Garras y Colmillos (Jacob Black)

Cap. 11 - Esto no ha terminado

–Quita de ahí esas zarpas, Jacob. – Le dijo Edward acercándose con una jeringuilla gigante, toda de color plateado.

–¿Qué es eso? – Preguntamos los dos a la vez, y aparté las manos de Jacob del cuerpo de Bella al ver lo concentrado que estaba Edward.

El vampiro hundió la jeringuilla justo sobre el corazón de Bella.

–Es mi ponzoña. – Respondió al mismo tiempo que impulsaba el líquido fuera de la jeringa.

Me pareció una idea brillante el inyectarle el veneno directamente en el corazón, y solo esperaba que funcionara.

Los tres nos quedamos mirando a Bella, esperando que sucediera algo, pero no fue así.

–Estarás bien.

–Por favor, funciona.

–Venga.

Noté la humedad en mis ojos, viendo como Edward se ponía a hacer el masaje cardíaco.

–Ya debería hacer efecto. – Dijo sin dejar su ritmo de compresiones, un poco más rápidas de lo que deberían ser.

Edward redujo las compresiones, volviéndolas más marcadas. Había leído mis pensamientos.

No podía ver eso, ver el cadáver de Bella mientras Edward se esforzaba en que el corazón de la chica funcionara e hiciera que el veneno pasara por su cuerpo.

–Lo siento, Ed. – Le dije antes de salir fuera con los ojos amenazando en derramar las lágrimas.

Escuché que Jacob le dijo algo al vampiro antes de salir también.

Estallé en lágrimas cuando Jacob me abrazó con fuerza y noté la humedad de sus lágrimas en mi cuello.

Sentí cuando se derrumbó por completo, porque la mayor parte de su peso cayó sobre mí, y supe que debía ser fuerte con esto. Ser fuerte por los dos.

Noté movimiento entre los árboles y levanté la cabeza viendo a Seth y a Leah mirándonos. Negué con la cabeza y vi como la mirada de Seth también adquiría un poco de dolor.

–No ha sobrevivido. – Dijo Seth.

Y ahí fue cuando lo vi. El brillo de unos ojos entre los árboles más allá de los dos hermanos, y me tensé al saber que era otro lobo.

–Esto no ha terminado. – Susurré cuando los ojos desaparecieron de mi vista.

No podíamos bajar la guardia por la muerte de Bella, era el mejor momento que la otra manada podría tener para atacarnos por sorpresa.

Acaricié la espalda de Jacob, intentando que se tranquilizara poco a poco, mientras yo misma controlaba mis sentimientos para dejar de llorar.

–Seth, Leah, ¿confiáis en mí? – Les pregunté, mirándoles sobre el hombro de Jacob.

Seth asintió con rapidez, pero Leah me miró fijamente antes de asentir una sola vez.

–Bien, esto no ha terminado. – Ambos se acercaron a nosotros, esperando que continuara. – No creo que tarden en venir. Seth, busca a Rosalie y quédate junto a ella y al bebé.

–Esa cosa ha matado a Bella. – Gruñó Jacob separándose lentamente de mí.

Estaba furioso, estaba furioso con el bebé. Seth, que había dado un par de pasos para hacer lo que le había pedido, se detuvo.

–Jake, tenemos que proteger al bebé por ella. – Le dije sabiendo en lo que estaba pensando. – Bella ha dado su vida para que Renesmee tenga una oportunidad en la vida.

–¡Esa cosa no debería existir! – Exclamó él, intentando alejarse de mí, pero no se lo permití.

Entrelacé mi mano con la suya y Jacob me miró.

–Si le pasa algo a Renesmee, todo esto no habrá tenido sentido. – Le dije en un susurro.

Ambos nos miramos durante un segundo eterno, y deseé con todas mis fuerzas que nuestra unión fuera más importante que lo que sintiera por Bella antes.

–Seth, haz lo que Alexa te ha pedido. – Dijo sin apartar sus ojos de los míos.

Escuché a Seth agradecer en voz muy baja antes de salir corriendo hacia dentro de la casa.

–Alexa. – Me llamó Leah y me giré para mirarle. – ¿Qué quieres que haga yo?

Miré hacia las puertas de cristal, viendo a Edward todavía haciendo todo lo que podía para salvar a su amada.

–Cubre este lado de la casa, por favor. – Le respondí volviendo a mirarle. – Pero mejor que cambies de forma.

–Sí, yo iré a la parte de delante. – Dijo Jacob. – Alexa, ve también con la bebé.

–¿Y si...?

–Sales y les das una gran sorpresa. – Se adelantó a decir y asentí.

Jacob me atrajo hacia él y estaba segura de que me abrazaría una vez más antes de lo que fuera a pasar, pero no hizo eso.

Sus labios se posaron sobre los míos, en un simple roce que me pilló por sorpresa, pero cerré los ojos ante ello.

–Jake... – Suspiré cuando apoyó su frente contra la mía.

–No me disculparé por esto, Alexa. – Susurró Jacob. – Necesitaba un poco más que solo tu aroma.

Sonreí abriendo los ojos y nos miramos por un par de segundos más antes de separarnos.

Fui casi corriendo dentro de la casa, sabiendo que no era el momento para desear devolverle ese roce de nuestros labios con un beso de verdad.

Al entrar en el salón, vi a Seth arrodillado en el suelo, temblando y con la mirada fija en Renesmee, quien estaba siendo sostenida por Rosalie.

La rubia me miró interrogante, no entendiendo lo que estaba pasando con el joven lobo. Estaba completamente asombrada de ello, pero lo supe con claridad.

–Se ha imprimado.