18. Recuerdos

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—¡Déjala en paz!—Mamá intenta defenderme.

—Cállate zorra—Mi padre agarra su botella de cerveza y golpea a Mamá en la cabeza.Ella cae al suelo y no se levanta.

Yo sigo escondida en el armario.

—¡Katy, ven aquí!—Me grita mi padre.

—¡Sal ahora mismo o la mato!—Él, amenaza con matar a Mamá y me veo obligada a salir.

Salgo muy despacio.

Él tenía heridasen todas partes, que le había hecho antes mamá, al intentar defenderse.

—Muy bien—Me acaricia el pelo—Pero te has portado mal...

—Papá...

—¡Cállate!—Papá me abofetea y caigo al piso.

—Por favor...—Empiezo a llorar.

—Eres muy débil, deberías ser como tu hermano—Me escupe—¡Levántate!—Me ordena y obedezco.

—¿Dónde está Greco?

—Salió con Sofía y Zeus...—Digo sin para de llorar.

—Zeus...—Ríe—algún día mataré a ese chucho.

—Ni se te ocurra—Intento esconder mi miedo y me enfrento a él.

—¿Que coño has dicho?—Se acerca a mí.

—¡Si alguien tiene que morir, eres tú!—Le grito y enseguida recibo un puñetazo de su parte.

Caigo al suelo por el impacto.

Papá sale de mi habitación y enseguida vuelve con un cuchillo.

—Date la vuelta—Vuelve a ordenarme.

Yo no dejo de temblar y llorar, pero aún así, le obedezco.Papá agarra mi cabeza y le da golpes contra el suelo.

Yo estaba boca abajo y él, me inmovilizaba con su peso.

—Sí escucho algún grito de dolor, tu querido amigo morirá, y no solo eso, haré que te comas cada parte de su cuerpo.

Estaba claro que se refería a Zeus...no tenía más amigos.
Agarré un pedazo de manta que estaba cerca mío y me lo metí en la boca.

—Muy bien—Levanta mi camisa.

Siento el filo del cuchillo en mi nuca, luego, siento como lo entierra y lo va bajando poco a poco.

No grites, Katy, no grites...

Cada vez el dolor aumentaba más y más, al igual que mis lágrimas.

—Para...—Escucho la voz de mi madre y algunos cristales.

Papá se levantó, liberandome de todo el peso.

—Por fin te levantas—Dicemi padre y escucho un quejido de mi madre—Cierrale esa herida, si es que puedes.

Me había librado del peso de mi padre, pero seguía sin poder moverme.

—¿Mamá?—Pregunto intentando moverme.

Me sentía muy débil, mi ojos casi ni podían ver.

—Tranquila cariño,ya voy, no te muevas,aguanta—Se notaba que mi madre tenía un nudo en la garganta.

Sus palabras fueron las últimas que escuche antes de quedar inconsciente.
...
Despierto en la cama de mi habitación.

Mamá me dijo que mi herida estaba curada,ella era enfermera, siempre nos curaba cuando Greco y yo, nos caímos al jugar en el parque.

La hermana de Greco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora