Cap. 12 - Sorpresa felina

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–¡¡Alice, Jasper!!

El grito de Edward me sirvió para saber que mis sospechas eran ciertas, venían a atacar ahora que podíamos parecer más vulnerables.

Miré a Seth, que seguía arrodillado mirando a la bebé, si había sucedido esto, significaba que Renesmee no era una amenaza. Además, no podían hacerle daño ahora que era la impronta de uno de ellos.

Pero, ¿tendría la oportunidad de decirlo y detener la batalla que estaba empezando fuera? No, lo dudaba, pero a Seth si que le escucharían. O eso esperaba.

–Cuando se le pase el golpe del despertar de los sentimientos de la imprimación, que salga. Solo él puede pararles. – Le dije a Rosalie, lista para ir hacia la entrada de la casa.

–¡Alexa, espera! – Me llamó Rosalie y me giré para mirarle, viéndola insegura. – Es algo bueno para Renesmee, ¿verdad? ¿Qué Seth...?

Miré a Seth, que empezaba a relajarse y luego a la pequeña Renesmee, que lo miraba intrigada desde los brazos de la vampira.

–Sí, él estará para ella, le protegerá.

Rosalie asintió, más tranquila con mi respuesta, y yo me dirigí rápidamente hacia la batalla que estaba teniendo lugar frente a la casa.

Miré desde la entrada como se enfrentaban por solo un segundo, viendo a todos los Cullen y a Jacob enfrentándose a la otra manada.

–¡Basta, esto ya no es necesario! – Grité desde la puerta, pero con el calor de la lucha ninguno de los lobos pareció hacerme caso, por lo que nadie se detuvo.

Mi mirada fue hacia un lado, por donde llegó Leah en su forma lobuna, nos miramos por un momento antes de asentir.

Leah fue corriendo a ayudar a Alice, mientras que yo empecé a bajar las escaleras, preparándome para cambiar. Jacob instintivamente se movió para situarse entre la batalla y yo, a pesar de que sabía que iba a cambiar y unirme.

Uno de los lobos fue a atacar a Jake, seguro que queriendo aprovechar que me estaba protegiendo, pero yo fui más rápida. De un salto cambié y me situé entre él y Jacob.

¡¡A mi lobo no, chucho!!” Gruñí enseñando los dientes mientras veía la sorpresa en los ojos del lobo.

Los Cullen y Leah se movieron ante la pausa que causó mi llegada y se colocaron a ambos lados de Jacob, para proteger la entrada de la casa cuando se les pasara el shock y quisieran volver a intentar ir a por Renesmee.

Tenéis suerte de que esto ya no sea necesario, porque sino sabríais lo que es bueno.” Gruñí cuando el gran lobo negro, que debía ser Sam se colocó frente a mí, también gruñéndome. “Seth se ha imprimado y ya no podéis tocarle ni un pelo a Renesmee.

Como si mis pensamientos le hubieran invocado, Seth llegó y se colocó a mi lado.

–Esto ya no es necesario, Sam. – Le dijo al alfa mostrándose muy tranquilo.

–Seth se ha imprimado de Renesmee. – Informó Edward a los demás.

–Y si la matáis a ella, me tendréis que matar a mí primero. – Les dijo Seth, mirando a toda la otra manada.

Sam fue a lanzarse sobre Seth, de seguro que no creyendo sus palabras, pero le lancé un zarpazo para detenerle al mismo tiempo que Seth se transformaba. Los otros lobos se prepararon, esperando que su alfa les diera la orden, pero éste solo se colocó frente a mí.

Sobre mi cadáver, chucho.” Gruñí mostrándole los dientes mientras Sam hacía lo mismo sin perderme de vista. “A ver si te atreves a hacerme daño, ignorando nuestras leyes.

Seth se colocó a mi lado, como si fuéramos la primera barrera para los lobos, pero Jacob se colocó a mi otro lado, mirando al lobo negro a los ojos, como si estuvieran conversando.

–Ahora no pueden hacerle daño a Renesmee. – Edward siguió informando a su familia. – Cuando un lobo se imprima de una persona no pueden dañarla. Es su ley más absoluta.

Sam arrastró una pata, en señal de rendición antes de darse la vuelta y marcharse, seguido de los demás lobos de su manada. Aunque me pareció que dos de ellos miraban a Jacob por un momento antes de marcharse.

Me moví contra Jake al mismo tiempo que él hacía lo mismo, necesitando ambos ese contacto para asegurarnos de que todo estaba bien. Y, sin duda, estaba agradecida de que todo hubiera salido bien.

Sentí el hocico de Jacob en mi cuello, pero entonces me giré hacia la casa al escuchar el fuerte latido de un corazón, un corazón luchando por vivir.

¿Es Bella?” Pregunté asombrada mirando a Edward y él asintió, por lo que suspiré más tranquila. Al menos Renesmee podría tener a su madre con ella después de todo.

....

–Muchas gracias por la ropa, Esme. – Le dije saliendo de entre los árboles tras cambiar y vestirme. – Siento haber roto las otras prendas.

Sabía que Jacob y los hermanos Clearwater estaban dando una vuelta por el perímetro, asegurándose de que todo hubiera quedado claro para la otra manada. Mientras, Esme me había sacado más ropa para que pudiera volver a mi forma humana.

–Tranquila, Alexa, no es ningún problema. – Caminé junto a la matriarca de la familia Cullen mientras regresábamos a la casa. – Tu entrada ha sido sorprendente, por cierto.

–Gracias, es una suerte que no se lo esperaran.

–De seguro Alice querrá ir a comprar algo de ropa para celebrar, podrías venir con nosotras y comprarte algunas cosas para ti. – Me sonrió con amabilidad. – Y no te preocupes, correrá de nuestra cuenta.

–No es necesario, Esme, estáis haciendo mucho por mí. – Dije no muy segura de la idea. – Me habéis abierto las puertas de vuestra casa, dándome comida, ropa...

–Nuestra casa es tu casa, Alexa. – Esme colocó una mano sobre mi hombro, sonriéndome todavía con esa amabilidad tan suya. – Todos te apreciamos mucho, no lo olvides nunca. Ya eres como de la familia.

Le sonreí agradecida, ella no lo podía saber, pero sus palabras me habían llegado de verdad al corazón. De cierto modo, desde que había llegado a Forks, sentía como si hubiera encontrado una familia de verdad, personas que me apreciaban por quien era yo.

Por eso no echaba de menos nadie de mi pasado, bueno a casi nadie.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora