Garras y Colmillos (Jacob Black)

Epílogo

Unos meses después...

Las corazonadas, las corazonadas a veces te empujan a hacer algo que debes hacer cuanto antes.

Se suponía que debería estar en casa de Emily y Sam, ayudando en la preparación de la comida, ya que las chicas querían hacer algo especial para pasar el día en la playa, antes de que Sam se pusiera más protector, si era posible superarse a los últimos meses, con su esposa embarazada. Sí, Emily estaba embarazada, muy embarazada. Y teniendo en cuenta que iba a ser el primer cachorro en llegar...

Moderé la velocidad de la moto, que quisiera hacerlo rápido no significaba ir a más velocidad de la permitida. No le había dicho a nadie a donde iba realmente, algo que consideraba lo mejor por el momento.

Los chicos creían que estaba en casa de Sam y Emily con las chicas, a ellas les había escrito que saldría un poco tarde de casa y que también daría una vuelta por el bosque antes de ir a ayudarles.

Me había encontrado a Asher en nuestra cocina, con su cabello alborotado que indicaba que se acababa de levantar y solo llevaba puestos unos pantalones de chándal. Su aspecto era un gran contraste con el mío, porque ya estaba lista tras un largo baño relajante, que no me había hecho relajarme en realidad. Un baño relajante se suponía que me haría dejar de pensar, pero mi cabeza no quería dejar de darle vueltas al sueño que me había despertado.

Estaba acostumbrada a dormir junto a Jacob, así que las pocas noches en las que lamentablemente tenía que dormir sola, terminaba durmiendo muy poco o directamente me pasaba la noche dando vueltas en la cama.

–Pareces tensa. – Había comentado Asher nada más verme, dejando de comer. – ¿Ocurre algo?

–Una mala noche, ya sabes. – Le resté importancia, sirviéndome un poco de zumo en un vaso.

–Sé lo que se siente. – Asintió antes de llenarse la boca con un trozo de tostada. – Oye, Lex, ¿crees que sería raro que le pidiera a Leah que viviéramos juntos?

Bajé el vaso que había llevado hacia mis labios, mirando divertida a mi hermano.

–Considerando que, básicamente, está viviendo aquí, sería más bien una forma de formalizar ese paso en vuestra relación.

–También es verdad. – Murmuró contento tras pensarlo un momento, levantándose para salir de la cocina, pero antes de hacerlo vino a darme un beso en la mejilla. – Deberías ir hasta casa de Sam y Emily por el bosque, verás que te hará sentir mejor. ¡Nos vemos en La Push!

Sonreí ante su consejo, pero una vez sola en la cocina, ese sueño volvió a mi cabeza. Y cuando me di cuenta estaba tomando las llaves de mi moto, para salir por la puerta.

“Espero que esté aquí.” Pensé cuando detuve la moto en el aparcamiento, bajando de ella para ir hacia la entrada.

Nada más entrar en el hospital, una enfermera se acercó sonriente.

–Buenos días, ¿le ayudo en algo?

–Estoy buscando al doctor Cullen, si es que está hoy aquí. – Respondí, notando que además de tensa, estaba un poco nerviosa.

La enfermera me miró con curiosidad por un segundo, esperaba que fuera porque era la primera vez que ponía el pie en este lugar y no por preguntar por Carlisle.

–Creo que le he visto con su esposa hace un momento, caminando hacia su despacho. – Comentó señalando hacia una puerta, para después darme indicaciones de cómo llegar.

Le agradecí antes de seguir sus indicaciones. Así que Esme también estaba, puede que eso fuera a ser bueno para calmarme un poco. Hablar con la matriarca de la familia Cullen siempre me ayudaba, ya fuera por sus consejos o por su amabilidad.