La hermana de Greco

10. El secuestro

Me despierto con los rayos de sol que entran por la ventana de mi habitación. Miro mi lado izquierdo de la cama y veo a Zeus tumbado mirándome.

—Buenos días—Acaricio su cabeza.

Destapo mi cuerpo de las sábanas y me levanto de la cama, me dirijo al baño para ducharme, cepillar mis dientes y peinar mi cabello.
...
—Vamos—Le digo a Zeus que aún sigue tumbado.

Ambos caminamos por el pasillo, él entra en su habitación para comer y beber un poco,mientras yo le espero. Luego vamos a las escaleras y al terminar de bajar cada escalón nos encontramos a...

—¿Lamar?—Encuentro al rubio de espaldas y al nombrarle se gira.

—Oh,Buenos días princesa—Me saluda con una agradable sonrisa y Zeus se acerca a él.

—¿Que haces aquí?—Miro los alrededores y no veo en ningún lado a Greco.

—Esperando a tu hermano,está en el garaje—Se sienta en el sofá mientras acaricia a Zeus.

—¿Él te dejo entrar?—Cruzo los brazos.

—Claro,princesa, ¿Tengo cara de ladrón?—Me mira con una amplia sonrisa.

—Bueno...—Río.

—Yo solo robo corazones—Se levanta y se coloca enfrente mía.

—¿Katy?—Me giro y encuentro a Greco caminando por el pasillo hasta que llega a nuestro lado—Yo le dejé pasar—Señala a Lamar—No sabía que estarías por aquí.

—No pasa nada—Sonrío.

—Toma—Greco se acerca a Lamar y le da algo.

—Gracias—Lamar Sonríe de una forma muy tierna.

—Bueno,Debería irme—Dice Lamar para empezar a dirigirse a la puerta.

—¿Te quieres quedar a comer?—Le pregunto sin pensar, el frena y se gira.

—¿Puedo?—Pregunta mirando a Greco.

—Ehh,si claro, pero no he preparado nada.

—¿Pedimos comida china? No siempre  tienes que hacer la comida tú—Miro a Greco.

—Por mí, bien—Habla Lamar.

—Perfecto, pídela tú,que me da vergüenza—Le acerco mi móvil a Greco y el papel de publicidad donde está el número.

—¿Enserio?—Greco ríe y va a llamar desde mi móvil pero este comienza a sonar.

—Te llaman—Me devuelve el móvil.

—¿Sí?—Pregunto al no tener el número guardado.

—Hola,muñeca—Estaba claro quien era.

—-Hola...—Me alejo de Greco y de Lamar dándoles la espalda—¿Cómo sabe usted mi número?—Pregunto.

—Soy el Superintendente,lo sé todo.

—Seguro que sí, bueno... ¿para que llama?

—¿Tu hermano está en casa?

—Sí, ¿por qué?

—Dile que pase por comisaría.

—¿Me llama a mí,para hablar con mi hermano? Se supone que lo sabe todo, debería saber el número de Greco.

—Sí muñeca, pero tu querido hermano se ha cambiado de teléfono.

—Pues averigüe su número, adiós—Cuelgo.