42. Inesperado

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Armando me lleva hasta su despacho dónde hay un cómodo sofá negro.

Yo estaba sentada en él.

Él sigue dándome más información y eso hace que me duela la cabeza.

Al parar de hablar, nota mi malestar.

-¿Estás bien?-Se coloca de cuclillas enfrente mía y me mira.

-Sí...lo siento,he tenido un día movidito.

Armando acerca su mano a mi rostro para apartar mi mechón de pelo de mis ojos.

Me vienen recuerdos de Conway.

Meneo la cabeza para que mis pensamientos desaparezcan.

-Bueno... deberíamos bajar ya-Armando agarra los micrófonos.

Yo asiento con la cabeza.

Ambos bajamos y volvemos con los demás.Al llegar, todos nos miran extrañados.

-¿Que estabais haciendo?-Me pregunta Yun.

-Cosas de mayores-Digo entre risas.

Este mira mal a Armando.

-Solo estábamos hablando-Le sonríe un Armando nervioso.

-¿Estás bien?-Me pregunta Juanjo y yo asiento como respuesta.

-No sé que te habrá hecho Armando,pero te ha dejado pálida-Manolo arquea una ceja y me sonríe.

Tonet ríe.

Armando le da los micrófonos a Juanjo. Este empieza a conectarlos al altavoz.

-¿Por qué no estáis trabajando hoy?-Pregunto por pura curiosidad.

-Joder,por una vez que nos tomamos un día de descanso y ya nos quiere ver trabajando-Se queja Tonet.

-Esa boca-Le corrige Manolo.

-Lo siento-Se disculpa este

-No manches,si tú en horarios de trabajo no haces nada-Habla Emilio.

-Ah,claro ¿y tú sí melenas?-Le dice Tonet.

-Melena la de su tío-Dice y todos ríen ya que sabíamos de sobra que Manolo era calvo.

-Karaoke venga venga-Juanjo me da un micrófono y reproduce la canción.

-Pero si no me he preparado aún-Digo, pero él me ignora.
...

Pasamos un rato cantando hasta que Tonet empieza a pedirme el micrófono.

-Toma-Se lo alcanzo.

-Yo no puedo soltar el micrófono por mucho que lo intente,lo siento-Habla Juanjo.

-Es verdad,de mayor quiere ser cantante de reggaeton, ¿Verdad Juanjo?-Habla Emilio y Juanjo confirma con la cabeza.

Mientras Juanjo y Tonet empezaban una batalla de rap, yo me senté en un silla que estaba cerca de la hoguera.

Yun se colocó sus gafas de protección y siguió golpeando el viejo coche. Emilio estaba a su lado, haciendo la misma función pero sin protección.

Armando se sentó a mi lado, soltando en un suspiro,una pequeña queja de dolor.

-¿Estás bien?-Pregunto una vez se encuentra sentado a mi lado.

Armando abre su boca para responderme pero Emilio interviene antes que él.

-Le duele la espalda, tiene una edad el viejo-Ríe este.

-Solo es de agacharme tanto en el trabajo-Toca su espalda mientras se estira y pone expresión de dolor.

La hermana de Greco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora