49. Regalos

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—Me encanta la soltería pero por ti me lo pensaría.

—Si tu cuerpo fuera cárcel y tus brazos cadenas, no se me ocurre mejor sitio para cumplir mil condenas.

—Tu padre debía tener el mazo como el cincel de Miguel Ángel para hacer semejante escultura.

—Si ser sexy fuese un delito, te pasarías la vida en la cárcel.

—Eso sí es un culo y no lo que quita mi madre a los tomates.

—Estás tan bueno que te haría un traje de saliva.

—Si la felicidad es agua y el amor es fuego, ¡cómo me gustaría ser tu bombero!

Los chicos no paraban de decirme frases horribles para ligar.

—El FBI quiere robar mi pene. ¿Podría esconderlo dentro de ti?—Es la última frase que suelta Horacio.

—Horacio, siento decepcionarte, pero no tengo pene.

—Ya,ya... Es que esa frase se la dedico a Volkov, tranquila.

Todos reímos.

—Son frases horribles—Comenta Kylie y yo le doy la razón.

—Bueno, vamos a la cafetería,para lo del amigo invisible,ya buscamos más frases luego—Digo.

Los cuatro salimos de los baños y vamos hasta la cafetería.

Allí está Conway, con Volkov y Greco a su lado. No se en que momento apareció mi hermano.
yo le saludo, y él hace lo mismo.
Todos los agentes estaban reunidos al rededor de una mesa. En esta, había una caja de cristal, con papelitos dentro.

Kylie se acerca a la caja y la menea, luego vuelve a ponerla en la mesa.

—Eso ya lo habíamos hecho—Le dice Leonidas.

—Es para asegurarme de que no haya trampas—se explica ella.

—Bueno, ¿quién quiere ser el primero?—Pregunta Sergey.

—Yo—Levanto mi mano.

—Perfecto, ahora coge un papelito de la caja, y después de leerlo, lo tiras—Me explica Sergey.

—Sí, y hazlo sin mirar—Me dice Kylie.

Me acerco a la caja y agarro un papelito sin mirar.

Vuelvo a mi sitio y allí lo leo a escondidas de los demás.

-Leonidas

Es lo que ponía en mi papel.

Todos empiezan a coger papelitos hasta que se acaban.

—Bueno, esto es totalmente anónimo, ahora tenéis todo el día, para buscar un regalo especial para esa persona que os ha tocado para poder dárselo, esta noche. ¡Suerte a todos!

La sala se empieza a despejar, todos corren en busca del regalo que comprarían.

En la sala quedamos, Kylie,Gustabo,Horacio,James, Anacleto,Torrente y yo.

—¿Qué tal chicos? ¿Os ha tocado algo difícil?

Nos Pregunta Kylie.

Gustabo databa cabreado por la persona que le había tocado, yo me podía hacer una idea de quién era.

—Mira que había agentes y me toca el trozo de mugre este—Se queja. Le voy a regalar carbón.

—Yo no sé que puedo regalarle a la persona que me tocó—Dice Horacio.

—Ahora vuelvo—Nos dice Kylie.

Ella camina rápidamente y sale de la habitación. Me imagino que iría al baño.

La hermana de Greco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora