Cap. 14 - El don de Renesmee

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Por suerte para Seth, Renesmee no se despertó ante sus preocupaciones, pero él tardaría en volver a estar tranquilo. Edward, tras mirar a Jacob un momento, le pidió a Seth que les acompañara para asegurarse de que no aparecía nadie de la otra manada. ¿Era una estrategia para que se despejara un poco y no terminara despertando a la pequeña? Era más que obvio, pero no me parecía la mejor.

–Mi hermano estará así hasta que Bella esté al tanto y no desee matarle. – Comentó Leah preocupada mirando por la ventana como éste se marchaba. – Habría que pensar en algo que pueda ayudarle a estar más tranquilo.

–No creo que su miedo sea exactamente que le mate alguien. – Dije mirando a la pequeña dormida en mis brazos. – Apenas acaba de imprimarse hace poco, por eso pienso que su verdadero miedo es que le alejen de ella ahora que la ha encontrado. No creo que mantenerlo correteando por el bosque sea lo mejor, deberíamos dejar que esté siempre en la misma habitación que Renesmee.

–Tienes razón, Alexa. – Suspiró Jacob, todavía a mi lado. – No había pensado en eso, pero esperemos que regrese un poco mejor.

Estuvimos un rato en silencio, Leah se mantuvo en la ventana esperando a que volviera Seth, mientras que yo estuve con la mirada puesta en la pequeña mientras la mecía un poco y me movía por el salón de los Cullen. En cuanto a mi lobo, se había sentado en el sofá y sentía su mirada todo el tiempo en mí. Eso me hizo recordar que, a pesar de que le había besado, no le había dicho en voz alta que sentía lo mismo.

–Al final no te lo he dicho por culpa de Seth. – Comenté levantando la mirada para que conectara con la suya. – Te quiero, Jake.

–Me ha quedado claro antes. – Dijo sonriendo ampliamente. – Pero puedes decirlo siempre que quieras, me gusta como suena.

–No lo vuelvas a decir ahora, por favor, Alexa. – Habló Leah y tuve que morderme el labio para no reír.

–No seas aguafiestas, Leah. – Dijo Jacob sin dejar de sonreír. – Si has sido tú la que antes me ha dicho que se lo dijera.

–No hagas que me arrepienta de darte un consejo. – Leah sonrió antes de girarse y mirarme seriamente. – Al principio pensé que sería un problema que aparecieras con todo lo que estaba pasando, que las cosas podrían salir mal si Jacob solo pensaba en ti. Lamento haberte hecho recordar el porqué huiste, estuvo mal.

–No te preocupes, estabas haciendo lo que pensabas que era mejor para la manada.

–No, una parte de mí estaba celosa de que fueras como yo, pero hubieras encontrado a tu compañero. – Leah agachó la mirada, avergonzada de admitirlo. – Me di cuenta de que tenías razón, me había dado por vencida hace mucho tiempo, y entonces comprendí que no debía odiarte. Tú me has dado esperanza, Alexa, y te lo agradezco.

Ambas intercambiamos sonrisas, las cosas irían mejor entre nosotras a partir de ese momento. Al parecer sí que podríamos ser amigas después de todo, y me alegraba por ello.

....

Sin poder evitarlo, se me escapó un bostezo mientras miraba a Jacob, Seth y Renesmee durmiendo.

Tras la conversación con Leah, Seth llegó y ella se fue a dar una vuelta. Dijo que necesitaba aire fresco tras tanto rato dentro de la casa, había hecho un gran esfuerzo después de todo para aguantar.

En cuanto a Seth, el chico estaba más tranquilo a la vista, pero por como vino hasta mí para poder ver a Renesmee y suspiró sonriendo, supe que había empezado a notar el malestar de cuando estás lejos de tu compañero.

Estaba sentada al lado de Jacob, mientras que Seth se había quedado dormido sentado en el suelo, apoyado en una de mis piernas

–Si quieres puedo sostener yo a Renesmee para que descanses también, Alexa. – Esme entró en la sala. – Pareces cansada.

–No te preocupes, puedo aguantar un poco más. – Le dije sonriendo antes de volver a bostezar. – Voy a intentar aguantar. – Me corregí. – No quiero que se despierte ninguno ante cualquier movimiento.

Esme se sentó en una silla cercana y estuvo hablando conmigo hasta que terminé durmiéndome a pesar de evitarlo a toda costa.

....

Él estará para ella, le protegerá.

Me vi a mi misma muy segura mientras decía eso, antes de que la imagen cambiara y apareciera entrando en el salón de los Cullen agarrada de la mano de Jacob. Me sentía muy contenta al verme, algo que me parecía raro.

Y de repente, pasé a estar en mis brazos, mientras tarareaba la nana...

–Renesmee. – Dije sorprendida despertando.

La pequeña me miraba con una sonrisa en su bonito rostro, ¿había sido ella?

–Tiene un don. – Habló Edward sorprendido.

Levanté la mirada hacia él y vi que toda la familia Cullen y Seth miraban a la pequeña asombrados. Jacob seguía dormido, con su cabeza apoyada en mi hombro.

–Así que ha sido ella, ¿cómo...? – Dije sin entender, parpadeando un par de veces para despertarme del todo.

–Te ha mostrado algunos de sus recuerdos sobre ti. – Respondió Edward. – Te considera de la familia.

–La tía Alexa. – Dijo Emmett divertido. – Piénsalo, podrás llevarla al caballito en tu forma de minina.

Le fulminé con la mirada por lo último, haciéndole reír, pero eso de “Tía Alexa” sonaba bien.

–Eso podría ser peligroso. – Dijo Seth.

–¡Tranquilo, cachorro! – Sonrió con sorna el vampiro. – Tú también lo podrás hacer.

– Emmett. – Le advirtió Rosalie antes de mirarme sonriente. – ¿Puedo? No quería molestarte y creo que eso ha hecho que Renesmee te despertara.

–Claro, es el turno de la tía Rosalie. – Dije sonriendo y miré de reojo al bello durmiente. – No puedo moverme mientras Jake siga durmiendo.

–Bueno, si lo despiertas tú no se enfadará. – Comentó Seth cuando Rose tomó en brazos a la pequeña.

–Que duerma un poco más, después tiene que ir a hablar con Sam y el Consejo para que no haya ningún problema en que volváis a la Reserva.

–¿Irás con él, Alexa? – Preguntó con interés Alice.

–No, prefiere ir con Leah. – Suspiré. – Tiene que hablar también sobre mí, no sólo de lo ocurrido.

–¡Entonces podremos ir de compras! – Exclamó la pelicorta contenta. – Nada de chicos ni lobos temperamentales, será lo mejor. ¡Y ni lo intentes, Rose, también te vienes! Así Edward y Renesmee podrán tener un rato padre e hija con mascota incluida.

–Puedo ir con los demás, para no molestar ni nada. – Susurró avergonzado Seth, sabiendo que se había referido a él.

–No te preocupes, Seth. – Emmett fue hasta él y le puso un brazo sobre los hombros. – Puedes apuntarte a jugar videojuegos con nosotros y así estás en la misma casa que la pequeñaja.

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Nuevo capítulooo, ¡¡Espero que os haya gustado!! ❤️❤️

¡¡¡Muchas gracias por esas +4k de lecturas!!! No olvidéis dejar estrellita o algún comentario, agracezco mucho saber lo que pensáis de la historia y si os gusta.

Garras y Colmillos (Jacob Black)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora