Capítulo 57

41 9 2
                                    

R: ¿Estás bien mi amor? -agarrandola de la espalda-

V: Si, solo me mareé -agarrándose la cabeza- Seguramente me levanté muy rápido

R: ¿Ya se te pasó?

V; Si, vamos

Los dos salieron, a pesar de que ella le había dicho que ya no estaba mareada en realidad lo seguía estando, el nunca la soltó hasta que llegaron al carro

R: ¿Segura que te sientes bien? Si quieres podemos ir al doctor para que te revise

V: Tranquilo, estoy bien -sonriendole- insisto, me levanté muy rápido

R: Está bien, cualquier cosa dime ¿Si?

Valentina le asintió con la cabeza y los dos regresaron a la empresa, Valentina siguió revisando las cosas que necesitaba mandar mientras Rafael organizaba todo lo que le tenía que mandar a Valentina, su nuevo puesto le daba la oportunidad de controlar un poco el trabajo que ella debía revisar así que le ayudaba a mantenerla más tranquila, la hora de la salida llegó, la mayoría de los empleados ya habían salido de la empresa, Rafael fue hacia la oficina de Valentina, ella estaba revisando algunas cosas en la computadora por lo que traía sus lentes, el al entrar y verla sonrió, no había la menor duda, estaba enamorado hasta los huesos de esa mujer 

R: Pero que guapa se ve usted licenciada

El entró a la oficina y empezó a hablarle con ese tono seductor que a cualquiera derretía, ella se levantó sonriendole y se recargo en la parte de enfrente de su escritorio a lo que el se acercó para abrazarla

R: Pero dígame usted, ¿Está soltera?

V: Mm no -levantó la mano enseñándole el anillo de compromiso que tenía- pero si usted quiere puedo estar soltera -poniendo las manos en sus hombros-

R: Soy el más afortunado en tenerte a mi lado y poder decir que esta belleza muy pronto será mi esposa -sonriendole-

V: Te amo Rafael

Ella se acercó a besarlo, en realidad este acto le sorprendió a Rafael y no tanto por qué quisiera besarlo si no por que su beso no era tranquilo y tierno como los que le solía dar si no que este era más desesperado y deseoso, el amaba saborear los labios dulces de ella, rápidamente sus bocas empezaron a danzar entre ellas, Valentina tenía sus manos en el cabello de el mientras los enredaba en sus manos mientras que Rafael tenía las manos en su espalda baja, cada vez el fuego en su interior iba subiendo, el bajo sus manos hasta su trasero y dio un apretón a lo que ella soltó un jadeo reprimido por el beso que seguían, el la cargo y la sentó en el escritorio, ella empezó a desabotonar la camisa de Rafael hasta que se despojó de ella y empezó a acariciar su espalda desnuda  haciendo que la piel de él se erizara, justo cuando el iba a quitarle la blusa a Valentina alguien tocó la puerta, Rafael nunca dejó de besarle el cuello

SP: Licenciada quería saber si necesita algo más

V: No Paula -agitada- ya te puedes retirar, nos vemos mañana

Su secretaria se fue mientras que el seguía en lo suyo, ella se separó un poco y hablo

V: Mi amor, creo que tenemos que irnos, nos pueden ver

R: Ya casi no hay nadie, además, es más padre con ese toque de peligro

Rafael le quitó la blusa a lo que ella no puso resistencia, le beso los labios para después bajar a su cuello, bajo por su clavícula besando sus senos hasta llegar a su abdomen, ella solo se dejaba llevar por las sensaciones que Rafael le provocaba, ella se bajó del escritorio y camino hacia el sillón que tenía a lo que el la siguió, continuaron con los besos y caricias haciendo que cada vez estuvieran más excitados, ella le quitó la ropa liberando su virilidad demostrando lo cuan encantado estaba de ella, Valentina empezó a acariciarlo a lo que Rafael se dejó llevar por el sumo placer que esto le provocaba, después de seguir acariciándose los dos estaban desnudos y Valentina ya estaba ansiosa de recibir a Rafael en su ser a lo que ella se lo pido, en seguida el acato la orden, se dio pasó entre sus piernas y de una sola estocada se introdujo en ella haciendo que soltara un fuerte gemido, ella lo tenía abrazado de la espalda y tenía las piernas envueltas en su cintura, el continuo embistiendola rítmicamente hasta que los dos tocaron juntos el cielo.

El se acomodo en el sillón y Valentina se recostó a su lado, la tenía completamente abrazada y una sonrisa se apreciaba en su rostro, las cosas con ella eran distintas, cada vez que tenían este tipo de encuentros descubrían una nueva forma de amarse y disfrutar juntos, rápidamente ella se quedó dormida y un poco después el también lo hizo y así los dos se quedaron plácidamente dormidos.

Ellos seguían dormidos cuando un celular los despertó, al parecer alguien estaba llamando, el se incorporó a buscar su celular pero cuando lo encontró no alcanzo a contestar

V: ¿Quién era? -adormilada-

R: No se guapa, número desconocido

V: ¿Qué horas son?

R: Las dos de la mañana, yo creo que ya tenemos que irnos para que descanses

Ella solo le asintió con la cabeza, así los dos se vistieron y salieron de la empresa no sin antes acomodar todo lo que habían tirado, en el camino Rafael era el que iba manejando y Valentina se había quedado dormida a su lado, cuando llegaron al departamento los dos se metieron a la cama y Valentina siguió dormida mientras el estuvo revisando un rato su celular cuando un mensaje de Ximena le llegó

Continuará...

Hola! me paso por aquí para agradecerles todo el apoyo que le han dado a esta historia, gracias por todos los mensajes de apoyo, por eso mismo he decidido alargar un poco más la historia para su disfrute, prepárense que van a venir muchas sorpresas, gracias por leer 💕

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora