Cap. 42 - La nota de Alice

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La noche había caído sobre Forks hacía algunas horas, pero todas las luces aún estaban encendidas en la casa de los Cullen.

Al amanecer saldrían a la búsqueda de los testigos, amigos y conocidos de la familia. Vampiros que vendrían a Forks si aceptaban ayudar, la mayoría de ojos rojos. Eso nos tenía un poco preocupados a Jacob y a mí, pero Carlisle estaba seguro de que no cazarían por la zona.

Jake, Asher y Leah habían vuelto a la Reserva, les había insistido en que fueran a descansar y que yo me quedaría aquí por si acaso. Era mi forma de darle el relevo a Seth como conexión de los Cullen y las manadas, para que así el chico pudiera dormir.

Seth se iría junto a Renesmee, Bella y Edward a convencer al otro clan vampiro de ojos dorados que existía, justo de donde era la vampira que les había delatado erróneamente a los Vulturi. Esperaba que ellos se pararan a escucharles, al contrario que la tal Irina.

–Alexa. – Me llamó Renesmee con voz somnolienta, atrayendo mi atención ya que pensaba que estaba dormida. – ¿Tú y Jacob estaréis aquí cuando volvamos?

Estábamos en el salón, me encontraba sentada en el sofá con la pequeña recostada con la cabeza sobre mis piernas. Tarareaba un poco distraída pensando en todo lo que se venía hasta que me hizo esa pregunta.

–Por supuesto, nos quedamos a proteger el fuerte mientras estáis fuera. – Respondí en un susurro acariciando su cabello castaño.

–Bien, quiero que estés aquí cuando vuelva. – Murmuró con una pequeña sonrisa antes de dormirse del todo.

Levanté la cabeza para mirar hacia la entrada al notar que nos observaban, ahí estaba Bella con la mirada puesta en su hija, la mirada de una madre preocupada.

Habían hecho un par de turnos de salida para ir a alimentarse antes de sus viajes, Bella había salido en el primero junto a Edward, Rose y Emmett.

Esme había aprovechado eso para prepararnos algo de cena, como tenía pensado antes de que Alice tuviera esa visión que nos había llevado a la actual situación de amenaza. Porque eso era lo que estaba pasando, una amenaza para Renesmee, como si la primera antes siquiera de que naciera no había sido suficiente.

–Que tenga que pasar por todo esto... – Gruñó con rabia Bella. – A veces me gustaría poder darle una vida un poco más normal.

–Le estáis dando una vida llena de amor y cariño, eso es mucho mejor. – Le dije con tranquilidad, esperando que eso le ayudara.

–Pero su vida corre peligro. – Murmuró caminando hacia nosotras. – Tal vez los testigos ayuden a poder demostrar que no es una niña inmortal, pero también está el que no se sepa nada sobre...

–Entonces les demostraremos que no será una amenaza para la existencia oculta de los vampiros. – Dije muy segura, mirando a la pequeña durmiendo para después mirar hacia Seth, quien estaba durmiendo acurrucado en uno de los sillones. – Y si con todo ello siguen queriendo hacerle daño, la protegeremos.

....

El amanecer se abría paso, llenando de nuevo la casa Cullen de movimiento. Bella había despertado a Renesmee para que se prepara para el viaje, por lo que yo ahora estaba sentada tomándome un vaso de zumo mientras observaba como terminaban de prepararse.

Jake estaba sentado a mi lado, también con un vaso delante de él. Había llegado poco después de mi conversación con Bella porque le era imposible dormir conmigo lejos. Había sonreído por ello, porque yo también me había acostumbrado a solo dormir si estábamos en la misma habitación.

No había conseguido convencerle de hacer días alternos para quién dormía en su cama y quién sobre la manta en el suelo, porque la cama era demasiado pequeña para que los dos pudiéramos estar. Jake era demasiado cabezota en ese tema, por lo que su diminuta cama era toda mía.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora