Cap. 34 - Un abrigo de piel

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P.O.V. Jacob Black

No podía dejar de mover la pierna, todavía sin comprender porqué simplemente no había salido corriendo, cambiando de forma para ir en busca de Alexa, en lugar de ir junto a las sanguijuelas en coche. Sobre todo cuando la duendecilla tuvo esa visión donde lo único que sacó en claro era que Alexa estaba atada con cadenas enormes en el interior de una camioneta, y que esta última terminaría siniestro total.

–Jacob, no te preocupes. – Habló Leah mirándome muy seria. – Llegaremos a tiempo y tendrás de nuevo a Alexa a tu lado.

–¿Qué no me preocupe? ¡Alexa está encadenada dentro de un vehículo que acabará peor que una papilla! – Le recordé. – ¿¡Y no tengo que preocuparme!?

–Que Alice haya visto la camioneta destrozada, no significa que suceda estando Alexa dentro. – Dijo con calma Esme desde el asiento del copiloto.

Sabía que Esme tenía razón, pero saber que había una posibilidad de que pasara lo peor, y sabía que si le pasaba algo más a Alexa por tener que ir en coche... Lo pagarían, y luego dejaría a la barbie para que cumpliera su promesa.

Flashback...

–Voy a buscar a Alexa. – Dije muy seguro, caminando hacia la puerta mientras me empezaba a quitar la camiseta, sintiendo el calor.

–¡No vas a ir solo, estúpido cabezota! – Gruñó Leah cortándome el paso. – ¿Acaso sigues sin entender que no estás solo en esto?

–No puedes simplemente transformarte e ir tras ellos, Jacob. – Habló Edward con calma. “¿Cómo que no? Es justo lo que voy a hacer.” – Si el mensaje de Asher es cierto y van hacia Portland, tal vez sea para cambiar de vehículo, o incluso para tomar un avión.

Resoplé molesto, sabiendo que tenía razón. No podía atacar a quien tuviera a Alexa en algún lugar rodeado de humanos, por mucho que eso me importara más bien una mierda al tratarse de salvar a mi impronta.

–¿Qué queréis hacer entonces? – Pregunté con rabia mirándolos a todos, sintiendo que estábamos perdiendo el tiempo. – ¿Ir tras ellos en un coche?

–Yo voy contigo, Jacob. – Dijo Leah muy segura. – Necesitas a alguien que te cubra las espaldas y evite que hagas alguna estupidez. Seth puede quedarse con su... con la niña.

–Carlisle y yo os llevaremos. – Habló Esme, sorprendiendo a la mayoría por ser ella quien hablara con gran seriedad. – Alexa puede necesitar de un médico si no ha sanado correctamente tras vuestro accidente. Los demás podéis quedaros aquí, y si Alice ve algo informarnos.

–No, Emmett y yo os seguiremos en otro vehículo. – Habló la rubia desde el rincón donde estaba sentada con la pequeña Nessie entre sus brazos, levantándose. – El hermano de Alexa te ha dicho por donde están, lo que significa que al menos son tres en esa camioneta. – Siguió mientras le entregaba su hija a Bella. – Pero Asher todavía formaba parte de la manada, por mucho que quiera proteger a Alexa...

–¿Crees que podría no elegirla a ella? – Preguntó Leah, mirando hacia su hermano, seguramente pensando en la elección que ella misma hizo.

–Creo que Rose se refiere a que habrá más de tres mininos gigantes en ese vehículo. – Respondió Emmett.

–¿¡Nos podemos ir de una maldita vez!? – Exclamé al sentir como un tirón de dolor en mi pecho, como si Alexa se estuviera alejando más. Habrían parado, por eso el mensaje y esa pequeña estabilidad en el dolor que sentía por la lejanía de ella.

En un parpadeo, tres de los cuatro Cullen que venían se esfumaron. Rosalie era la única que se había quedado, acercándose a la pequeña Nessie en brazos de Bella.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora