2. Esa chama es odiosa. Me cae mal.

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Anisha's P.O.V

— ¿Segura que no quieres que me quede, mi amor? — Le pregunta la señora Nazareth a su hija — Nosotros no tenemos problema. Ahí vemos como nos acomodamos en tu cuarto.

— ¡No! — Dice rápido la chica, pero luego recupera la compostura y exhala — Váyanse tranquilos, mami. Yo voy a estar bien aquí. — En su rostro hay una sonrisa, pero se ve por todos lados que está muy incómoda y apurada porque su familia se vaya.

Admito que me estoy aguantando la risa horrible. La carajita se ve asfixiada de tanto que la tratan así.

— Bueno, mi niña. Que Dios y la Virgen te protejan siempre. Cuídate mucho. — La señora abraza a su hija menor y noto que tiene los ojos enrojecidos.

Todos se despiden, luego la familia sale del apartamento para que luego Ainhoa cierre la puerta y me vea con una sonrisa antes de correr, y agarrar impulso para aterrizar en el sofá.

Ainhoa aparenta ser ese tipo de chicas que ama disfrutar cada etapa de su vida, y a la que le llueven los hombres. Su piel es blanca y cabello negro, ojos marrones tirando a verde, y sus labios son rosáceos. Es delgada, pero no como una anoréxica, sino de una manera más linda, como una bailarina de ballet, y con sus buenos atributos que no llegan a lo vulgar. Es de mi altura así que se puede decir que es... promedio.

Lleva puesto un pantalón jean a las caderas y una blusa roja holgada, en los pies lleva unos zapatos Adidas blancos con negro. No lleva maquillaje al parecer, y me gusta eso porque se ve muy linda estando tan básica.

Muy linda, e inspira ternura e inocencia, pero no sé porque algo me dice que es todo lo opuesto.

— ¡Por fin! ¡Soy libre! — Grita mientras ríe, al igual que yo. Creo que me llevaré muy bien con esta chama — Entonces, Anisha ¿Qué me cuent...?

Ella deja de hablar porque se escucha el timbre del apartamento, así que se levanta y va hacia la puerta para recibir a quien sea que haya tocado.

— ¡Buenos días, hermosa damisela! ¡Le doy la bienvenida a nuestra humilde... morada! — Ainhoa hace una reverencia, invitando a quien sea que este ahí a pasar.

Lo siguiente que veo es a una chica de piel blanca y cabello oscuro rizado hasta la cintura, cara ovalada y definida con ojos cafés y labios gruesos. Tiene buenas curvas, es más o menos de nuestra altura, y sus rasgos son inocentes. Lleva una franelilla unicolor verde pastel, pantalón de jean rasgado, zapatos Adidas blancos y sin maquillaje, al igual que Ainhoa.

Lo que me divierte es que la chica tiene una cara tipo "¿Te pica el culo, loca?"... Bueno ¿Quién no se confunde cuando la reciben así? ¡Ni que estuviéramos en la edad media o qué sé yo!

— Ignórala, está loca. — Ainhoa me mira fingiendo indignación mientras la castaña se ríe — Soy Anisha ¿Eres Arianny o Alysia? — Pregunto recordando los nombres que me dieron por mensaje cuando hicimos el trato de alquilar este apartamento entre cuatro personas.

— Alysia, es un gusto — Se presenta con una pequeña sonrisa a boca cerrada.

— Yo soy Ainhoa — Se presenta la pelinegra —. No crean que me van a excluir. Yo también viviré con ustedes así que me aguantan. — Todas reímos.

— ¿Y que estudian? — Pregunto curiosa, intentando empezar una amistad con ellas ya que, a pesar de todo, ahora viviremos juntas.

— Yo ingeniería en sistemas — Me dice Alysia.

— Diseño gráfico ¿Y tú?

— Medicina — Les respondo —. Tienen enfrente a una futura cirujana plástica, o sea. — Meneo mi cabello haciéndolas reír

— Bueno, sabes que me tienes que hacer la rinoplastia — Me advierte Alysia antes de regalarme una sonrisa divertida, mostrando sus brackets.

— ¡A mí me operas las tetas! — Reclama Ainhoa haciéndonos reír, pero el timbre vuelve a sonar así que me levanto a abrir mientras Alysia y Ainhoa siguen riendo un poco.

Abro la puerta para encontrarme con una chica de tez algo morena y cabello ondulado oscuro que le llega hasta la cintura. Su rostro es perfilado, su nariz definida, y sus ojos felinos de un color verde. Tiene muy buenas curvas y es un poco más baja que yo.

Lleva un pantalón de jean oscuro y una camiseta negra con algunas aplicaciones plateadas, mientras que en los pies lleva unos Nike color vino. No lleva maquillaje —de lo que me doy cuenta al ver las varias pecas que tiene en los pómulos— lo que parece casi increíble por lo carnosos que se ven sus labios.

¿Que pacto con el diablo tengo que hacer para que mis labios se vean así de carnosos sin tener una pizca de maquillaje?

— Ehm... ¿Campos, Elbittar o Espino? — Pregunta algo incomoda.

— Anisha Espino ¿Tú eres...? — Pregunto esperando que me diga su nombre

— Aaliyah Castillo. — Yo la miro confundida pues no recuerdo a ninguna Aaliyah — Arianny. Mi primer nombre es Arianny, la otra chica que alquilará el apartamento.

— Ah, ok. Pasa, entonces. — Me pongo a un lado para que ella entre con sus maletas — Muchachas ella es Arianny, la otra chica que vivirá con nosotras. — Las chicas la saludan con una sonrisa — Ellas son Ainhoa y Alysia, nuestras otras compañeras.

— Mucho gusto, Arianny — Dice Ainhoa muy efusiva y con una amigable sonrisa

— ¿Dónde está mi cuarto? — Pregunta directa, algo odiosa

¡Ay, no! ¡Ya me cae mal!

A esta como que no le dieron webo anoche, porque es que carga una cara de culo que recién me acaban de dar ganas de reventarle.

Se supone que, si viviremos juntas, debería ser un poco amable al menos ¡Hasta yo, que suelo ser odiosa, me intento llevar bien con las demás!

Pero así no se puede.

— Elige el que quieras excepto la segunda puerta a la derecha y el del frente. Esos son el mío y el de Ainhoa — Digo actuando fría también y ella, ni corta ni perezosa, se dirige al pasillo para escoger su habitación.

— Esa chama es como que medio rarita ¿No? — Pregunta Alysia, yo solo pongo los ojos en blanco algo estresada.

Si, me arrecho fácil.

— Ay, ya. La pobre también se está recién mudando. De seguro está algo incomoda por este nuevo comienzo, hay que darle tiempo — Dice Ainhoa buscando el lado positivo siendo compasiva.

Luego de eso, cada una va a su habitación para deshacer maletas, y yo para terminar de ordenar mi cuarto. Cuando llega la noche, Ainhoa toca mi puerta para decirme que irán a comer en la calle pues aún no tenemos comida porque no hemos ido al mercado, me invitan y yo acepto así que me arreglo rápido con algo sencillo y salgo del cuarto para dirigirme a la sala donde me esperan Alysia y Ainhoa.

— ¿Arianny no viene? — Pregunto sin que se note lo mucho que me intriga la conducta de la chica ojos felinos.

— No quiso — Dice Alysia encogiéndose de hombros, yo solo asiento y las tres salimos del apartamento para dirigirnos a comer algo.

Venezuelan RoomiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora