Cap. 06 - Una minina saciada y antojos de embarazada

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Lo primero que vi al entrar en el salón fue a los vampiros que estaban repartidos por el espacio. El grandullón que parecía un oso cerca de la ventana, Esme sentada junto a la pelicorta y la rubia que supuse sería Rosalie de pie delante de alguien más, tapándole de mi vista. Supuse que detrás estaría Bella, la humana embarazada de un vampiro.

Y en lugar de temer por eso, yo estaba deseando conocerla a ella y a su bebé.

–¿Cómo te encuentras, Bella? – Preguntó Seth. – Sabes que si tienes frío puedes decírmelo, ¿vale?

–Estoy bien ahora, gracias, Seth. – Habló ella desde detrás de la rubia. – Rose, ¿podrías moverte, por favor?

–Que la minina haya comido no significa que sea inofensiva, además huele tan mal como los chuchos. – Gruñó la rubia sin moverse.

–Rosalie. – Le riñó Esme.

–Tranquila, Esme, no me molesta lo que ha dicho. – Le sonreí a la matriarca de la familia, manteniéndome tranquila. – Por cierto, la comida estaba deliciosa.

–¿Has tenido suficiente? – Preguntó un poco preocupada.

–Se ha comido también el plato de Jacob. – Se adelantó a decir Seth divertido con eso, yendo a sentarse junto a la humana. – ¡Y ha sido él quien se lo ha dado!

–Eso sí es asombroso. – Dijo Bella y, a pesar de no verla, supe que estaba sonriendo.

Quedarme ahí de pie en la entrada, sola, no fue muy buena idea. El olor era demasiado y solo podía maldecir a Seth mentalmente por alejarse tanto.

Esme se levantó y caminó hasta mí, sonriendo con amabilidad. Ese gesto me relajó un poco.

–Sabemos que no debe ser muy agradable estar aquí para ti, Alexa. – Miró a los demás, deteniendo su mirada un segundo más en Rosalie. – Creo que ya sabes que ella es Rosalie, el de la ventana es Emmett, ella es Alice y oculta tras Rose está Bella.

–En tu vida te habrías imaginado en esta situación, ¿verdad, gatita? – Preguntó Emmett divertido, pero me puse seria.

Desde que Jacob me había llamado así hacía un rato, creo que no dejaría que nadie más me llamara de esa forma. No, no sonaría igual a partir de ahora.

–Mejor que me llames solo Alexa. – Le advertí y, para mi sorpresa, él sonrió más todavía.

–Todo bien, cariño. – Dijo mirando a la rubia.

Rosalie en ese momento se movió, para ponerse detrás del sofá y puso una mano en el hombro de Bella. Ahora la veía y no es que tuviera muy buen aspecto a causa del embarazo, pero me sorprendí al ver la tan avanzada barriga.

–¡Vaya, ahora que lo veo me lo creo completamente! – No pude evitar decir en voz alta. – Y, ¿de cuánto estás?

–Acabas de descubrir que una humana se puede quedar embarazada de un vampiro, tu enemigo natural, ¿y le preguntas de cuánto está? – Preguntó sorprendida la rubia.

–Sí, ¿algún problema? – Respondí sin entender su punto. – Es algo asombroso, increíble diría, pero si ha pasado es porque puede pasar. No creo que sea algo único y excepcional. Tal vez podrían haber habido otras antes, pero ellas no llegaran muy adelante con el embarazo o que el chupa-sangre las matara tras el sexo sin saber que podía ser el inicio de una nueva vida...

–¿Qué piensas que lleva Bella dentro, Alexa? – Preguntó intrigada Esme.

–Un bebé, ¿qué sino? – Miré a Rosalie quien tenía una pequeña sonrisa y después a Bella interesada en saber más. – ¿Sabes el sexo que tiene? No, espera, sigo queriendo saber primero de cuanto estás.

–Está de seis semanas, aunque avanza mucho más rápido que un embarazo normal, a este paso no tardará mucho en dar a luz. – Me respondió otro vampiro apareciendo en el salón. – Bienvenida, soy el doctor Carlisle Cullen.

Me tendió la mano y dudé un momento al ver que sus orbes eran más bien dorados oscuros. Recordé lo que Jacob me había dicho, que Leah y Seth estaban comprobando si los Cullen podrían salir para cazar sin que les atacara alguien de la otra manada cuando dieron conmigo.

–Alexa Summers. – Dije finalmente, estrechando mi mano con la del doctor Cullen.

Fue cuando me fijé en el vaso que llevaba en la mano y el sutil aroma metálico que salía de él. ¿Era...?

–El bebé necesita alimentar a su parte vampiro. – Se adelantó a decir Bella, cuando mi mirada siguió el vaso mientras el doctor Cullen se lo entregaba. – Si me la tomo le llega más rápido.

–Debe ser asqueroso para ti. – Comenté arrugando la nariz.

–En realidad, sabe bien. – Me dijo un poco avergonzada de confesármelo. – Es como saciar un antojo.

–Lo siento, pero no puedo verlo. – Me di la vuelta, no queriendo ver eso y justo Jacob y Edward llegaron.

Casi me lancé sobre Jacob, necesitando olerlo solo a él y nada más.

–Bella, pareces un poco mejor. – Habló Jacob, estrechándome entre sus brazos. – Volveremos más tarde, si no os importa. Puedes quedarte un poco más Seth, yo ayudaré a Leah y así descansas un poco.

Jacob tomó mi mano y me guió para salir de allí, cosa que en parte me alegraba. Necesitaba respirar un poco de aire limpio.

–¿Todo bien ahí dentro? – Me susurró Jacob cuando salimos fuera de la casa.

–Has llegado justo a tiempo, no quería ver a Bella beber sangre.

–Lo sé, es asqueroso.

Caminamos hasta alejarnos un poco de la casa, tomados de la mano.

–Tengo que ir a asegurar el perímetro para que puedan salir a cazar.

–¿Queréis que os ayude? – Pregunté rápidamente.

–Prefiero que te quedes cerca de la casa, por si acaso.

–¿Estás seguro? – Insistí, pero él asintió.

–Puedes intentar descansar un poco, cuando vuelva podemos hablar y conocernos un poco más.

–De acuerdo, pero entonces no tardes mucho.

Jacob sonrió y me abrazó, dejando un beso contra mi pelo, antes de irse hacia el bosque.

Miré hacia donde se había ido y respiré el aire fresco antes de darme media vuelta para volver dentro de la casa.

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Holaa, dos nuevos capítulos en un día. He tardado un poco entre ellos porque quería terminar también el siguiente capítulo de “Laberinto”.

¿Qué os han parecido? ¿Os han gustado?

¡¡Espero que os esté gustando la historia y le deis un poquito de amor!!

✨¡¡Hasta pronto!!✨

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora