Capítulo 20

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El día siguió con total normalidad aunque un poco atareado, eran casi las 8 de la noche y Valentina seguía trabajando, la mayoría de los empleados ya se habían ido, a Rafael se le hizo raro que Valentina que haya ido a su oficina para irse así que él fue a la suya

V: ¡Adelante!

R: ¿Todo bien? -entrando- ya es tarde hermosa -acercándose a ella-

V: -viendo la hora- Cierto, perdoname, se me fue el tiempo, tenía bastante trabajo y cosas que revisar y firmar

R: Tranquila -sonriendole- por mi no te preocupes preciosa pero creo que ya necesitas descansar -abrazándola por la espalda-

V: ¿Tú crees? -acariciándole los brazos- de todas maneras necesito terminar

R: Mira, ahorita nos vamos y mañana yo te ayudo -sonriendole-

V: Está bien -sonriendo- vámonos

R: Vámonos preciosa -tomándole la mano-

Ellos salieron tomados de la mano, ya casi no había nadie en la oficina así que no causó mucho revuelo, esa vez se fueron al departamento de Valentina ya que había cena ahí para que comieran

V: ¿Te molesta si me voy a cambiar? -entrando- estos tacones me cansaron demasiado

R: Para nada -sonriendole-

V: Está bien, ahorita regreso -saliendo a su cuarto -

Ella sacó su pijama que consistía en un conjunto de unos shorts de seda roja que apenas y cubría su trasero y una playera sin mangas con encaje en el pecho, puso la pijama en la cama y se empezó a cambiar, cuando estaba en ropa interior Rafael entró a su cuarto sin hacer ruido, ella se estaba mirando en el espejo cuando él llegó por atrás y la abrazo

V: Eres un desobediente -riendo-

R: Vine a ver si estabas bien -jugando- que tal si necesitabas ayuda y veo que si

V: No estoy muy segura que tú me ayudes a  vestirme más bien sería lo contrario -riendo-

R: Tienes razón -sonriendole- pero dime ¿Cómo me puedo resistir a ti? Mírate Vale, eres una diosa, tienes un cuerpo perfecto, me trae loco tus curvas pero cuando miro tu rostro y veo tus ojos tan bellos y es sonrisa que me regalas me pierdo -dándole un beso- además, uno no es de palo -riendo-

V: Te adoro -volteandose para quedar frente a el- deja me  cambio para salir a comer

R: Sí tengo hambre pero no precisamente de comida -acercandola mas a su cuerpo-

El le tomo la cara tiernamente con sus manos para besarla, ella hizo lo mismo, aunque al principio el beso fue tierno se fue tornando más candente, las lenguas empezaron a bailar entre ellas mientras los dos disfrutaban de aquel beso,  el puso una de sus manos en sus espalda baja haciendo que ella se estremeciera, cuando les faltó el aire se separaron, el se quitó la camisa dejando su torso a disposición de Valentina, ella puso sus manos sobre este y lo empezó a acariciar haciendo que poco a poco los dos se necesitarán más, fue bajando poco a poco hasta llegar a la hebilla de su pantalón provocando que el deseo aumentará, ella retiro el pantalón dejando al descubierto su protuberante erección, el la acercó más a su cuerpo haciendo que sus intimidades rosaran, la excitación era más evidente el los dos, empezaban a soltar pequeños gemidos, fue entonces cuando el bajo sus manos por su vientre llegando a la orilla de sus bragas, las bajo lentamente y acaricio su feminidad haciendo que ella soltara un gemido de placer, los juegos, las caricias, los gemidos siguieron por rato hasta que los dos se sentían al borde del precipicio, el la tomo por su trasero y la cargo poniéndola en su cama, de un solo movimiento la embistió haciendo que ella soltara un gemido y rasguñará su espalda, el placer recorría cada milímetro de su cuerpo, Valentina se arqueaba con cada embestida, ella estaba fuera de si, luego de un rato de embestidas rítmicas soltaron al unísono soltaron un gemido indicando que habían llegado al clímax, él le regaló unas embestidas más y salió de ella, se recostó a su lado y ella lo abrazo, Rafael le dio un beso en la cabeza, estuvieron un rato callados disfrutando del silencio hasta que ella habló

V: Es increíble lo que me haces sentir -sonriendole-

R: Cuando hay cariño o amor los cuerpos se reconocen, mi corazón reconoce los latidos del tuyo y eso hace que todo sea mágico -dándole un beso-

V: Oye, ¿No se supone que venías para que descansará? -riendo-

R: Si pero estoy seguro que después de esto descansarás como una bebe -sonriendo- antes de ir a dormir, ¿quieres algo de cenar?

V; Si, tengo mucha hambre, ten en cuenta que hicimos ejercicio -riendo-

R: Tienes razón, vamos

Ellos se pusieron la ropa y salieron a la cocina, cenaron mientras platicaban, cuando terminaron Rafael se tenía que ir

V: ¿En serio te tienes que ir?

R: Si preciosa, mañana quedamos en llegar temprano así que necesito irme

V: ¿Y si te quedas aquí? Mañana nos despertamos temprano, pasamos por tu ropa y nos vamos a la oficina ¿Si? -ella hizo un puchero-

R: Está bien -sonriendole- usas tus encantos en mi contra -dandole un beso-

V: Creo que es justo y necesario que tengas unos cambios de ropa aquí -riendo- vamos a dormir

Así terminaron su noche con el mejor plano, los dos bajo las cobijas abrazados viendo el cielo que se observaba desde la ventana, el la tenía abrazada mientras Valentina estaba recostada en su pecho, los dos se quedaron profundamente dormidos hasta que sonó la alarma, esta vez más temprano de lo habitual, Rafael se despertó por el ruido de está y la apagó, le acaricio la cara para despertarla

R: Guapa, ya es hora de levantarse -sonriendo-

V: 5 minutos más -volteandose-

R: Tenemos que trabajar bella -dándole un beso- mientras te despiertas voy haciendo el desayuno

El se levantó y empezó a preparar algo para que comieran los dos, cuando estaba casi listo Valentina se despertó, fue a la cocina y se recargo en el hombro de el

V: No sabía que sabías cocinar -sonriendole-

R: Bueno ahora lo sabes y cuando quieras te puedo cocinar -abrazándola- vamos a desayunar para irnos

Ellos desayunaron entre risas, se metieron a bañar y Valentina se cambió, ese día se puso un vestido pegado en color negro con encaje en las mangas el cual eligió Rafael se maquillo como acostumbraba y se alació el cabello, cuando estuvo lista se fueron a la casa de Rafael, el se puso un pantalón de vestir ajustado en color gris y una camisa en color negro, se puso el saco del pantalón y unos zapatos negros y así salieron hacia la oficina, llegaron antes que todos y empezaron a trabajar, duraron un par de horas y acabaron, Valentina le digo a Rafael que se sentarán en un sillón que tenía en su oficina, él le hizo caso y le dijo que se recostara en sus piernas, el le acariciaba el cabello mientras ella lo veía

V: Me gusta mucho estar contigo -sonriendo-

R: A mi también preciosa -dandole un beso- por cierto, creo que sí sería buena idea dejar algo de ropa en tu departamento -sonriendole picaramente- 

V: Te dije -sonriendole- creo que vamos a pasar bastante tiempo ahí -riendo-

Platicaron un rato más hasta que Valentina se quedó dormida pues la noche anterior no habían dormido mucho, unos minutos después Rafael se quedó dormido, la gente empezó a llegar, Ximena necesitaba que Valentina firmara unos documentos así que entro a la oficina sin tocar...

Continuará

Hola! el dia de hoy me paso por aquí para hacerle una pregunta, ¿les gustaria que agregara imágenes de los atuendos?

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora