Jaime al ver que ella ya no estaba decidió preguntar si no la habían visto a lo que las personas que estaban ahí le respondieron que no. Resignado subió a su coche y se fue a su casa pensando en esa mujer, al llegar a su casa el recuerdo de Angélica seguía ahí, como si de un hechizo se tratara ni Juan Pablo ni Jaime podían sacársela de la cabeza...
Por si parte Angélica regreso a su departamento e hizo su rutina de siempre, se baño, se cambió y se metió a la cama en la espera de un nuevo día y así la mañana llegó y Valentina se despertó, últimamente le extrañaba un poco el dolor de cuerpo y ese extraño cansancio pero tenía cosas más importantes que hacer, a pesar del malestar físico se puso ropa deportiva y se fue al parque más cercano a correr para despejar un poco la mente, luego de un rato de correr se sentó en una banca a descansar unos minutos cuando se encontró con alguien inesperado
¿? : ¿Valentina? Que gusto verte después de todo este tiempo, estas aún más hermosa
V: Lamento no decir lo mismo de ti Ariel -seria-
A: ¿Por que guapa? -sentándose junto a ella- después de todo el tiempo en que estuvimos juntos la pasamos muy bien
V: ¿Es enserio? por favor Ariel, no hiciste nada mas que lastimarme y hacerme sentir que no valía nada, no se como me pude enamorar de alguien como tu
A: Te enamoraste de mi porque soy un gran hombre, en ese momento yo era un joven, por favor perdóname Vale, ahora me gustaría ser tu amigo
V: No se Ariel
A: Esta bien -dándole una tarjeta- si necesitas algo llámame -llendose-
Ella se quedó unos minutos más ahí, la tarjeta la tiro en un bote de basura y se dirigió a su departamento para arreglarse para ir a la empresa, ese día se decidió arreglar un poco más, estaba dispuesta a empezar una nueva vida, se puso un vestido algo ajustado en color negro y unos tacones a juego, un saco en color blanco y se hizo una coleta, se maquillo un poco más cargado y salió para la oficina
V: Buenos días Raquel
R: Buenos días licenciada, el informo que ya están todas sus pertenencias en Presidencia, además hoy empiezan a llegar las personas a la entrevista de trabajo
V: Okay, en cuanto empiezan a llegar pasas a uno por uno a mi oficina -sonriendole-
R: Cuente con ello -sonriendo-
Ella continuo saludando y se dirigió a su nueva oficina, al entrar no pudo evitar recordar todos lo momentos que había pasado con Camilo, todos los sueños que ella compartió con el que creía el amor de su vida y también ese fatídico día que lo encontró con Ximena, soltó un gran suspiro tu decidió llenar de nuevos recuerdos aquella oficina, al llegar dejó su bolsa y empezó a trabajar, unos minutos después alguien llamó a su puerta
V: Adelante
X: Hola Vale -entrando - te traje tus chocolates favoritos para que te sea más fácil todo estoy -sonriendole-
V: Muchas gracias Ximena -dándole un abrazo-
X: Valentina, enserio te pido perdón en serio, se que estuvo pésimo lo que hice y me sentiré culpable siempre pero no quiero perderte, eres mi hermana, mi familia, por favor perdóname -con la voz cortada-
V: Esta bien Ximena, al final creo que tenemos que seguir unidas, nadie tiene la vida comprada y la verdad me doliera muchísimo perderte -sonriendole-
X: Eso no pasará Vale -abrazándola- yo te quiero hermanita
V: Y yo a ti -sonriendole-
X: Bueno, la dejo jefa para que siga trabajando -riendo-
V: Te veo al rato loca!
Valentina quedó nuevamente sola en su oficina, si bien no podía olvidar tan rápido lo que pasó necesitaba tener a Ximena con ella, nunca fue la mejor hermana pero ¿Quién lo era? Cometió errores como todos así que podía perdonaría, al final nunca dejarían de ser eso, hermanas.
Un par de horas después su asistente le individual que habían llegado las personas para ser entrevistadas, ella llamó a los ejecutivos correspondientes y pasaron a la Sala de juntas, entrevistaron a unas cuantas personas, un par de ellas ya estaban contempladas para los puestos pero faltaba el más importante, alguien que fuera la mano derecha de Valentina ósea el Ejecutivo de presidencia, les faltaba un último aspirante así que lo hicieron pasar
V: Buenos días, yo soy Valentina Hartman, la presidenta de la empresa, aquí puedo ver que ver que viene por el puesto de ejecutivo de presidencia ¿no es así?
¿?: Es correcto -viendola- Mi nombre es Rafael Cervantes, un gusto conocerla -sonriendole-
V: Igualmente Rafael -sonrojandose-
La entrevista continuo y al final de esta Rafael quedó contratado, ella le dijo que la siguiera a la su oficina para firmar
V: Por favor siéntate Rafael -sonriendole- aquí esta el contrato para que lo firmes, si tu dime que día quieres empezar para arreglar todo además de asignar te una oficina
R: Por mi mañana mismo empiezo -firmando- le prometo que no se va a arrepentir
V: Eso espero Rafael -revisando en contrato- entonces mañana inicias a las 8 de la mañana, cuado llegues he enseñarle tu nueva oficina
R: Muy bien, la veo mañana jefa -saliendo de la oficina-
Ella se quedó nuevamente sola, según el currículum de Rafael era el candidato perfecto para estar ahí para ella, claro solo en el trabajo ¿o no?.
El día transcurrió con normalidad, Valentina salió de la Oficina dejando todo listo para el día siguiente, si bien apenas era su primer día como presidenta se sentía un poco más tranquila aunque sabía que al llegar a su casa todos los recuerdos y sentimientos la abrumarian de nuevo, no sabía cuando tiempo iba a pasar para superar todo lo que había pasado en tan solo unos días, seguía amando a Camilo a pesar de lo que la había herido o de su misma muerte, su corazón estaba demasiado lastimado, necesitaría algún tiempo para poder sanar...
Continuara...
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Las dos caras de una sola mujer
FanfictionValentina, una mujer de 28 años con una vida aparentemente perfecta, comprometida con un empresario, reconocida por los demás por su gran belleza y ternura acompañada de su enorme amabilidad, la vida le jugó en contra desde su niñez dejando heridas...