Cap. 51 - La estancia en Corona

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Leo parecía muy tranquilo considerando todo lo que había pasado. Entrecerré los ojos mirándole seguir arreglando el coche sin tan siquiera preguntarme qué hacía aquí.

–¿Solo vas a decirme eso? – Le pregunté sin poder evitarlo.

–Estaba esperando que me presentaras a tu acompañante. – Dijo encogiéndose de hombros sin levantar la cabeza. – ¿Tu impronta? ¿El qué no existiría?

Su tono de voz tan casual, como si esto fuera algo apenas importante me hizo resoplar divertida. Mi reacción a sus preguntas le hizo levantar la cabeza para mirarme, una pequeña sonrisa había aparecido en su rostro.

–Nos has visto llegar en la camioneta, ¿verdad? – Le pregunté mirando sobre mi hombro hacia la calle antes de mirarle de nuevo.

Leo se enderezó, dejando el destornillador en la caja de herramientas que había a un lado y tomando un trapo para limpiarse, acercándose a nosotros mientras se limpiaba.

–Tus poros gritan "lobo alfa". – Le dijo a Jacob antes de tenderle la mano. – Soy Leo.

–Jacob. – Le correspondió el apretón de manos. – Y los tuyos gritan "jaguar alfa".

–Como los de Lex. – Dijo mirándome. – ¿Fue al plantarle cara a Matthew?

–Fue porque Asher decidió seguirme y apoyarme.

–Mmm el poder del hermano mayor. – Murmuró volviendo a trabajar con el coche. – ¿Te contó que se escudó en hacer tareas del hogar para no ir a patrullar?

–¿Asher limpiando? – Pregunté sorprendida. – Cuando me dijo que haría cualquier cosa por evitar decirle a alguien donde estaba, no me esperaba que fuera capaz de eso.

–Si Asher limpia a veces. – Dijo Jacob extrañado.

–Sí, pero solo cuando Leah está delante. – Le recordé.

–Oye, Lex, me alegro de verte. – Habló Leo centrado de nuevo en su coche. – Pero dudo que fueras a venir de visita casual con todo lo sucedido.

–He venido a hablar con el nuevo alfa, es decir, contigo.

–Desayuno mañana en Tino's, y venid los cuatro. – Dijo levantando la cabeza para mirarme. – Le diré a los chicos que estáis de vuelta, y acompañados.

Jacob y yo nos miramos sorprendidos de como había ido la conversación, pero nos despedimos y nos dimos la vuelta.

–Voy a llevarte a uno de mis lugares favoritos. – Le dije a Jacob cuando estuvimos frente a la casa Summers. – Si mi moto sigue en el garaje, claro.

....

El atardecer se acercaba, el día había terminado más rápido de lo que esperaba.

Había llevado a Jake al pequeño lago artificial que había en la reserva natural, un lago que mis antepasados habían creado para los guardianes y los animales de la zona. Le conté a Jacob la historia que mi padre me contó cuando me llevó por primera vez, y eso me llevó a contarle recuerdos que tenía con él.

Acabábamos de hablar con Seth y Renesmee, y le habíamos terminado prometiendo a la pequeña que jugaríamos al escondite a nuestra vuelta, como habían estado haciendo poco antes de nuestra llamada.

–Este lugar es precioso, y muy tranquilo. – Comentó Jacob cuando nos levantamos de donde habíamos estado sentados, era lo mismo que había dicho al llegar. – Es comprensible que sea uno de tus lugares favoritos.

–Soy la única que venía por aquí, a pensar, a hacer un descanso en mi guardia... Siempre que necesitaba estar sola. – Dije mirando la superficie azul, abrazándome a mí misma. – Venía cuando necesitaba escapar de mi madre, de la incomodidad que sentía cuando Matthew se las arreglaba para quedarnos solos un minuto... El día que me fui de aquí no solo quería estar sola, quise desaparecer por completo de mi vida. Esa vida que los demás estaban construyendo con teorías sin fundamento, sin tener en cuenta mis deseos.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora