Capítulo 10

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Salió de su departamento sin que nadie la viera como las noches pasadas, se subió a un taxi y pidió un destino diferente, un tiempo después estaba frente a un edificio, antes de entrar revisó que no hubiera nada que viera y así entró, subió hasta el departamento número 14 y tocó la puerta

A: Buenas noches señorita, ¿usted es Salma Beltrán?

S: La misma, ¿que necesita?

A: Mi nombre es Angelica, vengo a hacerle una encuesta rápida sobre ciertas cosas de la comunidad

S: Adelante- abriendo la puerta para que ella entrara-

A: Muchas gracias -sonriendo - disculpe la hora, lo que pasa es que me avisaron muy tarde

S: No se preocupe -sonriendo- 

Salma antes de sentarse tomó un vaso de agua, mientras ella se acomodaba Angelica vio un cuadro con una foto de ella con Juan Pablo

A: ¿Es su novio? -viendo el cuadro-

S: Si, mi Juan Pablo -sonriendo-

A: Eso acabo hoy -susurrando-

S: ¿Perdon?

A: Que si me regalaría un vaso de agua

S: Ah, claro, acompañame -dirigiéndose a la cocina -

En ese momento ella puso su arma por detrás de ella, camino con Salma, ella estaba sirviendo el vaso de agua cuando Angelica se le acercó

A: Lo siento mucho, pero el será solo mío

En ese momento le dio un disparo en la cien y otro en el pecho haciendo que ella cayera de inmediato, cuando se aseguró que ella ya estaba muerta tomó todas sus cosas sin dejar rastro y salió del Departamento, nadie se había dado cuenta de nada y de hecho nadie la había visto ahí, camino un poco hacia otro lado y tomó un taxi y la llevó a su casa, sabía que tenía que descansar y desaparecer por un par de días así que eso hacia, además les caería bastante bien, al llegar se lavo las manos y guardo la pistola en su lugar, se dio un baño rápido se metió a la cama, así paso una noche bastante tranquila con la satisfacción de haber logrado otro objetivo, a la mañana siguiente Valentina se levantó con un buen ánimo algo que extrañaba, esta vez decidió ponerse alguna ropa deportiva y salir a correr al parque, luego de unas cuantas vueltas se acercó a una banca para tomar agua

A: Vale! Que gusto verte otra vez, estaba esperando tu llamada

V: Pues las seguirás esperando Ariel, yo no quiero tener ningun contacto contigo, después de todo lo que me herirte vienés como si nada

A: Tampoco dramátices Valentina, yo te quería y mucho pero yo al ser más grande necesitaba más cosas, además yo todavía te amo

V: ¿En serio? por favor, eso nunca paso, supiste bien que fuiste mi primer amor y te valió, me engañaste e inventaste mil y un chismes y quede con toda la preparatoria como la más fácil, además de publicar fotos que solo eran para ti

A: Lo de las fotos no fue cierto, además eso paso hace años, ya supéralo, vamos a ser amigo Vale -sonriendole-  yo te quiero, ahora estas mejor que nunca

V: Lo siento mucho por ti Ariel. Pero afortunadamente yo no quiero ni necesito nada de ti

A: Te vas a arrepentir Valentina -llendose-

Valentina decidió correr un poco más, Ariel había sido de sus primeras parejas y si bien la lastimó ella no guardaba rencor y esa era una herida sanada aunque no significará que quisiera volver a tener algún contacto con el, mientras corría sintió como si ciertos capítulos de su vida se repitieran, luego de correr y pensar un rato regreso a su apartamento, se puso un pantalón de vestir negro que le quedaba ajustado a las piernas y una blusa blanca con un poco de escote, se hizo una coleta y se maquillo como de costumbre, esta vez desayuno algo ligero y salió con rumbo a la oficina, a las 8 en punto estaba entrando a la empresa son esa sonrisa que la caracterizaba, en medio de su trayecto hacia su oficina se encontró con Rafael

R: Buenos días licencia

V: Buenos días Rafael -sonriendo- ¿algun pendiente?

R: Si licenciada, en su escritorio esta la lista de todo lo agendado para hoy, algunas son citas y diversos focus, además algunos de los muebles para su oficina llegaran en el transcurso del día

V: Muchas gracias Rafael -sonriendo-

Ella se dirigió a su oficina donde además de la agenda con las anotaciones había una rosa roja en la mesa, se le hizo algo extraño pero pensó que quizá Ximena se la había dejado, llego a su escritorio y empezó a revisar todo lo pendiente, luego de un rato Ximena llegó

X: Buenos días Vale -sonriendo-

V: Buenos días Xime -regresando la sonrisa-

X: ¡Que bonita rosa! Ya tienes un pretendiente -riendo-

V: Como, ¿no me la dejaste tu?

X: No, te dije que quería regalarte algo pero me gustaría ir contigo a comprar ropa o algo así -sonriendo- ¿entonces no sabes quien te la mando?

V: No, quizá fue alguien de la empresa -sonriendo- ¿que necesitas?

X: Quiero ver algunos focus que tienen algunos fallos en las preguntas

Así ellas estuvieron arreglando algunas cosas de trabajo, pasaron un par de horas cuando Rafel llamó a la puerta

V: Adelante

R: Disculpe la interrumpión licenciada, le aviso que ya llegaron algunos muebles -sonriendo-

V: Okay, ¿puede decirle a mantenimiento que me los traiga?

R: Con todo gusto -llendose-

Valentina siguió revisando el documento que estaba sobre su escritorio mientras Ximena no la dejaba de observar

V: Ahora que traes loca -riendo-

X: Ay Vale, no me digas que no has visto la forma en que te mira ese Rafael

V: Por favor Xime, me igual que cualquier persona, llevamos un par de días y apenas nos conocemos

X: ¿Y eso que tiene? Ese hombre se está enamorando de ti y si no al menos le gustas y la verdad es que el no está de un mal ver -riendo- te dejó para que acomodes tus cosas -llendose-

Valentina no le tomó importancia a lo que dijo Ximena, unos minutos después llegaron las cosas y ellas las empezó a acomodar, rato después llegó lo que restaba y unas horas más tarde la oficina parecia otra, esta tenía toques más femeninos y delicados acompañados de esa esencia dulce y tierna de ella, había algunas cosas en color rojo el cual era su color favorito, la mayoría estaba en colores neutros que acompañados del Gran ventanal que alumbrada la oficina hacia de esta un lugar más acogedor y cómodo para ella, cuando término de acomodar siguió trabajando hasta que se llegó la hora de salida, ese día sentía la necesidad de cambiar un poco su rutina de los últimos días así que decidió ir a cenar a algún lado, tomó sus cosas y salió de su oficina y para su sorpresa se encontró con Rafael

R: Buenas noches licenciada -sonriendo- ¿ya se va a su casa?

V: Si Rafael, tu deberías hacer lo mismo

R: La verdad prefiero quedarme un rato más a trabajar, vivo solo y no me gusta cenar y sentir la soledad de mi departamento

V: Te entiendo más de lo que crees -sonriendo cabizbaja- por que no vienés a cenar conmigo, así ninguno de los dos esta solo y sirve que te conozco un poco más -sonriendo-

R: No puedo aceptar licenciada, usted es mi jefa y...

V: ¿y eso que tiene que ver? El hecho de que sea tu jefa no quiere decir que no podamos salir como cualquier otra persona, por favor, acepta -sonriendo-

R: Esta bien licenciada, vamos -sonriendo-

Continuará...

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora