3. Ally la fresita

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Alysia's P.O.V

— ¡Buenos días por la mañana! ¡Es hora de pararse, dormilonas, porque es el primer día como universitarias! — Grita la voz que reconozco como la de Ainhoa, y se escucha también un ruido estruendoso por todos lados, como dos metales chocando.

Algo desorientada, salgo de la cama y me asomo por la puerta para encontrarme a la pelinegra ya vestida adecuadamente, maquillada, peinada y muy activa, con una sonrisa oreja a oreja algo espeluznante.

Lleva un pantalón de jean ajustado largo hasta una mano más arriba del tobillo, y una camisa de jean de botones con algunos bolsillos y mínimamente holgada, con sus mangas un poco remangadas. Una mochila de cuero negro con algunos cierres va en su espalda baja y zapatillas color verde agua. Su cabello va en ondas naturales, al parecer, y su maquillaje es básico con simple humectante labial.

— ¿Eh? — Pregunta Anisha saliendo de su cuarto con el cabello vuelto un culo, los ojos achinados y la cara algo hinchada, también puedo distinguir algo de baba seca en su mejilla.

Al parecer alguien duerme demasiado rico.

— Ya van dos, falta una ¡Arianny! — Comienza a chocar las dos tapas de metal mientras camina hacia la puerta de la chica odiosa.

Al llegar ahí, como que golpea más fuerte hasta que la puerta se abre de golpe dejando ver a una Arianny tan despelucada como Anisha y medio dormida aun.

— Menor, ¿tú eres loca, tas' mal, tienes problemas u olvidaste medicarte? — Pregunta con cierta arrechera, y creo que es la oración más larga que ha dicho desde que llegó.

Eso fue el viernes.

Y hoy es lunes.

Odio los lunes.

— Ya deja de ser tan odiosa y arréglate que debemos ir a la universidad — Le pelinegra da un último golpe entre los metales y camina hasta la cocina.

Arianny nos ve unos segundo a Anisha y a mí, alza un poco las comisuras de sus labios en modo de saludo y se regresa a su cuarto, dejando la puerta cerrada de nuevo.

Eso es nuevo. Antes ni una mini sonrisita.

Entro de nuevo al cuarto y hago mi rutina mañanera. Gracias al cielo, cada cuarto tiene su baño y también está el de visitas, así que no tenemos problemas en las mañanas.

Al terminar de ducharme, sin mojarme el cabello pues ayer me lo planche, salgo del baño luego de secarme y envolverme en una toalla, y me coloco mi ropa íntima. Me coloco también un leggings negro tiro alto, un top de lana blanco de tirante, una claqueta de jean remangada hasta los codos, y unos botines grises. Mi maquillaje es básico con labial rosado, y mi cabello va suelto.

Salgo del cuarto mientras me coloco un morral negro con corazones de diferentes tonos de azul, en el cual llevo mis cuadernos, libros y todas las otras cosas necesarias. Mientras camino por el pasillo, mi celular suena indicando una llamada entrante, y se me escapa una sonrisa al ver de quien se trata.

Llamada entrante...

Casa Elbittar

— ¿Aló? — Digo esperando a ver quién es el que me llama

¡Hola, vieja! Escucho al otro lado de la línea las voces de Evan y Eva, mis mocosos favoritos.

— ¡Hola, hijos del diablo! — Digo con una sonrisa mientras camino a la sala. Arianny, que ya estaba en la sala acomodándose la blusa, me mira con una cara rara y divertida a la vez, haciéndome soltar una risita

Venezuelan RoomiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora