8. Que hermosa sonrisa

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Apolo's P.O.V

— Deja de andar revisando el Facebook de mis vecinas, Apolo — Me dice Luisma y todos volteamos a verlo, excepto su hermano.

Su hermano es Sebastián, pues. Para los que no saben.

— ¿Cómo que tus vecinas? ¿Tú eres loco? — Dice Robert volviendo a jugar en su celular.

— Ellas viven aquí en frente, muchacho pajuo' – Dice Martha dándole un lepe a Robert, quien suelta el celular para sobarse.

De un momento a otro, alguien toca la puerta y la abuela de Sebas y Luisma va a abrirla.

— ¡Martha, pana mía! Vinimos a tomar café con usted — Escucho una voz que se me hace conocida.

— Ay, Dios, mija. Justo estábamos hablando de ustedes ¡Pero pasen, pasen! — Segundos después, se adentran en el apartamento las cuatro chamas que aparecieron seguiditas en mis recomendaciones de amigos en Facebook.

— Coño, no sabía que íbamos a ser tantos — Dice... Alysia, sino me equivoco, mirándonos a todos.

— Creo que va a faltar pan ¿Quién lo va a comprar? — Pregunta Anisha, a quien reconozco por culpa de Erick — Yo no porque compre estos.

— Si eres pichirre, chama. Naguara — Se queja la primera voz que escuche, que resulta ser... Ainhoa, creo que se llamaba.

— Yo lo compro, pues — Dice Aaliyah poniendo los ojos en blanco para luego morderse levemente el labio inferior, lo que la hace verse malditamente sexy.

Esa caraja es bellísima.

O sea, las cuatro son bellas, pero la morenita con pecas es la mejor.

— Yo te acompaño — Le dice Sebastián levantándose del mueble pequeño en el que estaba.

¿Y desde cuando estos se llevan tan bien como para que le ofrezca la cola?

— No, no, no, no. Tú vas a acomodar tu cuarto porque lo tienes vuelto un culo — Ordena su abuela y veo como las muchachas aguantan una risa —. Que vaya otro, porque tampoco vamos a mandar a la niña sola para que nos la roben. Tan linda que es ella.

Martha si es pica torta.

— Yo voy contigo. — La morena me mira por unos segundos antes de asentir resignada. Yo sonrío de lado mientras me levanto guardando mi celular en mi bolsillo.

Abro la puerta para dejar que ella salga primero, luego bajamos las escaleras y salimos del edificio, dirigiéndonos a la panadería más cercana.

— Aun no entiendo porque te caigo mal. Eres demasiado odiosa — Suelto de repente, rompiendo el incómodo silencio en el que íbamos.

— No me caes mal. Y yo no soy odiosa.

— ¡Claro! ¿Entonces porque siempre me evitas, o me hablas con sarcasmo?

— No te conozco, estúpido ¿Qué quieres? ¿Qué cada vez que te vea te bese desesperadamente como ninfómana a la cual no le dieron en todo el día?

— No me molestaría para nada, a decir verdad – Respondo con una risita, burlándome.

— Y luego preguntas porque te trato así, imbécil. – Echa a caminar más rápido que antes.

— ¡Hey, es paja! ¡Solo estaba echando vaina, chica! — Me rio mientras la persigo y me coloco frente a ella, frenándola. En ese momento, me doy el placer de detallarla más de lo normal, empezando desde abajo.

En sus pies lleva unos Nike deportivos color azul rey, luego lleva un leggings negro ajustado que enmarca sus preciosas y definidas pierna, y ni hablar de sus glúteos. En su torso, leva un top deportivo del color de los zapatos, y, sobre él, una franelilla negra holgada, dejándome ver las pocas pecas de sus hombros, y abierta a los lados, lo que me permite apreciar lo suave que se ve la piel de su cintura. Sus brazos están cruzados sobre su pecho, resaltando sus voluptuosos senos. De su cuello, cuelga una cadenita de plata con un pequeño dije de una clave de sol, la cual tiene una pequeña piedrita que resplandece gracias a la poca luz solar que nos ofrece el atardecer.

Pasemos a su precioso rostro, el cual resalta mil y un veces sobre su cuerpo. Nunca me cansaría de admirar cada una de sus facciones, porque son completamente únicas y preciosas. Sus labios carnosos se encuentran entre abiertos —permitiéndome ver parte de su perfecta dentadura— y en su natural tono rosáceo, y se ven tan delicados, suaves y deliciosos... Su nariz perfilada se ve súper tierna desde este ángulo —y de cualquier otro—. En sus pómulos, hay más de las pecas que se encuentran en sus hombros, pero no resaltan tanto como sus ojos de un hermoso color aceituna, los cuales resplandecen y se aclaran más gracias a la luz solar. Sobre sus ojos, encontramos dos definidas y oscuras cejas, de las cuales una está arqueada. Por último, su cabello esta recogido en una coleta alta, dejando sueltos unos cuantos mechones ondulados que caen a los lados de su rostro.

Esta mujer es una completa diosa.

— Apolo, chico... Te voy a pedir un pequeño favor — Dice intentando mantener la calma. Se ve hermosa cuando está arrecha —. Deja de ser idiota en los momentos en que estés conmigo, porque no estoy segura de poder abstenerme de meterte tu coñazo. Sé que ha de ser muy difícil para ti, pero al menos puedes intentarlo ¿Si?

— Ok — Acepto aguantando la risa —, pero al menos podemos hablar como dos personas comunes ¿No? — Ella vuelve a alzar su ceja — Sino, no hay trato — Me ve por unos segundos más antes de suspirar.

— Ok, bien. — Asiente, aceptando — Camina, pues.

— Bien, cuéntame de ti.

— ¿Qué quieres saber?

— No sé... de dónde vienes, que te gusta hacer, como es tu familia.

— Ok; Vengo de Mérida. — Estoy por hablar cuando ella me interrumpe — Antes de que lo preguntes, no tengo el acentito raro porque paso mucho tiempo en Aragua y ajá, no me gusta mucho. Prefiero hablar normal o a lo maracucho, porque me gusta ese acento. — Asiento, encontrándole sentido a su explicación. Realmente le iba a preguntar eso — Me gusta cantar, componer, escribir, leer, ver series y varias cosas más. Mi familia está formada por mi mamá Ariana, una chamita en el cuerpo de una vieja, mi papá Anker, un viejo que sabe divertirse, pero se arrecha fácil, mi hermano Altaír, mi mejor amigo desde siempre y alcahueta mayor, mi madrastra Katiuska, una vieja ahí horrible, mi cuñada Catherine, una gringa que fue venezolana en su vida pasada, burde' pana la loca, y mi perrita hermosa Atenea, que es de raza pastor alemán y quiere más a mi mamá que a mí, pero igual la amo — Me resume en un momento

— ¿Era muy difícil que me hablaras con tal naturalidad desde un principio? — Pregunto retóricamente

— No me gusta tratar tan bien a los cerdos — Finjo estar indignado y ella se ríe de mi rostro.

Dios mío, que hermosa sonrisa.

Que hermosa chama.




Capitulo cortito, pero lindo <3

¿Alguien por aquí que también haya comenzado a shippear a Apolo con Aaliyah?

Harían una pareja muy cute <3

Aquí les quería demostrar que Apolo no es tan perro como gente por ahí (Si, Triana. Hablo de ti) dicen que es a veces. El también tiene su corazoncito, y sabe admirar a las mujeres, sabe que todos somos arte.

Lo adoro, pero aún les falta mucho por conocer de él y los demás personajes.

A mi no me falta nada porque ya los tengo guardaditos en mi mente, y hay uno en especifico que adoro.

¿Qué les parece la historia hasta ahora?

Venezuelan RoomiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora