Capítulo 76

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El ansiado sábado llegó, los dos se despertaron al primer sonido de la alarma

V: Buenos días -sonrío emocionada-

R: Buenos días futura señora Cervantes -le dio un beso- ¿Cómo dormiste?

V: Lo poco que dormí, dormí bien

R: ¿Te sentías mal amor?

V: No, la emoción no me dejó dormir - se rió- ¿Y tú?

R: También dormí bien -sonriendole- no quisiera pero ya tenemos que levantarnos

V: Lo se, pero te tengo una propuesta

R; A ver, te escucho

V: Bueno, sabemos que no será una boda tan tradicional ni mucho menos grande pero si me gustaría hacer algo, ¿Que te parece si yo me cambio y me arreglo aquí y tú lo haces en el cuarto de a lado? Así para los dos será una sorpresa vernos listos hasta que nos vayamos

R: Me parece buena idea -sonriendole- entonces me despido, nos vemos al rato amor, ya estoy ansioso de verte

Rafael le dio un beso y se dirigió al vestidor para sacar el traje que aún estaba en la bolsa así que Valentina no lo podía ver, ella por su parte se metió a dar un baño, se tomó más tiempo de lo habitual para tranquilizarse un poco, a pesar de todo estaba nerviosa y emocionada, desde niña soñaba con casarse con el amor de su vida, cuando se comprometió con Camilo estaba emocionada pero nada comparado a como se sentía con Rafael, todo era distinto pues a pesar de amar a Camilo ninguno de los dos se habían puesto a organizar su boda, hasta después de unos años comprometidos ella le había contratado a alguien para que lo organizará, quizá en el fondo sabía que el no era la persona con la que estaba destinada a vivir por el resto de sus días, en cambio, con Rafael todo había sido diferente, ni siquiera tenían un año de novios cuando se comprometieron, muchos podrían decir que era muy poco tiempo pero ella creía que al final el tiempo no importaba mucho, lo único que era realmente importante era ese amor que se tenían, ahora estaba cumpliendo muchos sueños que tenía de pequeña, tenía una empresa que al parecer llevaba a la perfección, como profesionista era bastante reconocida por su estupendo trabajo, en lo personal estaba apunto de casarse con un hombre transparente, dulce, y maravilloso al que amaba con su vida y que sobre todo estaba segura que el la amaba de la misma manera y por si no fuera poco estaban esperando a un bebé producto de ese amor, sin dudarlo se sentía completa. Dejo el sentimentalismo a un lado y en cuanto salió de bañarse se empezó a maquillar, quería algo que resaltara en ella así que empezó a jugar con los colores de las sombras, después de un rato había terminado el maquillaje, cuando vio la hora se dio cuenta que tenía el tiempo justo para acabar de arreglarse así que se puso manos a la obra.

Rafael estaba en el cuarto de a lado, de igual manera se dio un baño y en seguida se puso aquel traje que eligió para ese día tan especial, ya cambiado decidió peinarse un poco distinto a lo habitual, se puso el perfume que sabía que a Valentina le encantaba, como sabía que ella se iba a tardar más decidió escribir algo para ella pues si plan era ir a comer a algún lado y el había reservado una habitación en un hotel para hacer todo más especial, tardo un buen rato escribiendo el detalle para la que en unas horas sería su esposa cuando se dio cuenta que ya era hora de irse, el bajo esperando encontrar a Valentina aunque no había sido así, estuvo esperando unos minutos y al ver qué no bajaba decidió hablarle

R: Vale, amor, ya tenemos que irnos -gritó desde la sala-

V: ¡Voy!

Espero un par de minutos más y cuando iba a volver a llamarle vio que ella iba bajando las escaleras corriendo, desde que la vio salir de la habitación su corazón se aceleró, sabía que se iba a ver preciosa pero nunca imagino que tanto, había elegido un vestido bastante sencillo en color blanco con detalles en encaje, de igual manera este enmarcaba su figura dándole ese toque de sensualidad que a él tanto le gustaba en ella, había elegido unos tacones altos en color nude que estilizaban sus piernas, el maquillaje era natural pero iba acorde a sus finas facciones dejándola preciosa, el estaba encantado observándola cuando ella llegó a donde estaba el.

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora