9. Llamado De Emergencia: Chica con cáncer de ojo por ver tanta belleza

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Ainhoa's P.O.V

Ok, estoy nerviosa

¿Para qué negarlo?

Aaliyah salió con Apolo hace un rato para comprar más pan, la señora Martha fue a la cocina para montar el café, Anisha se fue atrás de ella porque estaban charlando, y Erick se fue atrás de Anisha porque le encantan sus nalgas.

Él está claro que es así.

Sebastián fue a arreglar su cuarto, Luis se pegó atrás de él burlándose, y Alysia pidió prestado el baño porque es una antojosa. Así que ¿Adivinen quienes quedaron solos?

No sean flojos, vale. Saquen sus cuentas.

Si pensaron en Robert y etaquetaki' ¡Felicidades! ¡Ganaron!

Me quedo jurungando mi Blu, jugando cualquier mariquerita y ajá, para que el momento no sea tan incómodo.

Este carajo está que se come solito, menor. Tiene un no sé qué que lo hace ver demasiado bello. No sé si será su cabello, sus ojos, su boca, sus manos o... no sé, mano, pero es demasiado bello.

— Ehm... Ainhoa — Me llama el papi bello y yo alzo la vista como la que no quiere nada — ¿Esto es tuyo?

Marico, tiene mi pulsera.

Automáticamente miro mi brazo y me doy cuenta de que falta una de mis tantas pulseras. Es mi favorita porque está tejida con tiritas color púrpura y tiene unas letras negras que forman el Noah.

— Mierda, no me di cuenta de que se me había caído — Digo levantándome para tomarla, pero él la levanta por sobre sí mismo, haciéndome imposible alcanzarla —. Jajaja, muy gracioso, pero ya, chamo, dame.

— No — Contesta con autosuficiencia.

— Robert, dame mi pulsera — Reclamo de nuevo.

— Agárrala, pues.

Este mamaguevo como no sabe lo que es llevar coñazo parejo, y a mí como que me va a tocar enseñarle por las malas.

— Estoy empezando a perder la paciencia, carajito. Dame mi mierda. — Pego un brinco, pero igual no llego

¡Y el muy caretabla' se ríe de mí!

— Alcánzala, pues, gnomo de jardín. — Se pasó de maldito

— No es mi culpa que seas un poste, vale. Dile no al bullying a Ainhoa — Él se ríe, pero no baja el mamaguevo brazo.

¡Quiero mi pulsera, nojoda!

Pego otro brinco, y logro tomar la pulsera, pero caigo muy adelante así que lo empujo accidentalmente y caemos en el piso, yo sobre él.

Marico, que pena.

Marico, estoy sintiendo su paquete.

Marico, sendo paquetote.

Atención a todas las unidades; Llamada de emergencia del sistema 9-1-1, mujer moribunda con aparente qkardio. Necesitamos asistencia de inmediato en el área.

VEN Y SANA MI DOLOOOOOOORR

Ok, ya. Me emocioné.

Ambos nos cagamos de la risa, pero yo toda nerviosa, man. No todos los días le caes encima a un chamo tan bello, y eso me puso burde' lo incomoda.

— Bueno, ya. — Le arranco la pulsera de la mano y me levanto para estirar mi ropa, que se arrugó toda con la caída.

— ¿Qué? ¿Te pongo nerviosa? — Pregunta con una sonrisa ladina que... Afhkjsfk, se me paró el bowe imaginario.

— Ah, pues, loco. No me pongo nerviosa, pero tampoco voy a quedarme encima de ti todo el día.

¡Mano, listo! ¡Denme mi Oscar que soy yo en HD 4K actuando!

— ¡Chinazoooooo! — Pego un brinco del susto al escuchar el grito de Alysia — Miren, tortolitos, vengan que ya está listo el café y los muchachos ya vienen subiendo.

— Dale, ahí vamos. — Alysia vuelve a entrar a la cocina ante el comentario de Robert, y él entrelaza su mano con la mía para jalarme hacia la cocina.

Cucardio en 3... 2... PIIIIIIIIIIIIII

Ya estoy harta, mi cuca no merece esto.

— Ah, y, Noah — Yo lo miro mientras caminamos, y él me suelta la mano. Lo que yo no me esperaba era lo que iba a decir después de eso —, luego te digo que quiero a cambio de esto.

Yo le miro confundida y el muy mamaguevo levanta mi pulsera.

¡Marico, me la volvió a quitar!

Es que ya decía yo que esa agarrada de mano era muy rara.

Es que yo soy pajua', marico. Yo soy awebonia'.

Y de paso, el muy sucio entro a la cocina riéndose, dejándome ahí con la jeta abiertota.

Quítate tú, que llegó la caballora — Apolo entra cantando y caminando como una "diva" –, la perra, la diva, la por...

— ¡Cállate! — Aaliyah le echa un empujón y sigue caminando hacia la cocina, aguantando la risa que yo deje salir apenas vi como el de las pepas azules perdió el equilibrio.

Menor, ese carajito es bello. Demasiado bello para ser real.

Tiene que ser marico.

Porque tenemos que hablar claro. La mayoría de los chamos que son bellísimos y que uno les quiere meter hasta por donde no se debe, batean pal' otro equipo.

Además, este tiene una cara de mariscal que no juega carro.

— Es que ya decía yo que duraste mucho tiempo tratándome bonito. Era demasiado raro que fueras tan pana — Se queja Apolo poniendo los ojos en blanco mientras se levanta.

— ¡Perdón, marico, no medí mi fuerza! ¡Perdón, perdón! — Se disculpa ella dándose cuenta de que de verdad si se cayó y no fue fingiendo.

— Te perdono si me das un beso. — Ella lo mira por unos segundos, como analizando que no sea una broma, y luego me mira a mi con una mueca. Después empieza a acercársele... ¿nerviosa?

¡Marica, lo va a hacer!

¡Verga, yo no conocía a esta Aaliyah!

Al parecer hasta el mismo Apolo quedo loco, porque cuando ya la tiene casi que encima, es cuando cierra los ojos. Pero — porque siempre hay un pero— mi amiga es avispada.

Eso que tu creíste que eras hasta hace 2 minutos.

Maldita conciencia que siempre tiene la razón.

Bueno, ajá. Me desvié un chin.

Aaliyah tiene los ojos cerrados y se acerca a él mientras toma su linda carita entre sus manos, pero luego se detiene, abre los ojos y sonríe. Desliza una de sus manos hacia su barbilla, distrayéndolo con las caricias, y con la mano libre le arranca la bolsa de pan.

Marico, yo quedé loca.

— Y tu juraste que yo te lo iba a dar, iluso. — Y ahí si me reí con ganas, chamo ¿Cómo no?

Es que tenían que verle la cara de pajuo' a Apolo mientras Aaliyah se iba como toda una diva, arrecha y poderosa a la cocina.

— Mano, te lo dejó parao'. — Él mira hacia abajo para darse cuenta de mi mentira, y yo me rio más porque cayó en la trampa — Usted es pajuo' ¿Oyó? — Y entro a la cocina aun riéndome, para tomarme mi cafecito con la pana Martha.

Venezuelan RoomiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora