46. Hakuna Matata

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Erick's P.O.V

Alegría.

Es un sentimiento, una emoción, y un personaje de una caricatura.

Es exactamente lo que siento estando en mi cuarto, en mi cama, abrazado a Anisha mientras vemos nuestra película favorita.

- Coño, ya va – Any toma su celular, que vibra sobre la cama. –. Es mi mamá. Debo contestar.

- ¿Pauso la película? – Le pregunto mientras se levanta, acomodándose el pantalón tiro alto al cual ya le desabrocho los primeros dos botones porque las asfixiaban.

¿Qué les puedo decir? Confianza de mejores amigo.

Ya quisiera yo que fuera de pareja.

Sicierto

- No, tranqui. Vengo rápido – Sale del cuarto para hablar con más privacidad en el pasillo. Mis papás de seguro estarán en la cocina con Eliot, mi sobrinito de tres años, y mi hermana debe andar en la panadería.

Any aun no ha vuelto cuando empieza mi escena favorita de toda la película.

Canto la icónica canción mientras muevo los hombros al ritmo de la música.

- Sin preocuparse es como hay que vivir. A vivir así... ya que aprendí... ¡Hakuna matata!

- ¡Me la mamas en asterisco si crees que yo voy a dejar a esas cosas quedarse en mi casa! ¡La basura va pa' la basura! – Escucho la voz de una Anisha alterada, por lo que me paro como un peo de la cama. Salgo al pasillo y la veo hablando por teléfono aún.

– ¿¡Es que el acaso piensa que yo vivo en un hotel!?... ¡Tú ya no me pagas el alquiler! ¡Ahora soy yo la que se jode estudiando y trabajando!... ¡Pues, me hubieras pedido que se quedara en mientras aun lo pagabas tú!... ¡Jueputa, son cuatro personas, vieja! ¡Mi casa es chiquita!... ¡No deberías defenderlo! ¡Te dejo embarazada de morochos, mujer! ¡Ten un poquito de dignidad!

Ah, ya. Está hablando de su papá.

No la interrumpo. Dura unos minutos más discutiendo con su mamá, luego cuelga, suelta un suspiro y se da media vuelta, para sobresaltarse al encontrarme detrás de ella.

- ¡Erick! ¿Tú eres marico o te rascas el culo con una salchicha, nojoda? – Se lleva una mano al pecho, sobresaltada.

- Es que quiero una abrazo de la reina más preciosa de todo el mundo – Abro mis brazos para recibirla en un abrazo.

Siempre quiero un abrazo de ella, pero sé que justo ahora ella lo necesita, aunque nunca lo admitiría. Normalmente cuando se altera, la relaja que le demuestren que tiene apoyo.

- Erick.

- Any.

- Erick Benjamín...

- ¡Tú solo abrázame, nojoda! – La jalo hasta tenerla entre mis brazos. Ella acaba correspondiéndome y oculta su rostro queda casi que en mi sobaco.

Suele pasar cuando mides 12cm más que quien abrazas.

- ¿Qué tal si vamos a comer algo a la panadería? – Le pregunto al separarnos.

- ¿Y la película, rey? – Pregunta divertida.

Amo que me diga rey.

Amo ser de las pocas personas que trata con cariño.

¡Ay, la amo a toda ella y punto!

- Culo con eso. Tenemos hambre, y la película puede esperar... A menos que se vaya la luz.

Venezuelan RoomiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora