25. Pandilla de pacotillas

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—Supongamos que conseguimos la pasta, en este caso sería dinero negro, ¿cómo pensáis limpiarlo?—Les pregunto a mis amigos.

—Tengo contactos—Responde Gustabo haciéndose el interesante.

—Tenemos—Le corrige Horacio.

—¿Por qué queréis ser policías?—Pregunto por curiosidad.

—Yo solo quiero tener poder y ya, a Horacio le va hacer el bien—Gustabo responde a mi pregunta.

—A veces...—Dice Horacio.

—Cierto, otras veces está modo diablo—Gustabo sonríe.

—Hablando de diablos, Emilio se fué del hospital, aunque los médicos le recomendaron quedarsee unos días—Habla Horacio.

—¿Y a dónde ha ido?—Pregunto mirando a Horacio.

—A arreglar unos asuntos, o eso nos dijo por mensaje—Dice.

—Seguro que tiene que ver con los que nos secuestraron—Dice Gustabo y Horacio se encoje de hombros—Habrá ido a partirles su madre.

—Hablando del secuestro...¿no os habéis parado a pensar por qué no nos mataron? Además, ¿por qué secuestraron a Katy y le hicieron preguntas sobre Conway?—Pregunta Horacio.

Él y Gustabo,estaban enterados de todo lo que me había pasado aquel día, ya que se lo había contado todo. En cambio,ellos, cuándo pregunto sobre qué pasó, cuándo el jefe de aquella "mafia" se los llevó, reponden con mentiras, lo sé porque Horacio me dijo una cosay Gustabo otra muy distinta.

—Todo Twitter decía que esta tenía algo con el abuelo—Gustabo me señala.

—Y lo de aquellos hombres...yendo hasta Katy sin armas, como si no les importa morir...—Horacio parecía estar preocupado por el tema del secuestro, creo que le había afectado más de lo que parecía.

—¿Estás bien?—Le pregunto colocándo mi mano en su hombro.

—Sí...¿Y tú?¿No te importa haberlos matado?—Yo alejo lentamente mi mano de su hombro.
Su pregunta me sorprende y me deja sin palabras.

—Estaba protegiendo a Emilio,Horacio...—Digo.

—Pero no te habían hecho nada—Dice Horacio con su cabeza gacha.

—Horacio, no sé por qué mierda estaban desarmados, pero si hubieran llegado hasta Katy, la hubieran secuestrado otra vez, o matado, quién sabe, y de seguro Emilio no estaría con nosotros—Habla Gustabo defendiendo mi situación.

Horacio levanta la cabeza dedicándome una sonrisa.

—Tienes razón—Le da la razón a Gustabo.

—Bueno, y lo de vuestros contactos...¿podemos fiarnos de ellos?

—Sí—Responde Gustabo muy seguro.

—Ahora mismo somos unos pringaos, cualquiera podría robarnos—Digo.

—O secuestrarnos—Dice Gustabo soltando una pequeña risa.

—O matarnos...—Habla Horacio no tan feliz.

—Deberíamos formar una banda—Dice Gustabo yendo por el mal camino.

—¿Tú no querías ser poli?—Río.

—Dije que solo quiero poder, como si es por el buen camino o no—Cruza sus brazos.

—No podemos hacerle eso a Conway—Dice Horacio.

—¿Pero tú has visto como nos trata? Que le den al viejo de los cojones,Horacio, ¿te olvidas que te está obligando a quitarte la cresta?—Gustabo intenta convencer a Horacio.

La hermana de Greco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora