder, no estaba segura de cómo me encontraba. Mi mirada se cruzó en el pequeño espejo retrovisor del centro con la mirada de Jacob, y supe la respuesta.
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Garras y Colmillos (Jacob Black)
Fanfiction"𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒 𝑦 𝑎𝑙𝑒́𝑗𝑎𝑡𝑒. 𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑒𝑗𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑎𝑠." Eso fue lo único que me repetía a mí misma mientras me alejaba de mi vida, de mi problema, de mi familia. Hasta que me encontré con él. Siempre pensé que el des...