Venezuelan Roomies

56. ¿Nos casamos o qué?

Aaliyah’s P.O.V

Escucho mi teléfono sonar y contesto confundida al ver que es Luisma.

— Epa, Luis Manuel —Saludo al llevarme el celular a la oreja mientras me veo en mi espejo, procurando que mi maquillaje no tenga ningún error.

— Por favor, sálvame —Contesta al otro lado de la línea y suena casi como un ruego.

— ¿Qué pasó? ¿De quién te voy a salvar?—Pregunto conteniendo la risa.

—De lamparear. —Ahora si me rio con ganas — ¡No te rías, negra! ¡Yo quiero ser cheff, no trabajador de Corpoelec!

— ¿Dónde estás metido, gafo? —Inquiero tomando las llaves mientras salgo de mi cuarto.

— En casa de David, me invitaron a ver kike una película con Arianny, Anisha y Erick, y aquí estos mamaguevos lo que están es haciendo cebo —Me explica lamentándose. Me sigo riendo mientras salgo del apartamento para bajar e ir al carro—. ¡Sácame de aquí!

— Voy para allá, te traigo, me cocinas, vemos una película y luego me largo porque tengo que salir con el marido mío —Le propongo.

— ¡Si a todo! —Acepta emocionado como un carajito, y yo sonrío aunque no pueda verme para luego colgar.

Luis Manuel varias veces es infantil, payaso y muchos lo tachan de inmaduro, yo personalmente lo considero alguien alegre que siempre te estará regalando sonrisas y haciéndote ver el lado bonito de la vida. Si bien no es mi mejor amigo —ya que ese puesto lo ocupa Sebastián, quien se autoproclamo de esa manera hace bastante tiempo—, es de los mejores que he podido conocer y creo que se merece todo lo bonito del mundo.

Subo al jeep para comenzar a conducir hacia la casa de David y, cuando llego, toco la corneta un par de veces. Luis Manuel sale casi corriendo y sube rápido al asiento de copiloto para abrazarme.

— Eres la mejor amiga del mundo, Laya. —Deja un beso en mi mejilla y yo me rio antes de empezar a manejar— Entonces, ¿Vas a salir con Apolo? ¿Por eso tan arreglada? ¿Es algún evento importante?

Frunzo el ceño. Ok, tanta preguntadera es sospechosa.

— Sí. Me arreglé igual que siempre. No —Respondo cada pregunta.

— ¿Cómo que no es un evento importante? – Suena ofendido.

— Luis Manuel, salgo con Apolo siempre, no veo porque sería importante o diferente esta situación —Digo al tiempo que lo veo de reojo— ¿Algo más, Pepito preguntón?

— No, nada —Contesta y se calla durante unos segundos— ¿Pero no habrá nada especial esta noche?

— ¿Qué coño de la madre sabes o quieres saber que me estás preguntando tanto? —Interrogo mirándolo con sospecha, antes de volver a mirar el camino.

— No, no. Nada. —Alza las manos en son de paz y entrecierro los ojos con duda. Esto es raro— Solo quiero saber qué tal va tu vida, llevamos como un mes sin chismear bien.

— Eso es porque estaba atareada con todo lo de la graduación y ahora recién me desocupo —Me excuso.

— Si, si, mamagueva. Después te ven metida ahí en casa del marido tuyo ¡Claro! ¡Como él te da webo, pendeja!

— Obvio, papi. —Le guiño un ojo cómplice ¿Quién dijo pena?— Sabes que te adoro, Luisma.

— Si, marditica. —Suelto una carcajada por lo rencoroso que suena— Por lo menos tengo en claro que tu vida amorosa va bien.

— Mi vida amorosa es con tu mejor amigo, ni siquiera deberías dudar de que esté bien.

— Tienes razón —Concuerda y luego sonríe de esa manera tierna tan suya—. En algún momento quiero tener una relación como la de ustedes, tan bonita, divertida y real.