Cap. 13 - Los miedos de Seth

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Antes de ir al salón para reunirme con el resto de los Cullen y ver a la pequeña, fui a la cocina, donde Esme insistió en prepararme algo para que comiera.

–Creo que haré para to... – Empezó a decir Esme, moviéndose rápidamente por la cocina.

–¡¡Oh, por Dios!! ¡¡Seth, cállate ya!!

El grito de Leah me sobresaltó, miré a Esme y ella asintió, así que salí corriendo queriendo saber lo que estaba pasando, a pesar de que sabía que no era bueno meterse en una discusión entre hermanos.

Me sorprendí cuando la expresión de Leah se relajó al verme salir, mientras Seth parecía que le iba a dar un ataque o algo.

–Menos mal, Alexa. – Leah se acercó hasta mí. – Dile a Seth que no van a matarlo si entra en la casa por haberse imprimado de la niña, estoy harta de decírselo yo.

Respiré tranquila al saber lo que estaba sucediendo y sonreí al más joven. Seth se había quedado lejos, cerca de los árboles sin acercarse más. Era un chico muy tierno, pero me parecía también un poco gracioso que, tras demostrar que la protección de Renesmee era su prioridad ahora, estuviera preocupado por lo que pudiera pasarle.

–¡Y no sé como Jacob lo ha soportado sin gritarle mientras también se lo decía!

–¡Porque le divierte mi situación! – Exclamó Seth, gesticulando nervioso. – Jake dice que me merezco sufrir un poco...

–¿¡Cómo!? – Pregunté asombrada, empezando a molestarme con mi compañero.

–Jake estaba bromeando, luego le ha dicho que, parándose a pensar, de seguro que están agradecidos de que haya sido él y no cualquier otro.

–Seth, cariño, tienen razón. – Dije volviendo a tranquilizarme. – Mira, lo mejor es que hables con Edward de esto si te hace sentir mejor, él es el padre de tu impronta después de todo.

–Alexa tiene razón. – Edward se paró a mi lado, sin sorprenderme que lo hiciera.

–Bien, encargaros de él. – Leah gesticuló como si se quitara un peso de encima. – Yo voy a comer algo, huele delicioso desde aquí.

Ante la sorpresa de todos, Leah entró en la casa.

–¿Os dejo hablarlo a solas? – Le pregunté a Edward, pero éste negó.

–Al cachorro le dará algo si se queda a solas conmigo en este momento, además Jacob acaba de cambiar y también viene.

Sonreí y miré hacia los árboles, esperando que Jake apareciera. Cuando un par de segundos después salió, salté los escalones, corrí y me lancé sobre él, rodeando su cuello con los brazos. Jake me rodeó la cintura con sus brazos, sujetándome contra él mientras soltaba una pequeña risa.

–Evitas que Jared se me tire encima, pero tú lo haces a la primera de cambio.

–Ya, bueno, eso es porque eres mi compañero y protejo lo que es mío. – Le dije separándome lo suficiente para mirarle a los ojos.

–Los Ancestros acertaron contigo, porque dejando a un lado los sentimientos que causa la imprimación, sin duda estoy enamorado de ti.

Abrí la boca sorprendida con sus palabras, no me esperaba que me dijera algo así en este momento. Pero no tenía dudas de que sentía lo mismo, en estos pocos días me había enamorado de él, sin saber como.

Sonreí y antes de decirle que también lo estaba, reduje la poca distancia entre nosotros y le besé. Le di ese beso que tanto había querido darle antes, un beso con el que esperaba trasmitirle mis sentimientos.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora