Garras y Colmillos (Jacob Black)

Cap. 27 - Visitas paralelas

–¿Soy mala persona por decir que no quería quedarme en la casa cuando llegara el padre de Bella? – Le pregunté en un susurro a Jake mientras bajábamos los escalones de la entrada. – Por una parte, me siento mal de marcharme en este momento, pero por otra...

–Sabes que te están escuchando, ¿no? – Preguntó Jake sonriendo porque le había tomado la mano.

–Sí, y por eso soy mala persona.

–Yo pensaba que lo decías por haber llamado a Bella "muñeco animado" mientras le enseñaban a parecer humana. – Rió él. – Aunque yo iba a decir lo mismo.

–Pues menos mal que solo he dicho eso en voz... – Me callé al escuchar un vehículo y ver un segundo después el coche de policía acercándose a la casa.

Nos quedamos quietos al lado de la moto de Jacob, mirando como el coche se detenía y el padre de Bella, Charlie, bajaba de éste. El pobre hombre parecía preocupado y nervioso, algo que entendía dada la situación.

–Jacob. – Saludó dando un par de pasos hacia nosotros.

–Charlie. – Le saludó de vuelta.

–Tú debes ser Alexa. – Dijo Charlie al mirarme. – Billy, el padre de Jake, me comentó que os conocisteis en tu primer día en Forks.

–Sí, supongo que fue el destino. – Sonreí mirando a Jake un momento.

Charlie asintió y pareció que iba a decirme algo más, pero su mirada fue de nuevo hacia la casa.

–¿Le has...? – Empezó a preguntar.

–Sí, y está bien. – Le respondió Jacob a la pregunta no formulada. – Debe estar esperándote.

El hombre asintió y se alejó para ir hacia la casa. Jacob y yo nos miramos antes de asentir, y Jake subió primero en la moto.

–Estoy segura de que irá bien, Bella. – Susurré hacia la casa antes de subir tras Jacob.

No sabía a dónde íbamos a ir, pero no me importaba solo por el hecho de ir con él. Y que decir que el tener que ir abrazada a Jake me hacía la persona más feliz del mundo.

....

El viaje se me hizo relativamente corto. Cuando Jacob paró, observé alrededor sin soltarme de él.

–Voy a suponer que estamos en la Reserva.

El olor a lobo era intenso, sin tener en cuenta lo cerca que estaba de uno de ellos, claro está.

Jacob había parado frente a una pequeña casa, delante la cual había una camioneta negra.

–No solo eso. – Jacob me miró sobre su hombro sonriendo, al mismo tiempo colocando una mano sobre las mías. – Estamos en mi casa.

–Así que es el día... – Comenté mirando intrigada hacia la casa, todavía sin movernos ninguno de los dos. – El día de conocer más sobre mi lobito.

Jacob soltó una pequeña risa antes de que ambos bajáramos de la moto y después me tomó la mano para ir juntos hacia la entrada de la casa.

–Podría haber sido antes, pero hemos estado liados. Aprovechemos que tenemos un momento para ello, ¿no?

–Supongo. – Murmuré pensativa.

Estaba de acuerdo en que las cosas habían sido complicadas y habíamos estado liados como para venir antes, pero al mismo tiempo había una pequeña parte de mí que no estaba satisfecha del todo con el plan. Sí, quería conocer a su familia y saber de donde venía, pero al mismo tiempo quería tener ese momento a solas que sentía que no habíamos tenido aún. ¿Tal vez esperaba tener como una cita?