La hermana de Greco

53. Amor

Entramos a comisaría y todos nos miran al llegar a la cafetería.

Conway se levanta y empieza a caminar hasta nosotros.

—Ven—Me dice mientras nos esquiva y sin parar de caminar.

Yo miro a los demás y todos sonríen incómodos.

—Suerte—Susurra Ivanov pero muchos logran escucharle.

Yo me giro y empiezo a caminar detrás de Conway, siguiéndolo en silencio hasta su despacho.

Al llegar, él abre la puerta y espera a que yo entre, al hacerlo este cierra con llaves.

Conway se mantiene de pie y de brazos cruzados, mirándome.

—¿No vas a decir nada?

Me gustas ¿te gusto?

—No...eso no sale bien...

—¿Qué?—Conway me mira confundido.

—¿He hablado en voz alta?—Pregunto nerviosa.

—¿Qué coño te pasa?—Arquea una ceja y se cruza de brazos.

—Nada, solo que usted me pone—Escucho unos ruidos y me distraigo unos segundos.

Cuándo vuelvo en sí, me fijo en Conway, este tiene sus ojos abiertos de par en par.

Segundos después, me doy cuenta de que le había dicho.

—¡Osea! No me refería a-

—¡Joder Katy! ¡Explícame por qué cojones hay una puta multitud en Twitter que me odia!

—No-no lo sé,osea yo solo quería ayudar...

—¿Ayudar? ¿Ayudar a que me odien más de lo que ya me odian?

Yo me mantengo en silencio.

—No te pregunté por qué fuiste al hotel...aunque debería haberlo hecho, porque llevabas el uniforme. Pensé que habías ido a verte con...ese. Y aún así no pregunté.

—Tampoco era asunto tuyo...

—Sí, lo era, siempre que lleves el uniforme de policía va a ser asunto mío hagas lo que hagas ¿Entiendes?

—10-4 , solo quería ayudar a esas personas.

—¿Los conocías de algo?

—No, bueno a algunos sí... pero tampoco los conozco mucho...

—¿Y entonces?

Yo le miro extrañada.

—¿Por qué coño ayudas a desconocidos?

—Porque para mí es lo que debo hacer.

—Nuestro trabajo es proteger, no facilitarle la vida a otros.

—No me refiero a la placa, Conway, no hablo de trabajo.

—¿Entonces de crees Supermán?—Ríe sarcástico.

—Solo quiero ayudar, es todo.

—¿Buscas sentirte bien contigo misma?

—No, aunque me sienta bien al hacer una buena acción, no es mi propósito. Solo quiero ofrecer lo que nadie me ofreció...si tengo dinero de sobra ¿Que sentido tiene guardarlo todo para mí?

—¿Cuánto dinero te has gastado?—Arquea una ceja.

—Mucho, no sé la cantidad exacta...

—Ví el vídeo de ese hombre, hablando sobre tí...