Capítulo 9

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Un nuevo día llegó, la mañana estaba nublada al igual que los pensamientos de Valentina, no sabía el por que pero sentía mil emociones revueltas, al fin estaba analizando todo lo que había pasado, si bien estaba consciente de todo el shock no había pasado, se metió a bañar y en al sentir el agua correr recordó las caricias que había compartido con Camilo en ese mismo lugar, unas lágrimas corrieron por sus mejillas y el dolor de ya no tenerlo, de que le hubiera fallado inundaba su corazón, salió de ahí y se arreglo con lo primero que encontró, se maquillo un poco para ocultar el cansancio emocional y físico, al llegar saludo a todos y se dirigió rápidamente a su oficina, minutos después alguien llamó a la puerta

V: Adelante

R: Buenos días licenciada, ¿se le ofrece algo?

V: Buenos días Rafael, por ahora no -sonriendole- pero acompáñame para enseñarte tu oficina -parándose de su silla-

Ellos salieron de la Oficina de Valentina y entraron a una más pequeña que estaba muy cerca que la de ella

V: Mira esta es la que corresponde como tu Oficina por la cercanía con la mía, sin embargo tenemos otras oficinas libres si no te gusta esta

R: Esta está perfecta licenciada, muchas gracias

V: Dime solo Valentina , así me dicen todos aquí -sonriendo- mira esta mañana estaré ocupada con el trabajo, si necesitas algo puedes ir a mi oficina o puedes hablar con Ximena, ella es la gerente de finanzas así que te puede ayudar

R: Okay, muchas gracias Vale -sonriendole-

Ella se despidió y salió de la aquella oficina para dirigirse a la suya, cuando entro a la oficina se dio cuenta que necesitaba cambiar la decoración y muebles de la oficina, aunque los muebles de la oficina no eran feos le traían muchos recuerdos, no sabia exactamente con cuántas mujeres la engaño en ese mismo espacio, ella quería sanar las heridas que estaban abiertas y si bien sabía que no sería fácil tener el recuerdo constante tampoco ayudaba, empezó a ver algunos muebles ya que la redecoración de su nuevo espacio correría por su cuenta.  Por su parte Ximena iba saliendo hacia el lugar de Vale cuando se encontró con Rafael

X: Hola, mucho gusto, soy Ximena Hartman -sonriendo- tu debes de ser Rafael

R: El mismo -saludandola- 

X: Vale me comentó que podría ayudarte, cualquier cosa mi oficina es la que se encuentra aquí enfrente -señalándola-

R: Muchas gracias -sonriendo- ¿puedo hacerle una pregunta?

X: Claro

R: La licen... Sabe que mejor olvídelo -llendose-

Ximena se quedó con la duda más no le tomó importancia, luego de fue con Vale

X: ¿Se puede? -tocando-

V: Pasale -sonriendo-

X: Vale, ¿estas bien?

V: Supongo que si

X: ¿Cómo que supones?, no es en mala onda Vale pero te vez mal

V: Supongo que es por todo lo que esta pasando, apenas me cayó el veinte de todo y no sabes lo que me duele, se que Camilo me traicionó pero lo amo y me duele en el alma que ya no esté, se que tengo que seguir adelante pero me cuesta demasiado

X: ¿Y estás durmiendo bien?

V: Diría yo que más que bien, he estado durmiendo más que nunca, creo que es más todo lo que estoy sintiendo

X: Mira, se que no es fácil pero tienes que soltar, no te hace bien que estés así

V: Suena muy fácil para ti Ximena pero imaginate -parándose de su silla- encuentras a tu prometido engañandote con tu hermana, luego te dice que no sirves para nada ni como mujer, después de eso lo matan sin razón ¿crees que es fácil para mi? No tienes ni la más mínima idea de lo que estoy sintiendo -con los ojos llorosos-  déjame sola por favor

X: Pero Vale...

V: Pero nada Ximena -enojada- por favor retirate

Ximena salió de la oficina de Vale, estaba preocupada por ella ya que sabía que no está bien pero nunca imagino de todo lo que hacer. Valentina se quedó ahí, trato de relajarse y empezó a realizar algunas cosas de trabajo, en realidad tenían bastante trabajo pero ahí se dio cuenta que el presidente no hacía demasiado, después de hacer todo lo pendiente siguiente revisando los muebles y pido algunos, luego de eso mandó a llamar al encargado de personal

LR: Que se le ofrece

V: Ramírez, he decidido que me haré cargo de mi antiguo puesto, eso no quiere decir que deje Presidencia puesto que por lo menos un año debo de estar yo a cargo

LR: Entiendo, ¿quiere recibir la nómina de los dos puestos?

V: No, solo recibiré la de vicepresidenta, lo restante lo usaremos para dar mejores condiciones de trabajo para nuestro personal

LR: Muy bien, ahora hago los cambios que me solicitó, los trabajadores están muy felices con su Presidencia, la felicito nuevamente -saliendo-

Valentina se quedó nuevamente sola, si de algo estaba segura es que había tomado mejor decisión, con el dinero que ganaba Camilo como presidente a la larga se podrían hacer muchas mejoras en la empresa,   Valentina al ser tan apegada con su papa le habia aprendido muchas cosas, cuando era pequeña los compañeros de su padre decían que tenía el mismo corazón que el, a pesar que el nunca fue dueño de algo propio llegó a tener puestos donde tenía gente a cargo y siempre le enseñó a su pequeña que lo más importante era la gente ya que ellos hacían a la empresa y la llenaban de vida así que eso haría ella. Estuvo un rato mas recordando a su padre y lo mucho que extrañaba hasta que se dio cuenta de la hora que era, el reloj marcaba las 10 en punto, apago su computadora, tomó sus cosas y salio de la oficina, como ella lo sospecho no había nadie, salio de la empresa y se fue a su casa, en cuando llego solo se cambio y se metió a la cama para en un rato más aparecer de nuevo pero esta vez como Angélica, ella hizo lo mismo que siempre, esta vez optó por un vestido menos extravagante, tomo su bolsa no sin antes llevar el objeto que le ayudaría a salir victoriosa.

Continuará...

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora