Cap. 02 - Cuando menos lo buscas

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P.O.V. Jacob Black

Me transformé nada más salir de la casa Cullen tras escuchar el aullido de Leah. Alguien se había colado en el territorio.

¿De qué se trata?” Les pregunté mientras emprendía mi carrera hacia su ubicación.

Creo que es de los nuestros, pero no es un lobo.” Respondió Seth a mi pregunta y me detuve sorprendido al ver de que se trataba. ¿Ese felino era también un humano?

Gruñí cuando Edward llegó a mi lado.

–No creo que podáis comunicaros con él si todos estáis en vuestra forma animal.

Tiene razón, Jake.” Escuché a Leah. “Y es ella, por cierto.

Volví a correr, un poco extrañado por la necesidad de mi lobo de llegar hasta la intrusa. Era difícil verla bien en las mentes de Seth y Leah, era rápida y se movía con mucha agilidad entre los árboles.

Entonces saltó sobre unas grandes rocas y de ahí empezó a saltar de un árbol a otro hasta estar lejos del alcance de Seth y Leah. Sí, sin duda era muy ágil.

Que no se mueva de ahí.” Les pedí, sintiendo la necesidad de llegar hasta ella.

Las cosas se iban complicando por momentos, ¿no teníamos bastante con la manada de Sam y la cosa dentro de Bella? Parecía que no, ahora también tendríamos que lidiar con otra especie de cambiaformas.

Vi cuando ella supo que nos acercábamos, se le erizó el pelaje del lomo y gruñó en nuestra dirección.

–Se siente atrapada, pero no está dispuesta a rendirse ante nada. – Comentó Edward, leyendo la mente de la jaguar.

Tiene agallas la felina, pero bien que se ha subido ahí arriba.” Escuché a Leah cuando llegamos hasta donde estaban.

La superamos en número, Leah.” Replicó Seth. “En realidad, ahí arriba tiene ventaja. Controla la situación.

–Sabe que eres un alfa, Jacob. – Dijo Edward, atrayendo toda la atención de la chica. – Tranquila, no somos tus enemigos.

Dilo por ti, sanguijuela. Pensó Leah, justo al mismo tiempo que la jaguar gruñía a Edward.

–Sí, te lo digo a ti. – Dijo el Cullen con tranquilidad. – Puedo leer los pensamientos, así podréis comunicaros Jacob y tú.

Edward me señaló, pero ella ni se dignó a dirigirme una mirada. Al menos se relajó al saber que podríamos comunicaros.

¿Por qué te molesta que no te miré? Preguntó Seth confundido, pero no tenía respuesta, solo sabía que mi lobo estaba molesto.

–Dice que lamenta haber entrado en tu territorio, no quiere problemas.

¿Y porqué sigue ahí?Preguntó Leah.

Leah, Seth volved a la casa. Les pedí, seguro que la jaguar no bajaría siendo tantos. “Está muy lejos de su zona, muy al norte. ¿Está huyendo de algo?

–Quiere saber porque estás aquí.

No sabía porqué Edward había variado mi pregunta, ¿habría visto algo en los pensamientos de ella?

La vi dudar, mientras observaba como Leah y Seth se alejaban. Eso fue una clara respuesta: estaba huyendo de algo.

–Dice que solo está de paso. – Dijo Edward cuando ella saltó para bajar un poco y miré al vampiro esperando algo más mientras ella seguía bajando. – Que lleva semanas viajando en su forma animal y que solo le gustaría conseguir algo de ropa para poder volver a su forma humana y comer algo como una persona normal.

Supe de cierto modo lo que se sentía, cuando me fui me mantuve casi siempre en mi forma animal y la carne cruda, aunque apreciada por mi lobo, no era de mi gusto. Eso reafirmaba más todavía el hecho de que estaba huyendo de algo, algo importante de su vida.

La miré intrigado cuando estuvo frente a nosotros. Era un magnifico espécimen de jaguar, aunque no tenía otro con quien compararla. ¿Su forma humana también sería atractiva?

–Supongo que eso es un pequeño cumplido. – Habló Edward y no supe si estaba hablando de lo que estaba pensando ella o yo, hasta que vi que la miraba. – No es el mejor momento, pero puedes quedarte un par de días si quieres. Si nos sigues te conseguiremos algo de ropa para que vuelvas a tu forma humana y podrás comer sentada en una mesa, si quieres claro.

No sé si es el mejor... Empecé a decirle no muy seguro de esa idea, pero ella asintió y entonces nuestras miradas se encontraron al fin.

Sentí como si todo se moviera a mi alrededor, como si flotara. Todos los lazos que conformaban mi existencia fueron cortados y salieron disparados para unirme a la propietaria de esos ojos color avellana.

La jaguar con ojos color avellana frente a mí era mi impronta. La había encontrado cuando menos lo esperaba.

Y eso cambiaría todo, estaba seguro.

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Holaa, estaba escribiendo el siguiente capítulo (Iba a ser el segundo), pero he pensado en hacer esto.

Espero que os guste, a pesar de ser un poco corto. ☺️☺️

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora