Capítulo 65

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V: Los medicamentos que me mandó Fernanda igual no los pueda seguir tomando y si es así tendría que interrumpir el tratamiento regresando al principio -se incorporó de donde estaba quedando sentada-

R: Tranquila mi amor, debe de haber alguna solución, mañana en la mañana le habló para preguntarle y que ella misma nos diga que sigue

V: Pero si los dejo de tomar todo va a volver a ser como antes, yo no puedo controlar lo que hago y quizá si eso pasa yo les...

R: No va a pasar eso, primero debemos hablar con ella y que nos diga que opciones hay, todo en esta vida tiene solución -el le tomo la mano y la volvió a recostar-

V: Siempre me tranquiliza escucharte -sonriendole- eres mi paz

Rafael le sonrió para después darle un beso, el le acariciaba la espalda mientras estaba sumergido en sus pensamientos, la emoción seguía corriendo por sus venas y eso le impedía dormirse, hacía planes de lo que quería hacer con Vale y ahora con su bebé, el se quedó en sus pensamientos hasta que se dio cuenta de la hora, al querer voltearse se dio cuenta que Valentina ya estaba más que dormida entre sus brazos, él sonrió y se acomodo mejor quedándose dormido de igual forma.

A la mañana siguiente Rafael se despertó cuando Valentina salió hacia el baño, aunque a él no le gustaba que ella se sintiera mal una sonrisa se dibujó en sus labios al recordar el motivo de sus náuseas, el se acercó al baño pero no entro pues sabía que ella se iba a molestar si entraba, minutos después ella salió con la boca y la cara lavada, sin embargo a diferencia de otras veces y parecido a Rafael salió con una sonrisa en su rostro

V: Buenos días -ella se acercó a darle un beso en los labios a lo que el respondió-

R: ¿Cómo te sientes? -el le acariciaba la espalda mientras se dirigían nuevamente a la cama-

V: La verdad no es muy agradable despertarse con náuseas, estoy un poco mareada y estoy muy cansada pero soy muy feliz -dijo sonriendole- ahora que ya se el motivo de mis malestares no me molesta en lo absoluto

R: Pensé que ibas a tardar un poco más en asimilar la noticia y tomarla tan bien pero ahora veo que no fue así -sonriendole-

V: Yo pensé lo mismo pero ayer estuve pensando un rato y entendí que nunca vamos a tener el control de la vida o lo que pase en ella, yo estuve mucho tiempo con la idea y el sueño de ser mamá y otro tanto sufriendo por no poder serlo, sería muy egoísta de mi parte que ahora que estoy embarazada no lo disfrute o me ponga a buscarle todo lo malo, yo estoy dispuesta a disfrutar esta etapa muchísimo, mi amor, estamos cumpliendo un sueño, prométeme que no vamos a dejar que los miedos nos impidan vivir esta etapa como se debe

R: Te lo prometo amor -se acercó a darle otro beso- me encanta verte así, tan animada, tan plena, también te prometo que yo no voy a dejar que nada les pase, está va a ser una de las cosas más bonitas que vamos a vivir -sonriendole-

El la llevó nuevamente a la cama, le había dicho que estaba cansada y siendo un domingo no tenían por qué levantarse tan temprano, como era de esperarse ella se acostó a su lado, mientras la tenía abrazada haciéndole cariños

R: ¿Quieres que le hable a Fernanda de una vez?

V: Si por favor, ¿No prefieres que lo haga yo?

R: No tranquila, yo lo hago -sonriendole-

Rafael tomó su celular y le marco  a Fernanda, el dudo un poco en ponerla en altavoz pero al final lo hizo esperando que no saliera nada al tema

F: ¿Bueno?

R: Buenos días Fernanda, soy Rafael

F: Hola Rafael, ¿Cómo están?

R: Mejor que nunca -él le sonrió a Vale- te llamo para preguntarte algo que nos tiene un poco inquietos

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora