Garras y Colmillos (Jacob Black)

Cap. 58 - Aprender a retirarse

La cara de cierto pánico por parte de Aro cuando soltó la mano de Alice me intrigó, más cuando miró en nuestra dirección.

“Si le ha mostrado como los hacemos cenizas, desearía poder verlo con palomitas.” Comentó Asher ante el silencio que había mientras Aro parecía asimilar lo que Alice le había mostrado.

“Yo prefiero no verlo, Ash, porque por mucho que saliéramos ganadores, perderíamos a algunos de los nuestros.” Le respondí a su comentario justo cuando la mirada de Aro caía por un segundo sobre mí.

–Ahora ya lo sabes, ese es vuestro futuro si decidís no cambiar de rumbo. – Habló Alice rompiendo el silencio.

–No podemos cambiarlo, la niña sigue representando una grave amenaza. – Le dijo Cayo a Aro.

Fui a mostrarle mis colmillos de forma amenazante al Vulturi rubio, pero mi atención se fue en otra dirección.

“Viene alguien.” Advertí con la mirada puesta justo en el punto del bosque por donde Alice y Jasper habían accedido al claro.

Intercambié miradas con Edward antes de que él mostrara un pequeño toque de relajación antes de mirar hacia Alice. ¿La pelicorta había traído ayuda?

–¿Y si estuvierais seguros de que se mantendrá a salvo del mundo humano? – Preguntó el lector de mentes. – ¿Nos dejaríais ir?

–Por supuesto, pero eso no puede saberse. – Le respondió Cayo.

–En realidad, sí.

Mi mirada volvió hacia los árboles, al momento salieron dos figuras de entre ellos.

Y no iba a negar que me sorprendí al darme cuenta de que sí, la mujer era una chupasangre, pero él...

“Es como Nessie.” Murmuró Jacob, notando lo mismo que yo mientras ambos caminaban hacia los Vulturi.

–He buscado a mis propios testigos entre las tribus Ticuna de Brasil. – Dijo Alice situándose al lado de los recién llegados.

–Ya hay suficientes testigos.

–Deja que hable. – Silenció Aro a Cayo.

–Soy mitad humano, mitad vampiro. Igual que la niña – Habló el chico, haciendo que Jacob y yo nos miráramos. – Un vampiro sedujo a mi madre, que murió al alumbrarme a mí. Mi tía Huilen fue quien me crió. Yo la convertí en inmortal.

–¿Eres capaz de crear a otro inmortal? – Le preguntó con intriga Aro.

–Él me mordió mientras intentaba sacarle del cuerpo de su madre. – Respondió la vampira que le acompañaba, su tía Huilen.

–¿A qué edad alcanzaste la madurez? – Preguntó de nuevo Aro.

–Me convertí en adulto siete años después de nacer. No he cambiado desde entonces.

–¿Cuántos años tienes? – Le preguntó Bella con gran interés.

–150 años.

Decir que eso fue un alivio para Bella se quedaba corto con la retahíla de pensamientos de Seth que Jacob fue retransmitiendo para que su manada no fuera la única en escuchar al chico.

“¿Eso significa que el crecimiento acelerado de Renesmee se irá ralentizando?” Preguntó Asher.

“Hasta detenerse completamente.” Asentí entre contenta y asombrada, porque puede que nadie hubiera dicho en voz alta la preocupación que se tenía de ver a la niña crecer de forma tan acelerada, pero era algo compartido por todos.