Capítulo 71

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V: Tú nunca me ocultarías algo grave solo para no "lastimarme" ¿verdad?

R: ¿Por qué la pregunta Vale? -contestó un tanto nervioso-

V: Solo por curiosidad, digo hablamos hace rato sobre eso y tu mismo dijiste que tratabas de protegerme, simplemente quería saberlo pero veo que no es asi, yo se que puedo confiar en ti, nunca harías algo así -ella le sonrió- por cierto, mañana temprano tenemos que ir al laboratorio para que nos hagan los análisis prenupciales -dijo emocionada-

R: ¿Mañana? Pero si es domingo

V: Si pero saque cita ayer y por eso nos van a recibir, por ser domingo nos los entregan hasta el martes pero no hay problema, ya está todo arreglado, eso es lo único que nos falta -sonriendole- ya hablé con Lalo y me dijo que si, ¿Tu hablaste con Luis?

R: Si, también me confirmó -sonriendole- quiero que está semana se nos pase lo más rápido posible, ya quiero ser oficialmente tu esposo -se acercó a darle un beso- aunque todavía nos falta la boda por la iglesia ¿Verdad?

V: Si amor, está será algo pequeño pero muy importante, la boda por la iglesia ya será la grande -en sus ojos se notaba la ilusión con la que lo decía- como que no te veo muy convencido de ir a los análisis, ¿Que ya te arrepentiste de casarte conmigo? -dijo jugando-

R: De eso nunca me podría arrepentir -le tomó una de sus manos y la beso-

V: ¿Entonces?

R: Es que me dan miedo las agujas -le respondió un tanto apenado-

V: -Valentina por más que trato no pudo evitar reírse- ¿Es en serio? -el asintió con la cabeza- ay tranquilo, no pasa nada, verás que ni siquiera lo vas a sentir -sonriendole-

Ellos siguieron platicando mientras comían, cuando terminaron regresaron a su casa ya que era algo tarde y al siguiente día tenían que despertarse temprano, Valentina subió a su habitación y se metió a dar un baño mientras Rafael se quedó en la sala pensando en la conversación que había tenido con Valentina, ella misma le dijo que quería saber siempre la verdad sin importar si está doliera pero ¿Cómo iba a decirle que probablemente había matado a su mejor amigo? Eso no era nada fácil de asimilar, sabía que se lo tenía que decir pues muy en el fondo sabía que esa era la única verdad aunque el no lo quisiera reconocer, necesitaba hacer un plan para poder salir bien librados, no iba a permitir que Valentina terminará en un lugar indeseable, las cosas con Fernanda no habían tenido avance así que quizá eso era una buena señal pero de igual manera no se podía confiar, necesitaba tener todo bien armado, el seguía sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta que Valentina ya había terminado de bañarse hasta que ella se acercó a el con una sonrisa, Rafael la observo de pies a cabeza y le sonrió, ella llevaba una pijama fresca tipo batín de seda en color negro bastante corto mientras su cabello aún algo mojado caía sobre su espalda, en sin pensarlo dos veces la sentó en sus piernas y la besó

V: ¿En qué pensabas? Te vi distraído

R: En ti -el acercó su rostro al de ella y lo acarició con su nariz- en lo feliz y afortunado que soy de tenerte

V: Ay ya que me vas a hacer llorar -ella se abrazo más a el- ando muy sensible y tú diciéndome estás cosas

R: Es la verdad, soy el más afortunado en tenerte o más bien dicho en tenerlas -el puso una de sus manos en la pequeña pancita que empezaba a sobresalir del cuerpo de ella-

V: Hablando de eso te quiero enseñar algo -ella se levantó de sus piernas y salió casi corriendo al vestidor, minutos después ella regreso emocionada con una bolsa de papel- ¿Te acuerdas que el otro día tuve que salir a una comida con unos socios y no me pudiste acompañar? -el asintio- pues la comida fue en un restaurante de una plaza y cuando salí pase frente a una tienda y no pude evitar entrar y comprar esto

Las dos caras de una sola mujer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora