Las dos caras de una sola mujer

Capítulo 80

Luego de leer el papel lo rompió y lo tiro a la basura, no podía creer que le estuvieran llegando ese tipo de mensajes pero si de algo estaba seguro es que el no iba a permitir que a Valentina le pasara nada, tenía que confiar en que todo iba a estar bien, al final el no creía que ella se mereciera algo así, suspiro y subió nuevamente a la recámara donde Valentina estaba profundamente dormida, el se metió a la cama y la abrazo por la espalda poniendo sus manos en su abdomen pues estaba de lado, aspiro su dulce aroma y se detuvo a disfrutar de esa cercanía, le aterraba pensar que la pudieran alejar de su lado, Valentina se había convertido en su razón de existir, su aliento para seguir, admiraba a esa mujer de sobremanera, a pesar de saber que ella había sido la responsable de que Jaime no estuviera vivo en ningún momento la culpó, simplemente la amaría y la ayudaría para poder superar eso y poder vivir con plenitud todo lo que la vida les deparará, así de tanto pensar se quedó dormido.

El sábado llegó con una mañana totalmente soleada Valentina fue la primera en despertarse gracias a un rayo de sol que entró por la ventana, al ver la hora se dio cuenta que todavía era algo temprano sin embargo se levantó, observó a Rafael quien seguía dormido a su lado, sonrió y depositó un suave beso en su mejilla para después dirigirse al baño y se metió a dar una ducha rápida, Rafael se despertó al no sentir a Valentina a su lado fue entonces cuando escucho el agua caer y decidió ir a su encuentro

R: Muy buenos días -la tomo por la cintura mientras depositaba besos en su cuello pues estaba de espaldas a él-

V: Rafa, me asustas -ella se volteo quedando frente a el- ¿Que haces aquí, no estabas dormido? -le sonrió divertida-

R: Si pero quise compartir un baño con mi esposa -el la beso dejando unos pequeñas mordidas en sus labios, amaba besarla- No entiendo cómo le haces para cada vez verte más hermosa, pareces una diosa

El sabía que ella le iba a decir algo así que la beso, poco a poco el beso subió tono hasta que empezaron esa mañana haciéndose el amor en la regadera demostrándose nuevamente cuando te amaban, después de ahora sí bañarse salieron para vestirse, Rafael se puso unos jeans y una camisa cuadrada en color rojo remangada con ese estilo que el siempre solía usar, ella se puso de igual forma unos jeans ajustados de la piernas y una blusa suelta en color rosa palo la cuál tenía un ligero escote que le hacía mucha justicia a su pecho, se hizo una coleta  y se maquillo muy ligero, tomo sus tenis  favoritos y estuvo lista así que salió del vestidor

R: Es usted la mujer más guapa señora Cervantes -le tomo la mano para después darle una vuelta-

V: Pues usted no se queda atrás aunque... -se quedó pensativa- no entiendo esa maña tuya de dejarte la camisa a medio abrochar

Valentina empezó a abotonar la camisa de el mientras que Rafael la tenía agarrada de la cintura mientras la observaba divertido, le encantaban esos toques de celos que tenía

V: Así está mejor -sonrió- ¿Nos vamos?

R: Vámonos

Salieron de su casa rumbo a un restaurante cercano al hospital, comieron algo rápido y cuando acabaron ya se iban a la tan esperada consulta con su ginecóloga

V: Amor, ¿Me esperas? Voy rápido al baño antes de irnos

R: Está bien, yo te espero

Valentina sonrió y se dirigió al baño, en cuanto ella se separó un poco de la mesa el celular de Rafael empezó a sonar, el al ver que la llamada era de Fernanda contestó algo asustado

R: ¿Fernanda? ¿Que paso, todo bien?

F: No Rafael, necesito que vengan a mi consultorio hoy mismo

R: ¿Pero que pasó?

F: Al parecer alguien se dio cuenta de lo que estábamos investigando y dio con lo mismo que nosotros, Valentina es la culpable, no sé si el planee decirle a la policía o si el mismo tome venganza, necesitamos movernos ya

R: No, esto no puede estar pasando -se llevó la mano a la cara, estaba frustrado a más no poder- ¿Tenemos que decirle a Vale?

F: Por supuesto que sí Rafael, creo que lo mejor es que ella sola se entregue, así se...

R: Claro que no Fernanda, ¿No entiendes la gravedad d asunto? ¡Valentina está embarazada! No puede estar en la cárcel

F: Rafael, créeme que trato de entenderte pero no podemos hacer nada más, sea como sea ella es la culpable de todo y tiene que pagar por lo que hizo, lo que estoy haciendo es para ayudarte

R: No me estás ayudando en absolutamente nada, si lo hicieras hubieras evitado todo esto y hubiéramos dejado este tema por la paz pero no, quisiste aprovecharte y sentirte la investigadora y ahora por tu culpa Valentina está en peligro -respondió enojado- de una vez te aviso que no vamos a ir a ningún lado, ya no quiero que me llames ni nada, de ahora en adelante yo veré que hago

F; Pero Raf...

R: Nada, te agradezco que hayas ayudado a Valentina pero en este punto parece ser que más que ayudarla la perjudicaste, lo último que te pido es que no digas nada, solo eso

Rafael colgó la llamada frustrado, ahora la verdad había salido a la luz, no sabía que iba a pasar con Valentina, no sabía que hacer para ayudarla, lo único que quería era estar seguro con ella, tener la certeza que nada ni nadie los iba a separar, fue entonces cuando la solución llegó, nadie los podría encontrar si ellos ya no estaban en la ciudad...

Continuará....

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