Cap. 44 - Los primeros testigos

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Terminé durmiendo sobre Jacob, pero él se quedó en vela toda la noche. ¿Cómo lo sabía? Por el sencillo hecho de que siempre era yo la que se despertaba primero.

–No has dormido. – Susurré sin moverme ni abrir los ojos, disfrutando de las distraídas caricias que daba su mano en mi brazo, arriba y abajo por este.

–No tenía sueño.

Me levanté lo justo para poder mirarle a la cara, menudo mentiroso. Tenía suerte de que no se notara en su mirada rastro alguno de cansancio, solo lo sumido en sus pensamientos que estaba.

–Lo que pasó anoche... – Empecé a decir, pero Jacob negó con la cabeza.

–Nada de disculpas, ¿recuerdas? – Me interrumpió subiendo su mano hasta mi mejilla. – No te preocupes por ello.

–No, claro que me preocupo. – Dije levantándome. – ¡Me entraron ganas de huir, Jacob!

–Alexa... – Dijo Jacob, también poniéndose de pie.

–No pensé que... que algo así me pasaría. – Le dije negando con la cabeza. – Supongo que es el maldito resultado de no haberlo hablado con nadie en este tiempo...

–Alexa...

–...porque si se lo contaba a alguien quería que fueras tú el primero. – Seguí ignorando que Jacob intentaba hablar. – Sé que lo que más te importa es que estoy aquí contigo, no mi historia, pero mi pasado es lo que me trajo hasta aquí, lo que nos hizo conocernos y...

–Alexa, déjame hablar un momento. – Jake me tapó la boca con una mano, ganando que le fulminara con la mirada y él sonriera. – Sé lo suficiente de tu historia como para desear resucitar a ya-sabes-quien para matarlo yo también. Y aun así puedo esperar todo el tiempo del mundo a que me lo cuentes tu historia, tu pasado, lo que te trajo hasta aquí... Cuando estés lista, Alexa, porque eso no cambiará lo nuestro.

–Jake... – Dije con emoción, tras quitar sus manos de mi boca.

No sabía que más decir, él lo notó y se acercó para estrecharme entre sus brazos.

–Cuando estés lista. – Susurró contra mi pelo.

Escuchamos dos coches llegando a la casa, pero nos mantuvimos en ese abrazo porque conocíamos uno de los vehículos.

–¡Alexa, Jacob! – La voz contenta de Renesmee vino seguida de ella corriendo hacia nosotros.

Jacob y yo empezamos a separarnos, pero ella nos alcanzó, abrazándonos así a los dos a la vez.

–¡Menuda fuerza tienes, Nessie! – Exclamó Jacob sonriendo divertido, mirando a la pequeña.

Miré a Jake, aun no estaba del todo segura de que me gustara el apodo, pero a Renesmee le parecía divertido, al parecer le gustaba según me había asegurado Seth en varias ocasiones, así que me estaba empezando a acostumbrar a escucharlo.

–No estaba del todo segura de que fuerais a estar aquí, pero Seth me aseguró de que protegeríais el fuerte, como me dijiste, tía Alexa. – Dijo Renesmee al soltarnos, con una gran sonrisa en su bonito rostro que se amplió al llega Seth junto a nosotros a la vez que lo mencionaba.

–¿Le ha llamado "tía"? – Preguntó una voz femenina con cierto tono de asombro.

Los cuatro miramos en esa dirección, ahí estaban Edward y Bella con otros cuatro vampiros, también de ojos dorados. Lo de los ojos era de agradecer, aunque los demás vampiros que fueran llegando ya no tendrían esa dieta de sangre.

La que había hablado había sido una de las dos rubias, la del cabello largo y liso. Pero quien más sorprendido estaba a la par que lo ocultaba era el único hombre del clan.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora