Advertencia: Este capítulo incluye contenido de carácter delicado, lee con precaución.
El amanecer se empezaba a abrir paso a través de la ventana cuando me desperté, levanté la cabeza lo suficiente para poder ver el rostro tranquilo de Jacob mientras dormía.
Le acaricié la mejilla y dejé un beso en su barbilla, ni siquiera se inmutó así que me lo tomé como la señal de que era mejor dejarle descansar un poco más.
Me levanté y fui al baño a prepararme, para después salir y bajar. El reloj del salón marcaba las 6 de la mañana, Tino's no servía desayunos hasta las 7 y media. Un té me vendría bien para relajarme, para concienciarme de lo que estaba a punto de hacer aprovechando que los demás estaban durmiendo.
Un momento, alguien ya estaba levantado. El olor de pintura fresca se entremezclaba con el aroma de hierba recién regada. Mamá.
Mi corazón se fue acelerando al caminar hacia allí, hacia la galería acristalada. Y me quedé completamente quieta bajo el marco, no por quedarme mirando a mi madre sentada fuera pintando, sino que mi mirada fue a lo lejos, a la puerta de la verja cerrada al otro lado del jardín de atrás. Esa puerta de hierro forjado pintada de negro que saqué de su lugar cuando la crucé ese día...
–Matt me dijo que fuiste tú quien la rompió al marcharte, el pobre se ofreció a repararla cuando regresó porque te había perdido la pista. – Habló mi madre mirando en la misma dirección que yo. – Dijo que ni siquiera podía escucharte a través de la conexión.
–Primero, no fue al marcharme, fue al huir de él y del Consejo. – Le corregí abrazándome a mí misma. – Segundo, no lo trates como si no tuviera la culpa, aunque en parte es por creer vuestras estúpidas conclusiones de mi transformación. ¿Recuerdas lo que se dijo en esa reunión? Porque lo más vivido en mis pensamientos es como le dabas la razón al señor Addams cuando insinuó que mi puesto en la manada también podía estar enfocado en atender al alfa mientras no encontrara a su impronta. – Mi madre abrió la boca para replicar, pero le interrumpí intentando mantenerme calmada. – No, no digas que tenía que ser así porque me gustaría pensar que no te diste cuenta de lo que el señor Addams estaba insinuando realmente, el como era justo lo que su nieto quería que el Consejo dictaminara para tener carta blanca. ¿Por qué creías que me marché en ese momento de allí? ¿Nunca te has parado siquiera a pensarlo?
–¡Maldita sea, Alexa! – Dejó el pincel que había estado sujetando, mirándome de la misma forma que cuando no hacía las cosas como ella quería. – ¿Tú te has parado a pensar en mi situación? Ese lugar en el Consejo era de tu padre, yo no pertenezco a este mundo por gusto, me tocó entrar de golpe cuando él murió. Y no les gustó la idea, porque no fui criada con las leyendas, ni siquiera soy de por aquí, pero los escritos antiguos indicaban que ese lugar me pertenecía.
Escuché movimiento, alguien más se había despertado y no tardaríamos en tener compañía.
–Eso no significaba darles la razón en todo, mamá. – Le dije completamente seria. – Ni dejar de ser nuestra madre.
Eso le molestó, porque se levantó y entró, pasando por mi lado sin decir nada. Me di la vuelta, siguiéndola con la mirada mientras también pasaba de largo al lado de Jacob. Me miró interrogante, apreté los labios antes de estirar la mano para que se acercara, para que me reconfortara y pudiera calmar el ligero temblor que me recorría.
–Le he dicho que dejó de ser nuestra madre cuando entró en el Consejo tras la muerte de papá. – Le expliqué sin más cuando me agarró la mano. – Aunque no es que antes fuera una buena madre...
–Sí, dudo que fueran a darle un premio por ser una madre buena y ejemplar. – Comentó haciéndome sonreír un poco. – Pero fuera como fuera, tú y Asher habéis salido bien, excepto por esas ideas locas que a veces tenéis.
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Garras y Colmillos (Jacob Black)
Fanfiction"𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒 𝑦 𝑎𝑙𝑒́𝑗𝑎𝑡𝑒. 𝐶𝑜𝑟𝑟𝑒 𝑙𝑜 𝑚𝑎́𝑠 𝑙𝑒𝑗𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑎𝑠." Eso fue lo único que me repetía a mí misma mientras me alejaba de mi vida, de mi problema, de mi familia. Hasta que me encontré con él. Siempre pensé que el des...